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El estadio Centenario de Montevideo quedó como gran candidato a recibir la final de la Copa Libertadores 2021, luego de la visita que hicieron ayer distintos directivos de Conmebol.

«El Centenario es candidato para la final de la Libertadores 2021 y tenemos grandes esperanzas de que sea el escenario elegido», adelantó el secretario Nacional de Deporte de Uruguay, Sebastián Bauzá, a distintos medios de prensa.

La decisión se daría a conocer la semana que viene y la Conmebol, además, aportaría el dinero necesario para terminar con las refacciones que se vienen haciendo en el estadio.

Los directivos de Conmebol, encabezados por su presidente, el paraguayo Alejandro Domínguez, estuvieron en Montevideo para recibir un lote de 50.000 vacunas chinas Sinovac contra el covid-19 con las que inmunizarán a futbolistas sudamericanos.

El contacto entre el laboratorio chino y Conmebol fue gestionado por el gobierno uruguayo.

«Nosotros lo que hicimos como gobierno fue conectar las gestiones entre el Laboratorio Sinovac y el gobierno con la Conmebol y eso generó un agradecimiento del presidente de la organización», contó el secretario la Presidencia de Uruguay, Álvaro Delgado.

«Por eso se habló de varios eventos deportivos para este año que ojalá se puedan hacer», agregó.

La Copa Libertadores empezó a definirse en una final única en 2019, cuando Flamengo le ganó 2-1 a River Plate en Lima, Perú.

Fuente: Superdepor

Amazon llevará hasta el final su batalla contra la creación del que podría ser el primer sindicato de empleados de la compañía en EE.UU., en línea con un antisindicalismo que figura entre las grandes obsesiones de una empresa que ya es el segundo mayor empleador del país.

Los empleados de un almacén de Alabama votaron a lo largo de febrero y marzo si quieren o no organizarse en sindicato, y estos días se está procediendo con el escrutinio, un proceso largo y disputado porque la validez de cada sufragio es analizada de forma individual por parte de la empresa y los trabajadores.

Gabriel Arias, arquero de Racing Club, se entrenó de manera diferenciada debido a la dolencia en la zona costal sufrida el domingo a la noche en el empate sin goles ante Estudiantes, y está en duda para la final de la Supercopa Argentina del próximo jueves ante River.

Arias, de 33 años, padece un «traumatismo costal derecho», según el parte médico brindado por la institución de Avellaneda.

Debido a la molestia, el futbolista nacionalizado chileno abandonó el campo de juego a los 33 minutos de la segunda etapa y su lugar fue ocupado por el arquero suplente Gastón «Chila» Gómez.

El cuerpo médico y el director técnico, Juan Antonio Pizzi, analizarán la evolución de Arias para decidir su inclusión en el once titular que se medirá ante River el jueves en Santiago del Estero.

En caso de que Arias no llegue en condiciones, su lugar será ocupado por «Chila» Gómez, quien ayer tuvo una buena actuación en el tramo final del partido ante el «Pincha».

La práctica matutina del conjunto «albiceleste», en tanto, tuvo hoy tareas regenerativas en el gimnasio para los que fueron titulares anoche ante Estudiantes, por la tercera fecha de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional.

El resto de los futbolistas hizo trabajos de movilidad con pelota y fútbol en espacios reducidos, en la cancha auxiliar del Cilindro de Avellaneda.

El defensor Lucas Orban y el mediocampista Leonel Miranda, quienes anoche salieron con diferentes molestias físicas, se entrenaron con normalidad y están a disposición de Pizzi para el partido ante el «Millonario».

Los jugadores Marcelo Díaz, Mauricio Martínez, Maximiliano Cuadra y Benjamín Garré trabajaron de manera diferenciada para continuar con la recuperación de sus respectivas dolencias.

El plantel «académico» volverá a entrenarse el martes desde las 9 en el estadio Juan Domingo Perón.

Racing Club enfrentará a River Plate el próximo jueves desde las 22.10 en el estadio Ciudad de Madres, de Santiago del Estero, con arbitraje de Darío Herrera y transmisión de ESPN y TNT Sports, en un encuentro válido por la final de la Supercopa Argentina.

La «Academia» accedió a esta partido por haberse coronado vencedor de la Superliga 2018/19, mientras que los «Millonarios» consiguieron su lugar tras la consagración en la Copa Argentina 2019.

El goleador del Bayern Munich alemán, Thomas Müller, no jugará este jueves la final de la Copa Mundial de Clubes en Qatar ante Tigres, de México, tras dar positivo de coronavirus, aunque asintomático, según lo reveló la prensa germana.

En ese contexto, luego de los análisis efectuados al plantel del vencedor de la Liga de Campeones de Europa, Muller, de 31 años, arrojó resultados positivo y quedará afuera de la final a jugarse desde las 15 (hora de la Argentina), señaló Kicker.

Esta es la segunda baja importante del Bayern en apenas 24 horas, ya que el defensor Jerome Boateng regresó a Alemania porque encontraron muerta a su ex novia.

Muller es una pieza fundamental del Bayern Munich y en los que va de temporada, el atacante jugó 28 partidos, marcando 12 goles y acumulando 16 asistencias.

Esta es la segunda baja importante del Bayern en apenas 24 horas, ya que el defensor Jerome Boateng regresó a Alemania porque encontraron muerta a su ex novia, la modelo Kasia Lenhardt de 25 años, en Berlín, y el club lo autorizó a no jugar la final.

Boateng le pidió al entrenador Hansi Flick regresar a Europa. Por lo tanto, sería reemplazado por Niklas Sule, mientras que por Muller jugaría el camerunés Eric Choupo-Moting.

El Bayer ante Tigres alistaría entonces a Manuel Neuer; Benjamin Pavard, Niklas Sule, David Alaba y Alphonso Davies; Joshua Kimmich y Marc Roca; Serge Gnabry, Eric Choupo-Moting y Kingsley Coman; Robert Lewandowski. DT: Hans-Dieter Flick.

El Gobierno de Trump, cuyo mandato termina el 20 de enero, «sigue comprometido en atacar al régimen cubano por su comportamiento maligno y sus intentos de evadir las sanciones estadounidenses», aseguró el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, según la agencia de noticias AFP.

En el caso de Cuba, el Tesoro acusó al Grupo de Administración Empresarial S.A. (Gaesa), controlado por militares cubanos, la Financiera Cimex S.A. y Kave Coffee, S.A, una empresa cafetera, de usar una filial en Panamá para evadir sanciones del embargo estadounidense.

Asimismo, Mnuchin anunció sanciones contra el vicepresidente de la Corte Suprema de Nicaragua, Marvin Ramiro Aguilar, el diputado Wálmaro Antonio Gutiérrez y el comandante de la Policía de la ciudad de León, Fidel De Jesús Domínguez, a quienes acusó de ser responsables de «apoyar la sistemática identificación, intimidación y castigo de los opositores que lleva a cabo el régimen de Ortega».

El canciller de Cuba rechazó de inmediato las sanciones y afirmó que Cuba saldrá adelante «sin importar cuántas entidades incluyan en sus listas espurias».

«Cada acción de la política exterior de Estados Unidos refuerza el aislamiento y descrédito internacional al que Trump y su equipo la condujeron», agregó.

Gaesa, cuyo titular es el general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, exyerno del expresidente Raúl Castro y también alcanzado por sanciones previas de Estados Unidos, es un holding estatal que abarca desde hoteles y supermercados hasta servicios portuarios y aduaneros.

Este gigante controla desde los años 90 amplios sectores económicos del país y en especial el turismo, motor de la economía de la isla.

Las sanciones contra Aguilar, Gutiérrez y Domínguez implican el bloqueo de cualquiera de sus activos en el sistema financiero estadounidense.

Según el Tesoro estadounidense, Aguilar aconseja de forma directa al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y coordina presuntamente la represión contra partidos y manifestaciones opositoras.

En tanto, acusó al diputado Gutiérrez de defender públicamente una controvertida ley contra las organizaciones civiles que reciben financiamiento del exterior, mientras que señaló al jefe de la Policía de León, la segunda ciudad más importante del país, como responsable de la represión contra opositores y periodistas.

La final de la Copa Libertadores de América 2020 se disputará el sábado 30 de enero de 2021 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, según confirmó este martes la Conmebol.

La del Maracaná será la segunda final de Libertadores que se disputará a un partido único.

La primera con esa definición fue Flamengo- River el año pasado en Lima, donde se consagró el club carioca, actual campeón del torneo de clubes más importante del fútbol sudamericano, tras derrotar al equipo de Marcelo Gallardo por 2 a 1.

En tanto, la última final jugada a ida y vuelta se disputó en 2018, con el partido revancha que se disputó en el estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid.

En la capital española, River hizo de local contra Boca, con triunfo del equipo «millonario» por 3 a 1, tras la suspensión del encuentro que debía jugarse en el Monumental por la agresión que sufrió el micro que trasladaba a la delegación «xeneize».

Según se analiza para la Copa Libertadores 2021, estaría resuelto por la Conmebol que se inicie el 17 de febrero próximo con la instancia de eliminatorias para integrar la fase de grupos.

De acuerdo con esa programación, la final de la competencia se disputará el 20 de noviembre de 2021, aunque no se resolvió todavía cuál será la sede.

Fuente: Telam

Ha reunido a las mismas personas. Intenta una agenda similar. Incluso cree que ha encontrado un escándalo equivalente de 11 horas, y han continuado las equivalentes dudas de desinformación rusas.

Todo lo que falta es el avión.

Político supersticioso y amante de la rutina, el presidente Donald Trump trabaja activamente para replicar la atmósfera que culminó con su victoria de 2016, convencido de que si las mismas piezas están en su lugar mientras arrasa los campos de batalla a un ritmo vertiginoso –como lo hizo la última vez–, seguirán los resultados de la iluminación en una botella.

Incluso ha empezado a pensar con nostalgia en su jet, un Boeing 757 pintado de rojo y dorado, que solía recorrer el país durante la frenética recta final de 2016.

«Tengo exactamente el mismo avión en casa. Es cierto. Exactamente lo mismo», dijo Trump el viernes en una pista caliente en Florida, señalando el avión azul y blanco del gobierno del mismo modelo, pero con mucho menos dorado, ubicado cerca.

«Es una empresa diferente la que fabrica los motores», dijo, identificando rápidamente una deficiencia en comparación con su propio avión. «Creo que esos son Pratt & Whitney, y yo tengo Rolls-Royce».

La nostalgia siempre ha pesado mucho en la personalidad política de Trump (es la segunda «A» en su lema «MAGA»), pero también afecta sus decisiones y estrategia, a menudo en contra de los consejos de su equipo político, según personas que han hablado con él recientemente sobre sus esfuerzos de reelección.

Mientras hace un arresto final para un segundo mandato, Trump quiere replicar los embriagadores últimos días de su única campaña política anterior, a pesar de que ahora es el titular y el cálculo político ha cambiado drásticamente. Pero esta vez, Trump parece más agraviado por lo que le ha pasado que por lo que le ha pasado a la base de personas que lo apoyan.

Viajando por todo el país este fin de semana, la colección de asesores que se unieron a él en la pequeña cabina delantera a bordo del Air Force One incluyó a los asesores veteranos de 2016 Jared Kushner, Stephen Miller, Dan Scavino y Hope Hicks, a quienes Trump convenció para regresar a su órbita hace ocho meses. Estuvieron ausentes algunas de las incorporaciones más recientes a su círculo, en particular su secretario Mark Meadows.

Como lo hizo muchas veces en 2016, Trump se radicará durante dos días en su hotel de Las Vegas mientras recauda efectivo al otro lado de la frontera en el condado de Orange y organiza mítines de campaña en Arizona. Incluso asiste a la misma iglesia evangélica a unos pocos kilómetros de la franja que visitó en octubre de 2016, cuando pastores y ministros se reunieron para imponerle las manos y orar.

Como hace cuatro años, Trump espera que al superar a su rival (tres mítines al día, que a menudo se extienden más allá de los 90 minutos, en todos los estados en los que participa) pueda lograr una victoria que desafíe las encuestas y los expertos.

Una vez aparentemente fuera de su alcance debido a la pandemia viral que asola el país, Trump ha insistido en que prosigan sus eventos de campaña, convencido de que son lo que lo impulsó a ocupar el cargo la primera vez. Se han vuelto más grandes a medida que el calendario avanza hacia el 3 de noviembre, aunque es poco probable que alguna vez coincidan con las decenas de miles que alguna vez vinieron a escucharlo hablar.

Y se va de cabeza para hacer acusaciones infundadas contra el candidato presidencial demócrata Joe Biden de ser un «criminal» que, en palabras de Trump, se sienta en la cima de un oscuro sindicato de políticos para beneficio personal. Es la acusación exacta que solía lanzar contra Hillary Clinton (y aún lo hace, a pesar de que la derrotó), incluso cuando nuevamente está siendo ayudado por una campaña rusa de desinformación dirigida a Biden.

El presidente a menudo ha lamentado que sus esfuerzos políticos desde que ingresó a la Casa Blanca se han sentido serios en comparación con sus esfuerzos de hace cuatro años, dijeron personas que han hablado con él, abrumados por el aparato masivo que acompaña a cualquier presidente y cargados con las responsabilidades de un titular.

Trump ha recordado con cariño esos últimos días de campaña de 2016 como los últimos en los que se sintió aliviado por el trabajo que finalmente ganó, y quiere sentir la misma emoción de su primera vuelta. Le gusta recordar cómo fue en los días previos a las elecciones y relata la noche de las elecciones de 2016 en casi todos los actos a los que asiste.

«Esa hermosa noche, hace cuatro años, fue la mejor de todos los tiempos, probablemente la mejor noche en la historia de la televisión», dijo Trump en Janesville, Wisconsin, el sábado por la noche mientras una multitud rugía en aprobación. «Nos divertimos mucho. Las lágrimas que fluían, ¿recuerdan las lágrimas?»

Los exfuncionarios también dicen que Trump tiene una racha supersticiosa y cree que si las circunstancias de su campaña están alineadas de manera similar, desde la gente hasta los mítines y la retórica, podría volver a obtener una victoria.

Sin embargo, un poco como un estudiante de primer año de la universidad que intenta reunir amigos durante las vacaciones de Acción de Gracias, solo para descubrir que todos han cambiado, Trump descubre que la reminiscencia nostálgica no siempre se puede manifestar en la realidad.

Las cargas de ser el titular, cargado de problemas como la pandemia del coronavirus y una economía estancada, han cambiado la forma en que los estadounidenses lo ven. Y lo que alguna vez fue un enfoque político novedoso –ventilar abiertamente las quejas que los políticos durante mucho tiempo han tratado de avivar solo tácitamente–, ahora a muchos observadores les parece un acto cansado.

Hace cuatro años –y particularmente mientras trabajaba para volver a ganar votantes después del escándalo de Access Hollywood–, Trump criticó temas como la inmigración y el comercio que, según dijo, estaban beneficiando injustamente a la élite para disuadir a los estadounidenses de cuello azul. Su enfoque y mensaje se redujeron a medida que la campaña llegaba a su fin.

Ahora, ha criticado las fechorías del «estado profundo» que, según afirma, pesan sobre su presidencia y justifican una extensión de su mandato. Se queja extensamente de lo que le han preguntado los entrevistadores y del tono en que lo han preguntado. Y él insiste repetidamente que ha renunciado a millones de dólares en ingresos sirviendo como presidente.

En las sesiones de la Oficina Oval durante la semana pasada, Trump insistió en que lo que le dio la victoria en 2016 funcionará nuevamente, dijo una persona informada sobre las sesiones. Su negativa a adaptarse a una realidad política completamente diferente ha causado frustraciones entre los republicanos, que temen que su profunda impopularidad pueda condenar no solo su presidencia sino también el control republicano del Senado.

Los asesores han trabajado en vano para intervenir y perfeccionar un mensaje más apropiado para un presidente en funciones que para un alborotador externo, incluso en los últimos días, mientras las encuestas continúan mostrando que pierde terreno entre los votantes que ganó hace cuatro años.

En ocasiones, Trump ha tomado la directiva literalmente, apelando directamente a las «mujeres suburbanas» en sus discursos de campaña. En otros momentos ha expresado el cálculo electoral de su campaña como recién llegado de un informe político.

Una nueva ola de coronavirus, el inminente fin de las medidas de apoyo de los Gobiernos o una escalada de tensiones entre Washington y Pekín son algunas de las preocupaciones, estima Bloomberg.

El repunte de la economía mundial tras la fase más aguda de la crisis del coronavirus «se está desvaneciendo», lo que dibuja «un final incierto» para el 2020, sostiene Bloomberg, que recoge en un nuevo artículo las preocupaciones de expertos ante una nueva ola del virus, ante el inminente fin de las medidas de apoyo de los Gobiernos o ante una escalada de las tensiones entre EE.UU. y China en vísperas de las elecciones presidenciales de noviembre, lo que podría socavar la confianza empresarial.

«Hemos visto un repunte máximo», declaró a Bloomberg Television Joachim Fels, asesor económico global de Pacific Investment Management Co., que vaticina que a partir de ahora el impulso se irá «desvaneciendo un poco».

Signos preocupantes
A pesar de los esfuerzos y los avances de los gobiernos —que han inyectado casi 20 billones de dólares de apoyo fiscal y monetario para lograr que la economía vuelva a la normalidad en la medida de lo posible— mantener el impulso en todos los frentes «no será fácil» y es probable que se requiera que las autoridades «aumenten sus esfuerzos de estímulo, en un momento en el que algunos buscan recortarlos», estima el medio.

Si bien la ayuda gubernamental ayudó a impulsar un repunte inicial en los mercados laborales, el siguiente paso será «el largo y duro trabajo de reestructurar las empresas, reasignar recursos y volver a capacitar a los trabajadores en industrias que ya no son viables», lo que podría durar algún tiempo, señala el artículo. Por de pronto, este mes algunas de las marcas industriales más conocidas del mundo han advertido que se avecinan recortes de empleo.

Entretanto, en China, los consumidores siguen siendo reacios a gastar y los mayores bancos del país registraron sus peores caídas de ganancias en más de una década, a medida que se dispararon las deudas incobrables.

En EE.UU., los legisladores continúan regateando más estímulos fiscales, que pueden ser necesarios para sostener la recuperación en la economía más grande del mundo. Aunque agregar 1,4 millones de puestos de trabajo en agosto fue «un gran paso en la dirección correcta», la economía necesita mantener ese tipo de ritmo, algo que será «difícil de lograr» sin estímulo fiscal, estima Ryan Sweet, jefe de investigación de política monetaria de Moody’s Analytics.

Mientras tanto, en Europa los indicadores de actividad se están desvaneciendo y las fábricas están tratando de reducir los costos a medida que la débil demanda y los recortes de precios reducen los márgenes de ganancias.

Paralelamente, los mercados de valores se muestran vulnerables a la decepción en las cifras económicas en los próximos meses en medio de una moderación gradual del apoyo fiscal de emergencia.

Sin embargo, todos estos factores quedan eclipsados por la continua propagación del virus, con brotes en todo el mundo. Incluso cuando se diseñe una vacuna, hacerla disponible en la escala necesaria a nivel global llevará tiempo, advierte Warwick McKibbin, de la Brookings Institution y la Universidad Nacional de Australia. Sus modelos sugieren que el virus podría costarle a la economía mundial unos 35 billones de dólares hasta el 2025. «Hay que vacunar a una gran parte de la población antes de que los costos económicos comiencen a bajar», ​​asevera McKibbin.

Bayern Münich se clasificó para la final de la Champions League tras vencer hoy a Olympique Lyon por 3 a 0 en el estadio José Alvalade, de Lisboa, en la semifinal de la Liga de Campeones de Europa, que se juega en la capital portuguesa.

Los goles del encuentro fueron del alemán Serge Gnabry, a los 17 y 33 minutos del primer tiempo y del polaco Robert Lewandoski, goleador de la Champions con 15 tantos y a dos del récord del portugués Cristiano Ronaldo (hizo 17 en la edición 2013-2014), a los 42 minutos del segundo.

Con esta victoria, Bayern Münich se enfrentará el domingo, a las 16 (de Argentina), al París Saint Germain de los argentinos Ángel Di María, Mauro Icardi y Leandro Paredes.

Además, el equipo alemán arribó a su undécima final en la competición, que ganó en cinco ocasiones, como el amplio favorito por historia y presente. Y así irá por la triple corona luego de conquistar la Bundesliga y la Copa de Alemania.

La contundencia de los conducidos por Hans-Dieter Flick -158 goles en 51 partidos (3.4 de promedio) en esta temporada- estuvo a la orden del día cuando Gnabry sacudió el complejo arranque y posteriormente canceló los sueños de Lyon, a los que enterró definitivamente la buena jornada de Manuel Neuer en el arco y la eficacia de Lewandoski.

Es que Olympique Lyon, siendo una réplica de los juegos previos, puso todo a la velocidad de Memphis Depay y de Karl Toko Ekambi sobre los espacios defensivos que pudieran dejar los alemanes. Y de hecho, en apenas cinco minutos tuvieron una opción clara en la que Manuel Neuer tapó bien el arco, achicó y lo llevó a Depay a una definición forzada.

Y el dominio, más allá de la cesión del terreno, pasó por los franceses en los minutos iniciales. Las contras se repitieron una y otra vez, al igual que la falta de una puntada final para traducirlo en ventaja ante el todopoderoso Bayern Münich, que llegó a esta instancia tras un histórico 8-2 sobre Barcelona.

En ese contexto en el que el único dato alentador para los bávaros era la posesión de la pelota (66 por ciento), llegó el 1-0 con un golazo de Gnabry tras una maniobra individual extraordinaria y una muestra más de su habilidad con ambas piernas.

Bayern Münich se despertó y si bien tuvo menos elaboración que en otras presentaciones, su mediocampo impuso las condiciones de juego y acorraló a Lyon, al punto que nuevamente Gnabry (nueve tantos en la misma cantidad de partidos) se chocó con el gol cuando Anthony Lopes dejó un rebote corto luego de una tremenda atajada a un remate de Robert Lewandoski.

Simultáneamente entonces Lyon se fue apagando, ya sin la posibilidad de salir rápidamente a las espaldas de una defensa adelantada, y padeció las subidas por las bandas de Joshua Kimmich y Alphonso Davies, quienes se soltaron con el correr de los minutos y la ventaja en el resultado.

En el complemento Lyon dejó su libreto de lado, soltó a sus volantes creativos y el 3-5-2 pasó a ser un 4-2-4 que le permitió pisar nuevamente el área rival, aunque como siempre se topó con la figura de Manuel Neuer, bien parado y rápido de reflejos para ahogar el descuento en los pies de Ekambi (10m.).

Sin embargo, y sin despeinarse demasiado, Bayern Münich amplió su goleada con un cabezazo de Lewandoski (15 en la Champions), en el que poco pudo hacer Lopes en el arco y Marcelo en su marcaje.

La derrota de Lyon le permitió al Ajax holandés meterse en la fase de grupos de la próxima edición de la Champions, ya que si los franceses se consagraban campeones lo hubiesen desplazado de esa posición.

– Síntesis –

Olympique Lyon: Anthony Lopes; Jason Denayer, Marcelo y Fernando Marçal; Léo Dubois, Maxence Caqueret, Bruno Guimarães, Houssem Aouar y Maxwel Cornet; Memphis Depay y Karl Toko Ekambi. DT: Rudi García.

Bayern Múnich: Manuel Neuer; Joshua Kimmich, Jerome Boateng, David Alaba y Alphonso Davies; Leon Goretzka y Thiago Alcántara; Ivan Perisic, Thomas Müller y Serge Gnabry; Robert Lewandowski. DT: Hans-Dieter Flick.

Goles en el primer tiempo: 17m. Gnabry (BM) y 33m. Gnabry (BM).

Goles en el segundo tiempo: 42m. Lewandoski (BM).

Cambios en el segundo tiempo: Al comenzar, Thiago Mendes por Guimarães (OL) y Niklas Süle por Boateng (BM), 13m. Moussa Dembele por Depay (OL), 17m. Kinglsley Coman por Perisic (BM), 21m. Jeff Reine-Adelaide por Ekambi (OL) y Kenny Tete por Dubois (OL), 28m. Mathis Cherki por Marçal (OL), 29m. Philippe Coutinho por Gnabry (BM), 34m. Corentin Tolisso por Alcántara (BM) y Benjamin Pavard por Goretzka (BM).

Amonestados: Marcelo, Mendes y Marçal (OL).

Árbitro: Antonio Mateu Lahoz, de España.

Cancha: Sporting Lisboa (Portugal).

Con una participación inspirada, el delantero Lautaro Martínez marcó este lunes un doblete y fue la figura en la goleada 5-0 del Inter ante Shakhtar Donetsk de Ucrania, que selló la clasificación del conjunto italiano a la final de la Europa League, con sede en Alemania.

Martínez, de cabeza, abrió el marcador en la primera etapa y, ya en el complemento, anotó el tercero con una definición soberbia. En tanto, el volante italiano Danilo D’Ambrosio y el belga Romelu Lukaku, en dos ocasiones, completaron la goleada en el estadio Merkur Spiel-Arena de Düsseldorf, a puertas cerradas por la pandemia.

El ex Racing Club convirtió sus primeros tantos en esta edición de la Europa League y asistió con clase en el cuarto gol a Lukaku, quien por su parte llegó a su décimo partido consecutivo convirtiendo en esta competencia e incrementó así su record.

De este modo, el Toro Martínez acumula 21 anotaciones en la temporada: 14 en la Serie A de italia, cinco en la Champions y dos en la Europa League; junto con el belga Lukaku (33) son la dupla ofensiva más importante del Viejo Continente.

El club de Milán no se clasificaba a una final internacional desde 2010, cuando ganó la Champions League con Diego Milito -otro ex delantero de la Academia- como goleador y figura.

Así las cosas, el Inter que conduce Antonio Conte irá por su cuarta Europa League el próximo viernes en Colonia cuando enfrente a Sevilla de España, máximo ganador del certamen con cinco títulos, que a su turno eliminó a Manchester United de Inglaterra y cuenta con Lucas Ocampos, Franco Vázquez y Ever Banega, quien se despedirá del club español para ir a jugar al conjunto árabe Al Shabab.