Argentina no reconoce al gobierno ilegal de las Islas Malvinas como abanderamiento de embarcaciones, por lo que la polémica alrededor del buque es mucha.
La travesía del RRS Sir David Attenborough por aguas nacionales genera preocupación en la República Argentina debido a que navega en la Zona Económica Exclusiva que tiene el país sudamericano, además de que posee bandera de identificación del Falkland Islands Overseas Territory, cuya existencia Argentina desconoce y declara ilegal.
Este acontecimiento se suma a lo ocurrido el pasado mes de enero, cuando el gobierno de Tierra del Fuego denunció la presencia del mismo buque y con la misma bandera por las costas argentinas. En su momento, el RRS Sir David Attenborough navegó por el estrecho de Le Maire, que separa la Isla Grande de Tierra del Fuego de la Isla de los Estados, realizando este trayecto al partir de las Malvinas hacia la base antártica británica de Rothera.
El gobierno argentino defendió su accionar manifestando que la embarcación transitaba por aguas territoriales bajo la figura de paso inocente. «Dado que el paso inocente exige una navegación ininterrumpida, la embarcación no puede ser interceptada ni su tránsito impedido», destacaron en su momento, según lo reseñado por Canal 26.
El trayecto del buque oceanográfico británico consistió en navegar desde su asiento en Puerto Argentino en las Islas Malvinas hacia Punta Arenas, Chile, a través del Estrecho de Magallanes, y regresar por la misma vía.
El buque británico que navega por aguas argentinas
Operado por el British Antarctic Survey y diseñado para investigaciones científicas en el Ártico y la Antártica, la embarcación de 129 metros de eslora y una autonomía de 19.000 millas náuticas, llamó la atención de las autoridades argentinas no solo por sus características técnicas, sino también por el simbolismo político que representa.
Las capacidades operativas del RRS Sir David Attenborough incluyen un espacio para alojar hasta 90 tripulantes y personal científico. Su diseño le permite atravesar capas de hielo de hasta un metro de espesor.
Además, la tecnología de punta incorporada en el buque permite que los equipos de científicos cuenten con la capacidad de desplegar, operar y controlar diversos sistemas de medición, entre ellos vehículos marítimos y aéreos no tripulados.