Un hombre de 42 años fue detenido en Puerto Madryn después de romper la ventana de la vivienda del ex pareja de su actual novia, en un episodio ocurrido en el barrio Comercio IV durante la madrugada del domingo.
El hecho se registró alrededor de la 1:35 en la calle Manuel Castro, cuando el Centro de Monitoreo alertó a la Policía sobre un sujeto que había provocado daños en una vivienda y luego intentó huir del lugar. Según informó La17, los efectivos lograron interceptar al sospechoso cuando corría por calle Necochea en dirección a Simón de Alcazaba.
El operativo policial y la detención
Al recibir el alerta del Centro de Monitoreo, varios móviles policiales se desplazaron inmediatamente hacia el barrio Comercio IV. Los efectivos observaron al hombre señalado por la víctima mientras intentaba huir y lograron interceptarlo a pocos metros del lugar, concretando la aprehensión sin incidentes adicionales. El detenido, de 42 años, quedó alojado en la dependencia policial imputado por el delito de daños, mientras la guardia de turno elevó el parte a la fiscalía interviniente.
Los antecedentes del conflicto
Minutos después de la detención, los agentes tomaron contacto con el ocupante de la vivienda afectada, un hombre de 39 años, quien explicó que el agresor mantiene una relación con su ex pareja. La mujer reside en la parte posterior del inmueble junto a sus hijos, y según el relato brindado a la Policía, antes del daño material hubo una discusión entre ella y el detenido. Tras este intercambio, el sujeto salió del área posterior vociferando insultos y procedió a romper el vidrio del frente de la casa.
Las constataciones y la investigación
Los efectivos realizaron una inspección visual del inmueble y constataron el daño en la abertura, con fragmentos del cristal esparcidos en el piso exterior. El registro policial detalla que la secuencia quedó en evidencia gracias al aviso inmediato del Centro de Monitoreo, cuyo seguimiento permitió orientar el desplazamiento de los móviles. La investigación continúa con el relevamiento de datos aportados por residentes del sector, quienes confirmaron la presencia del agresor minutos antes de la llegada policial.
Este episodio evidencia una vez más cómo los conflictos en relaciones de pareja pueden derivar en actos de violencia que trascienden el ámbito privado y afectan a terceros, requiriendo la intervención de las fuerzas de seguridad para proteger a las víctimas y aplicar la ley frente a comportamientos que atentan contra la propiedad privada y la convivencia comunitaria.




