En una jornada de negociaciones intensas, el Gobierno nacional confía en lograr los 37 votos necesarios en el Senado para aprobar el Capítulo 2 del Presupuesto 2026, el más polémico por su impacto en el financiamiento de la educación y la ciencia.
Para conseguirlo, la jefa de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, y el ministro del Interior, Diego Santilli, lideran las tratativas a contrarreloj.
El núcleo de la batalla: el artículo 30
El principal escollo es el artículo 30, contenido en el Capítulo 2, que propone derogar compromisos de financiamiento establecidos por ley. Según la información oficial, este artículo elimina tres pilares:
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El objetivo de destinar el 6% del PBI al sistema educativo (Ley de Educación Nacional).
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El esquema de aumento progresivo de fondos para ciencia y tecnología hasta alcanzar el 1% del PBI en 2032.
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La garantía del 0.2% de los gastos corrientes del presupuesto educativo para la educación técnica profesional.
Para evitar que este artículo se vote por separado y caiga, la estrategia oficialista, según Noticias Argentinas, fue imponer una votación por capítulos y no por artículos, limitando el debate específico.
Negociaciones y resistencia en el Senado
El oficialismo necesita una mayoría simple de los presentes para aprobar cada capítulo. Aunque cuenta con una base de votos firme para la sanción general, el Capítulo 2 genera resistencias incluso entre aliados. Senadores de la Unión Cívica Radical (UCR), como Maximiliano Abad y Flavio Fama, y varios integrantes del bloque peronista Convicción Federal anunciaron que rechazarán específicamente este punto, al que consideran un desfinanciamiento de áreas estratégicas.
Ante este panorama, Bullrich y Santilli negocian para asegurar los 37 apoyos. Una de las estrategias es lograr la ausencia estratégica de algunos senadores opositores en el momento de la votación del capítulo crítico, reduciendo así el número de votos necesarios para lograr la mayoría.
Un presupuesto clave para la señal política
Más allá del debate educativo, la aprobación del Presupuesto 2026 es fundamental para el Gobierno de Javier Milei. El proyecto, que fija un crecimiento del PBI del 5% y una inflación del 10.1% para 2026, es visto como una señal de previsibilidad y capacidad de gobierno hacia los mercados y organismos internacionales, especialmente ante importantes vencimientos de deuda externa previstos para enero.




