La ONU denunció el bloqueo de ayuda humanitaria en Al Fasher y pidió el fin de la violencia tras la toma de la ciudad por las Fuerzas de Apoyo Rápido.
La Organización de las Naciones Unidas alertó sobre la “persistente violencia” y la grave crisis humanitaria en la ciudad de Al Fasher, donde miles de civiles permanecen atrapados tras la toma de la zona por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). El organismo pidió un acceso humanitario inmediato y el fin de las hostilidades.
La ONU denuncia bloqueo y ataques contra civiles
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió sobre el deterioro de la situación humanitaria en Al Fasher, capital de Darfur Norte, que cayó recientemente en manos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), último bastión del Ejército sudanés.
“Más de una semana después de la toma, la ciudad permanece bloqueada y la población civil no puede salir”, señaló el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, durante una rueda de prensa.
Según datos del organismo, cientos de civiles, incluidos trabajadores humanitarios, han muerto, mientras otros miles permanecen atrapados con escasa comunicación y sin acceso a alimentos, medicinas ni agua potable.
La ayuda humanitaria, paralizada por las FAR
La ONU denunció que la entrega de asistencia vital sigue bloqueada por las FAR, lo que contraviene las normas del derecho internacional humanitario. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) calificó esta obstrucción como “inaceptable” y exigió acceso inmediato y sin restricciones a la población de Al Fasher.
“El cese inmediato de las hostilidades es crucial para garantizar la protección de la población civil”, remarcó Haq.
Según DW, la ONU responsabilizó directamente al grupo paramilitar por impedir la entrada de suministros médicos y alimentarios en una zona donde el colapso sanitario y el hambre se extienden rápidamente.
Miles de desplazados y denuncias de masacres
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), unas 71.000 personas huyeron de Al Fasher y sus alrededores desde el 26 de octubre, la mayoría hacia la localidad de Tawila, donde los campamentos ya están sobrepoblados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó además que más de 460 pacientes y acompañantes murieron en un ataque al Hospital Materno Saudí, lo que evidencia la gravedad de la crisis humanitaria.
Darfur Norte, que desde mayo de 2024 estaba bajo asedio, se ha convertido en un símbolo de la devastación provocada por la guerra civil en Sudán, que ya dejó decenas de miles de muertos y más de 13 millones de desplazados.
Un llamado desesperado a la comunidad internacional
Las agencias de la ONU reiteraron su pedido a la comunidad internacional para intervenir diplomáticamente y garantizar la entrega urgente de ayuda. La mitad de la población sudanesa enfrenta inseguridad alimentaria severa, y los organismos humanitarios temen un colapso total de los sistemas de salud y refugio.
“La situación en Sudán no puede esperar. Cada hora sin acceso es una vida en riesgo”, concluyó la OCHA.
									 
					



