La Fundación Humanitaria de Gaza finalizó su misión tras meses de tensión y millones de raciones entregadas
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) anunció el fin de sus operaciones en la Franja, luego de una de las misiones más exigentes y cuestionadas del conflicto en curso. La organización confirmó que distribuyó más de 187 millones de comidas gratuitas de manera directa a la población civil, según informó en un comunicado difundido este lunes.
La noticia, reproducida por LA17, se enmarca en un contexto de extrema vulnerabilidad social y sanitaria. El operativo de ayuda había comenzado en mayo, apenas dos meses después del bloqueo total impuesto por Israel, y desde el primer momento quedó bajo la lupa internacional.
Violencia, tensión y denuncias alrededor de la asistencia
La intervención de la GHF estuvo atravesada por episodios críticos. La ONU denunció que en los alrededores de los centros de reparto se registraron hechos de violencia que dejaron más de 1.000 muertos, lo que evidenció el clima de tensión en torno a la distribución de alimentos.
A pesar de las críticas, el director de la fundación, John Acree, defendió la labor de su equipo. Sostuvo que GHF fue “la única operación de ayuda capaz de proporcionar comidas gratuitas de manera fiable y segura, a gran escala y sin desvíos”, destacando la dimensión humanitaria del operativo en medio de un territorio asfixiado por el conflicto.
Un territorio que enfrenta una necesidad creciente
El retiro de la fundación abre un interrogante inmediato: cómo se suplirá la asistencia alimentaria para miles de familias que sobreviven con recursos extremadamente limitados.
La población de Gaza enfrenta una crisis humanitaria prolongada, agravada por restricciones de movilidad, escasez de insumos y falta de suministro seguro de alimentos.
Sin presencia de la GHF, la presión sobre organismos internacionales y entidades locales será aún mayor, en un escenario donde la ayuda dejó de ser un apoyo y pasó a ser un requisito de supervivencia diaria.
La salida de la Fundación Humanitaria de Gaza marca un nuevo punto de inflexión en una crisis que no muestra señales de resolución. Mientras la población continúa dependiendo de la ayuda externa para subsistir, el futuro de la asistencia alimentaria queda envuelto en dudas y urgencias.




