A pocas semanas de las Fiestas de fin de año, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) advirtió que el sector atraviesa una situación “crítica” marcada por la caída del consumo, la suba récord de importaciones y el cierre de comercios históricos
Según C5N, el panorama preocupa tanto a fabricantes como a comerciantes, que alertan sobre un escenario sin precedentes.
De acuerdo con un informe difundido este lunes, la CAIJ señaló que el consumo en jugueterías de cercanía, cadenas y supermercados no muestra señales de recuperación. A ello se suma un fuerte incremento en las compras al exterior, el auge del sistema puerta a puerta y el contrabando, factores que profundizan la presión sobre la industria local.
La situación se agravó tras la decisión del Gobierno de Javier Milei de reducir del 35% al 20% los aranceles de importación para 14 categorías de juguetes, medida incluida en el Decreto 781/2025. El objetivo oficial es incentivar la competencia y promover una baja de precios, pero el sector advierte que la consecuencia inmediata fue un aumento acelerado de la oferta importada.
Importaciones récord y dominio del origen chino
Entre enero y octubre, las importaciones totalizaron u$s91,3 millones y 17,5 millones de kilos, un salto del 59,5% en valores y del 94% en volumen interanual. China explica el 85,7% del valor y el 94,4% del volumen total.
“En un año pasamos de 199 a 530 importadores; de 9 millones a 17,5 millones de kilos, y con el consumo en caída. Es una avalancha sin precedentes”, alertó el presidente de la CAIJ, Matías Furió. Además, el 52% de los productos ingresados tiene un valor inferior a u$s3 por kilo, lo que expone la fuerte competencia de artículos de bajo costo.
A pesar del alineamiento geopolítico con Occidente, el origen chino alcanza la mayor concentración de las últimas dos décadas. Para la Cámara, 2025 será el año de mayor ingreso de productos importados, pero esta vez con una diferencia clave: el consumo está en retroceso.
Una industria con máquinas paradas y comercios que cierran
El informe advierte que la industria nacional puede competir en calidad, diseño y seguridad, pero enfrenta desventajas estructurales frente a países como China, donde los costos son sustancialmente más bajos. Esto genera una competencia desigual que compromete la sustentabilidad del sector.
Los indicadores muestran un deterioro acelerado: ventas estancadas, sobreoferta de stock acumulado desde 2023, presión del canal online, tarifas de energía en alza y jugueterías operando con márgenes negativos. Seis de cada diez máquinas están paralizadas, y en los últimos meses cerraron locales tradicionales como Rossier (Escobar), Halago’s (Quilmes) y Lilián (Trelew).
Remates de mercadería y riesgo de cierre masivo
Furió detalló que muchas empresas, tanto productoras como importadoras, tuvieron resultados negativos incluso en fechas clave como el Día del Niño. Ante la sobreoferta, muchas están rematando mercadería para recuperar liquidez, lo que profundiza la distorsión del mercado. Esto deriva en precios por debajo de lo sostenible, plazos de pago alterados y riesgo de continuidad para firmas de todos los tamaños.
La Cámara pide medidas urgentes al Gobierno
Frente a este escenario, la CAIJ solicitó al Gobierno una serie de acciones para frenar el deterioro del sector: fortalecer los controles en frontera, asegurar la trazabilidad, intensificar la fiscalización en comercios físicos y online, y garantizar una competencia equitativa entre la industria nacional y los importadores formales.
Con ventas en caída, importaciones en alza y un mercado profundamente desordenado, las jugueterías llegan a las Fiestas en un momento crítico que podría definir la continuidad de muchas empresas argentinas.




