Perú y Bolivia acordaron normalizar sus relaciones diplomáticas tras tres años de tensión, reponiendo los embajadores que habían sido retirados.
La decisión se produce tras el cambio de gobierno en Bolivia y marca un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales.
El fin de una tensión que duró tres años
Los gobiernos de ambos países decidieron «retomar inmediatamente la representación de sus países a nivel de embajadores». Según informó la cancillería peruana a través de un comunicado en X, esta medida pone fin a un período de tres años durante el cual las relaciones se mantuvieron únicamente con encargados de negocios, aunque sin afectar el intercambio comercial bilateral.
El origen del conflicto diplomático
La crisis había comenzado en diciembre de 2022, cuando el Congreso peruano destituyó al presidente Pedro Castillo. Este hecho generó el rechazo del entonces gobierno boliviano de Luis Arce, quien era aliado de Castillo. En respuesta, la presidenta peruana Dina Boluarte decidió llamar a consultas a su embajador en La Paz, iniciando así el distanciamiento diplomático.
El nuevo escenario político que permitió el acercamiento
La llegada al poder del centroderechista Rodrigo Paz en Bolivia reactivó el diálogo bilateral. El acercamiento se evidenció cuando Ernesto Álvarez, primer ministro del gobierno peruano de José Jerí, asistió a la juramentación del mandatario boliviano en La Paz el sábado, marcando el inicio de esta nueva etapa.
El restablecimiento de las relaciones a nivel de embajadores no solo normaliza la situación diplomática entre ambos países, sino que también sienta las bases para una mayor cooperación en una relación estratégica que incluye un intenso comercio bilateral y una frontera común de más de 1.000 kilómetros. Información extraída del medio DW.




