Federico Massoni volvió a aparecer luego de su dudoso contagio de COVID-19 y brindó una entrevista personalmente en una FM de Trelew, incumpliendo con la cuarentena que le debería corresponder (puesto a que solo estuvo 10 días aislado cuando debería haber cumplido los 15 días obligatorios).
Massoni hizo una serie de declaraciones que llamaron poderosamente la atención; una de ellas fue su intención de “crear una Dirección de género” en el gobierno para contrarrestar los casos de violencia contra la mujer, esto nos resulta un tanto chocante si al mismo tiempo nos ponemos a pensar en los rumores que vienen de los amigos de su esposa…
Por otra parte, parece que todo el mundo se olvidó de los sueldos; esa maldita problemática todavía sigue vigente en nuestra provincia y en un contexto donde los aguinaldos se están pagando en cuotas, a Massoni no se le ocurre una mejor idea que crear otra dependencia en el gobierno para continuar con el despilfarro, como si a los empleados les brotaran plata de los árboles.
También se refirió a “los planeros”, sosteniendo que “hay que dejar los bolsones de comida y parar de subsidiar”, teniendo en cuenta que el levantamiento de asistencia estatal a los sectores de bajo recursos de la provincia incrementaría exponencialmente los índices de pobreza, considerando además la situación económica que está atravesando Chubut.
Aseveró que hay que dejar de “meter gente al estado”, no obstante el ministro se la pasa incrementando la planta política de su ministerio, acomodando a su gente como por ejemplo su ladero “saca-fotos” Mario Morante que reviste la calidad de Director General en el gobierno, pero extrañamente cobra el sueldo de un subsecretario como muchos otros “ñoquis” de su gabinete.
Habla de “planeros” y de “dejar los bolsones de comida” pero sin embargo tiene su lado al señor “BK”, un oscuro individuo dentro de su equipo de confianza, que pagaría a grupos de choque massonistas con bolsas de alimentos en las oficinas de la “base Belgrano”, el edificio de inteligencia que se encuentra justo en frente a Casa de Gobierno.
También habría que pensar como habría hecho para remunerar a los muchachos que fueron a escrachar a la diputada Florencia Papaiani en su casa, por estar en contra de la “Megaminería”.
Realmente un trabajo muy duro y sacrificado…
Para culminar, refiriéndose a las restricciones de circulación dictadas por las autoridades de Esquel, Massoni las criticó aclarando que dichas decisiones “no pueden tomarse sin un DNU provincial”, lo que nos hace inferir que el ministro se acordó recién ahora de cuáles son los pasos en la administración pública para dictar reglamentaciones, puesto que a comienzos de la pandemia tuvo que sufrir una sentencia judicial, para que deje de dictar resoluciones ministeriales que privaban de circular a los chubutenses sin la existencia de decretos del gobernador que puedan validarlas.
De a poco, al ministro de seguridad se le estaría desintegrando lo poco que le queda de su máscara de cordura para intentar encajar en la sociedad…