El ahora ex ministro del Interior se despidió de su cargo con un gesto de lealtad hacia Javier Milei, respaldando el recambio ministerial y asegurando que colaborará con la transición.
Lisandro Catalán llegó este martes a la Casa Rosada para mantener una reunión clave con su sucesor, Diego Santilli. El encuentro tuvo como objetivo principal «ponernos al tanto de cómo queda el Ministerio, los temas pendientes y ayudar, obviamente, en esta etapa que le toca continuar a él». De este modo, el ministro saliente, que ocupó el cargo desde el inicio de la gestión, inició formalmente el traspaso de la cartera de Interior.
Lealtad y respaldo al Presidente
Frente a las consultas de los periodistas sobre su remoción, Catalán fue enfático al descartar cualquier malestar. «En absoluto estoy molesto», afirmó. Y fundamentó su postura: «La responsabilidad y la competencia de elegir los colaboradores del Presidente es del Presidente. Él meditó que había que iniciar una nueva etapa y, por supuesto, nadie puede molestarse ni condicionar al Presidente en la elección». Con esta declaración, el funcionario saliente ratificó públicamente su apoyo a la decisión de Javier Milei.
El valor de las instituciones por encima de las personas
Con un perfil técnico y dialoguista que caracterizó su gestión, Catalán subrayó la importancia de priorizar el funcionamiento del Estado. «Las instituciones están por encima de los nombres», sentenció, reforzando la idea de una transición ordenada y profesional. Tras sus declaraciones, ingresó al edificio de Balcarce 50 para concretar su despedida formal, cerrando así su ciclo al frente del Ministerio del Interior y dejando sentada una postura de unidad y respeto hacia las decisiones de la máxima autoridad. Información extraída del medio Política Argentina.




