Gobiernos occidentales avanzan en nuevas medidas para limitar el uso de DeepSeek, una plataforma de inteligencia artificial desarrollada en China, ante sospechas de recolección de datos y posibles riesgos de seguridad
Según Infobae, el debate global en torno a esta tecnología se ha intensificado en los últimos meses.El crecimiento global de DeepSeek encendió alarmas en Estados Unidos y Europa. Un informe del Comité Selecto del Congreso estadounidense sobre el Partido Comunista Chino advirtió que la aplicación podría desviar datos hacia la República Popular China, además de incorporar mecanismos de censura y manipulación informativa.
A partir de estas conclusiones, 17 estados estadounidenses bloquearon la herramienta en sus redes gubernamentales, entre ellos Texas, Nueva York, Virginia, Iowa y Pensilvania. Organismos federales y militares también restringieron su uso para evitar filtraciones de documentos y comunicaciones internas.
La normativa china y el debate sobre privacidad
La inquietud central radica en la legislación vigente en China, que obliga a las empresas tecnológicas a entregar datos al gobierno si se les solicita. La propia DeepSeek reconoce que parte de la información de usuarios se almacena en servidores ubicados en territorio chino, lo que aumenta la desconfianza internacional.
Estados como Tennessee, Alabama, Dakota del Sur y Georgia ampliaron las restricciones e incluyeron en sus vetos a otras aplicaciones de origen chino, apuntando a posibles riesgos de espionaje digital.
Europa sigue el mismo camino
Las restricciones se expandieron más allá de Estados Unidos. Italia prohibió directamente el uso de DeepSeek en todo su territorio, mientras que Alemania solicitó a Google y Apple retirarla de sus tiendas de aplicaciones. Corea del Sur, Australia, Taiwán y República Checa aplicaron bloqueos similares en entornos gubernamentales.
Aunque el escenario no es uniforme, ya que en África y América Latina la plataforma encontró un mercado en crecimiento, impulsando proyectos de inteligencia artificial local y cooperación tecnológica.
Un debate que combina tecnología y geopolítica
Las tensiones en torno a DeepSeek reflejan un escenario en el que privacidad, seguridad nacional y competitividad tecnológica se entrelazan. Para muchos gobiernos, el desafío es lograr que el desarrollo de la inteligencia artificial no comprometa datos estratégicos.
Mientras tanto, la discusión pública sigue abierta y se espera que nuevas medidas regulatorias sean evaluadas en los próximos meses.




