Un enfrentamiento de gran escala entre Boko Haram y el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP) dejó más de 200 combatientes muertos en el noreste de Nigeria
La disputa se produjo por el control territorial en una zona estratégica cercana al lago Chad. La información fue difundida según Radio3.
Los enfrentamientos ocurrieron en Dogon Chiku, en el estado de Borno, una región clave para la circulación de recursos y rutas de influencia en el área. Fuentes militares y comunitarias confirmaron que ambas facciones yihadistas libraron una batalla intensa que duró varias horas.
Mohammed Goni, líder de la Fuerza de Tarea Conjunta Civil que colabora con el Ejército nigeriano, confirmó que “más de 200 combatientes fueron abatidos” y que “numerosas armas y vehículos quedaron destruidos”. Además, indicó que al menos 30 miembros resultaron heridos durante el choque.
Un oficial del Ejército nigeriano, que prefirió no ser identificado, ratificó la magnitud del enfrentamiento y la cifra aproximada de víctimas.
Un conflicto que ya lleva más de una década
La violencia en el noreste de Nigeria se intensificó desde 2009, cuando Boko Haram lanzó una ofensiva para imponer un Estado islámico en el país. En 2016 surgió ISWAP, una facción separada y alineada con la red global del Estado Islámico, lo que fragmentó aún más el escenario de conflicto en la región.
Desde entonces, la rivalidad entre ambos grupos no solo se orienta contra el Estado nigeriano, sino también hacia la disputa por territorios, rutas de abastecimiento e influencia en comunidades locales.
Impacto humanitario y regional
El conflicto armado ha dejado graves secuelas sociales. Más de 35.000 personas han muerto desde el inicio de las hostilidades y alrededor de 2,7 millones fueron desplazadas de sus hogares, según cifras oficiales.
La crisis humanitaria se extiende además a países vecinos como Níger, Camerún y Chad, donde la inseguridad y el desplazamiento continúan en aumento.
La escalada reciente de violencia demuestra que la región sigue siendo un foco central de inestabilidad en África Occidental, con consecuencias que trascienden fronteras y comprometen el futuro de comunidades enteras.




