La Secretaría de Energía oficializó una nueva actualización de los componentes mayoristas que afectan los costos del servicio eléctrico.
A través de la Resolución 604/2025, la cartera energética fijó los nuevos precios de referencia para la energía, la potencia y el transporte que regirán para los distribuidores desde el 1 de enero hasta el 30 de abril de 2026.
Esta actualización, según Noticias Argentinas, se enmarca en el proceso de normalización del mercado eléctrico, en el que se busca que los costos mayoristas reflejen de manera más eficiente los precios reales del sistema. La medida es parte de una serie de ajustes estacionales y continuos impulsados por el Gobierno, los cuales impactan directamente en los cuadros tarifarios que después aplican las empresas distribuidoras.
En esta ocasión, se actualizan componentes clave como el Precio de Referencia de la Potencia (POTREF) y el Precio Estabilizado de la Energía (PEE) en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y su equivalente en Tierra del Fuego. Estos mecanismos buscan garantizar la previsibilidad económica y fortalecer la sostenibilidad del sector.
Impacto diferenciado y cuidado del subsidio residencial
La nueva resolución no aplica un aumento generalizado para todos los usuarios. Uno de los aspectos centrales de la actualización es, de hecho, la diferenciación por segmentos de consumo y niveles de ingreso. En concreto, la Secretaría de Energía, como Autoridad de Aplicación del régimen de subsidios, dispuso que para el consumo base de los usuarios residenciales Nivel 2 (menores ingresos) y Nivel 3 (ingresos medios), se mantendrán las bonificaciones y los topes de consumo vigentes.
Por lo tanto, los incrementos en los costos mayoristas no se trasladarán automáticamente a la factura final de estos grupos de consumidores protegidos. Finalmente, y en línea con el proceso de normalización, se espera que los distribuidores respalden ante sus entes reguladores los volúmenes de energía informados, con el objetivo principal de optimizar la asignación de subsidios.
Un ajuste en el contexto de cambios estructurales del mercado
Este cambio en los precios mayoristas no es un hecho aislado; por el contrario, se enmarca dentro de una transformación regulatoria mucho más amplia para el sector energético. El sector energético argentino está atravesando dicha transformación, la cual las «Reglas para la Normalización del MEM y su Adaptación Progresiva», aprobadas en octubre de 2025, guían.
Este proceso tiene un objetivo declarado: realizar una transición ordenada y gradual. Las autoridades buscan, en última instancia, alcanzar un mercado eléctrico más competitivo. En este mercado ideal, las señales de precio reflejarían los costos eficientes y, al mismo tiempo, asegurarían el abastecimiento a largo plazo.
A su vez, este plan de normalización se desarrolla dentro de un contexto específico: la emergencia energética nacional. El Gobierno declaró inicialmente esta emergencia en 2023 y la prorrogó hasta el 9 de julio de 2026. Dentro de este escenario excepcional, la Secretaría de Energía mantiene facultades para ajustar precios y tarifas. Su propósito es «sincerar los costos reales» de los servicios públicos y, además, consolidar el proceso de desinflación, siguiendo las instrucciones del Ministerio de Economía.
En consecuencia, la actualización de precios mayoristas para el primer cuatrimestre de 2026 representa otro paso dentro de la política de ajustes graduales del sector eléctrico argentino. Si bien los subsidios vigentes atenuarán el impacto inmediato en las facturas de los usuarios residenciales de niveles 2 y 3, la medida consolida una tendencia clara. En esencia, esta política avanza hacia una estructura de costos que refleje de manera más directa la dinámica del mercado, todo ello en medio de un complejo proceso que combina transición regulatoria y emergencia energética.