La aparición de los nitacenos, una nueva familia de opioides sintéticos con una potencia superior incluso al fentanilo, encendió alertas en organismos de salud y seguridad de toda la región
Con circulación confirmada en Brasil, Estados Unidos, Canadá y México, Argentina activó medidas preventivas ante el riesgo de ingreso. La información fue extraída de Radio3.
Un opioide más letal que el fentanilo
Según informes del Ministerio de Seguridad, los nitacenos superan ampliamente al fentanilo en potencia y letalidad. En muchos casos, los consumidores desconocen que están ingiriendo esta sustancia, ya que suele mezclarse con otros opioides o venderse como droga principal.
Dosis mínimas pueden provocar:
- Depresión respiratoria
- Paro cardíaco
- Muerte casi inmediata
Brasil, el principal foco de preocupación
Datos de la Policía de São Paulo revelan que entre 2022 y 2023, el 95% de las incautaciones de opioides contenían nitacenos, generalmente combinados con otras sustancias.
Para los analistas argentinos, este escenario incrementa el riesgo de derrame hacia el noreste del país a través de rutas del narcotráfico ya consolidadas.
Alertas internacionales por su altísima mortalidad
La Organización Mundial de la Salud advirtió sobre la presencia de medicamentos falsificados con variantes de nitacenos en Europa. A nivel global, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito registró desde 2019 una tasa de mortalidad cercana al 90% en casos asociados a estos compuestos, un nivel sin precedentes incluso entre opioides sintéticos.
Medidas preventivas en Argentina
Ante el riesgo inminente, el Gobierno decidió anticiparse y reforzar controles:
- Actualización de listados de estupefacientes y precursores químicos
- Mayor cantidad de inspecciones
- Ampliación de los sistemas de alerta temprana
El objetivo es cerrar vacíos legales y evitar que el país enfrente una crisis sanitaria similar a la del fentanilo, pero con una droga aún más peligrosa.
La expansión de los nitacenos representa un desafío urgente para la región. Con su altísima letalidad y rápida circulación internacional, las autoridades buscan fortalecer controles y prevenir una crisis que podría tener consecuencias devastadoras.




