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Hernán Lacunza

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El Gobierno apura y analiza una demanda de los gobernadores que tienen en sus manos deuda del Tesoro que resultó reperfilada tras los anuncios que hizo Hernán Lacunza el 28 de agosto pasado.

Son US$ 1.248 millones entre Letes -en dólares- y Lecaps -en pesos- en manos de las provincias y figura, por razones políticas y judiciales, en la agenda urgente del gobierno.

El Ejecutivo, en medio de una crisis cambiaria, bancaria y financiera, anunció que pagaría en tiempo y forma los vencimientos de las letras de corto plazo (Lecap, Letes, Lecer y Lelinks) para las personas pero no así para las personas jurídicas. Entre estas últimas se encuentran las provincias. A ellas se les pagó la semana pasada el 15% del vencimiento y luego habrá un pago por el 25% restante en tres meses y el 60% en seis meses.

Según la Casa Rosada, más del 70% afectado se concentra en tres provincias: Buenos Aires, Capital y Mendoza, todas de Cambiemos. Pero afecta, en total y con distinto nivel de gravedad, a unas diez administraciones.

La paradoja es que una de las “víctimas” del reperfilamiento anunciado por Hernán Lacunza fue Buenos Aires, la provincia de la que fue ministro de Economía desde 2015.
Lacunza, que convivió durante los últimos tres años y medio con los ministros que ahora reprochan sus medidas, apuró con Rogelio Frigerio un formato para atender la demanda de los gobernadores.

Frigerio, Lacunza, el ministro de Justicia, Germán Garavano, y el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías, analizaron el lunes en la Rosada las variables.

Estuvieron, además, los viceministros Rodrigo Pena, Sebastián García de Luca y Alejandro Caldarelli, respectivamente.

Según supo el diario Clarín, Hacienda analiza un mecanismo de asistencia para las provincias a las que se les ocasionó un desajuste con el reperfilamiento anunciado en agosto. Muchas utilizan el dinero de los vencimientos de la deuda para pagar salarios.

Los gobernadores pidieron que las letras en manos de las provincias no entren en la categoría de “institucionales” sino de “personas” porque las primeras entraron en default selectivo y las segundas no.

Una “solución”, bajo análisis, sería que la Nación, vía un Fondo Fiduciario, “compre” las letras en poder de las provincias para que las jurisdicciones puedan hacerse de los dólares y pesos que tenían en Letes y Lecaps. En algunos casos es urgente: esos fondos son necesarios para pagar sueldos o gastos corrientes.

Criterios

La Nación propondría aplicar un criterio de necesidad, según la situación y los requerimientos de cada provincia. Es un punto difuso: ¿quién y con qué parámetro se define cuál  provincia canjea las letras y cuál no?

La semana pasada se pagó el 15% de las letras y el 85% restante fue reprogramado.

Este jueves vence el plazo jurídico para que las provincias vayan a la Justicia a denunciar el incumplimiento.

Ese reloj corre. Catorce provincias ya fueron a la Corte Suprema por la baja del IVA y de Ganancias que significaron, según el CFI, una perdida de casi 60 mil milllones de pesos para las provincias.

Para las que compraron letras, como Mendoza, no disponer de esos recursos agrava una situación difícil: cayó la coparticipación y la recaudación propia, y se encareció, casi a niveles de lo inaccesible, el crédito.

Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal de Nadin Argañaraz, la “copa” real cotejada la inflación cayó más de 4 puntos de junio a agosto.

“La baja de la actividad y del consumo afectaron la recaudación propia de las provincias. Sumado a la caída de la copa nacional, configura un contexto donde las provincias deben poder uso de sus ahorros en el momento que consideren necesario”, apuntó Argañaraz.

Las provincias que tienen letras son Buenos Aires (500 millones dólares), San Juan, (US$ 234 millones), Mendoza (US$ 205 millones), Capital Federal (US$ 123 millones), Río Negro (US$ 83 millones), Salta (US$ 35 millones), Formosa (US$ 20 millones), Santa Fe (US$ 20 millones), Catamarca (US$ 15 millones) y La Rioja (US$ 13 millones).

El reperfilamiento se registró con el decreto 596/2019, que llevó la firma de Mauricio Macri y de todo su gabinete. En el dibujo inicial de la Casa Rosada debía, luego, tomar cuerpo de ley con un tratamiento en el Congreso nacional, así lo reseña Canal Nueve.

El Gobierno presentó en el Congreso el proyecto de ley de Presupuesto 2020, que será tratado después de las elecciones presidenciales de octubre.

Los puntos centrales de la ley de leyes que defendió Hernán Lacunza incluyen una política fiscal que buscará el superávit, una baja de la inflación, un dólar a $67 en promedio a lo largo del año y una recuperación de la actividad económica, entre otros aspectos.

*El Presupuesto 2020 incluye una camino que llevaría a las cuentas del Estado a contar con un superávit equivalente al 1% del Producto Bruto. Esto significa que deberá ajustar distintos rubros del gasto para poder mejorar el resultado fiscal desde el 0,5% de déficit que, estima el Gobierno, quedaría a fin de 2019.

Hacienda detalló que los recortes estarán repartidas en cinco áreas. La principal es la de subsidios económicos, tanto a las tarifas de energía como al transporte púbico.

Otros ítems que tendrán una poda serán gastos de capital (vivienda, agua potable, educación), una menor cantidad de transferencias directas a las provincias, erogaciones operativas del Estado y algunos programas sociales, como las Becas Progresar y Argentina Trabaja.

*El proyecto de ley prevé que el año próximo la actividad comenzará un sendero de recuperación. Este año finalizaría, según los cálculos de Hacienda, con una contracción del PBI de 2,6%, mientras que 2020 vería un repunte de 1%.

«Prevemos un escenario macroeconómico donde, una vez superada la incertidumbre electoral y despejadas las dudas sobre la sustentabilidad de la deuda, se podrá retomar el sendero de crecimiento moderado a partir del primer trimestre de 2020», comentó Lacunza durante su presentación.

*La estimación que hace el Presupuesto 2020 es que la inflación terminará este año en 52,8% anual y que el año próximo la desaceleración sea inferior a los veinte puntos porcentuales, por lo que terminaría en torno de 34%.

De acuerdo a la proyección oficial, la inflación de septiembre será más alta que la de agosto, que fue de 4%. Desde ese momento y hasta fin de año, el Ministerio de Hacienda espera una caída paulatina en el ritmo inflacionario que lo lleve incluso a un porcentaje mensual inferior al 3%.

*El Presupuesto establece un dólar a 67 pesos como valor promedio de los doce meses de 2020. Hacia fines del año próximo la expectativa es de una divisa más cercana a los $75. Lacunza consideró que la estabilidad cambiaria es posible el año que viene: «No hay espacio ni necesidad para tener un tipo de cambio más alto, una vez superada la incertidumbre electoral, si también resolvemos el problema de liquidez de la deuda».

*Hacienda considera que las exportaciones serán el fundamento del repunte económico del año próximo. Según el Presupuesto, las ventas al exterior avanzarían a ritmo de 8,4% si se mide por cantidades.

El jefe del Palacio de Hacienda afirmó que las expectativas de crecimiento en 2020 están explicadas «con las exportaciones como motor más dinámico de la demanda agregada, con las cantidades exportadas orillando su máximo histórico, con previsiones de una buena siembra cosecha, la maduración de algunas inversiones, como Vaca Muerta, y la tracción de Brasil como destino principal de nuestras manufacturas industriales».

*El reperfilamiento de los pasivos del Estado puso en el centro de la escena la sostenibilidad de la deuda pública. Hacienda decidió extender unilateralmente los plazos de pago de los bonos y letras de corto plazo en pesos y en dólares. Y actualmente sostiene negociaciones para realizar lo mismo con los bonos en dólares emitidos bajo ley extranjera, algo que conversa con bancos internacionales. Además, prevé enviar al Congreso un proyecto para sumar a la reestructuración a los títulos regidos con la legislación argentina.

*El Poder Ejecutivo cuenta con un factor que ayudará a alcanzar el superávit primario en 2020. Además de los recortes de distintas áreas del gasto público, Hacienda proyecta un aumento en términos reales de la recaudación de impuestos.

En ese sentido, el mensaje que acompañó al Presupuesto presentado por el Gobierno estimó que una mayor actividad agropecuaria (que se reflejará además en las exportaciones) tendrá como consecuencia mayores ingresos al fisco.

*La demanda privada retrocederá este año un 5%, estima el Gobierno. Y si bien en 2020 se espera un repunte, sería de apenas un 1,4%, por lo que no llegaría a compensar la caída de 2019. Lacunza consideró que el consumo mejorará «parsimoniosamente desde niveles muy deprimidos».

«La reducción de la incertidumbre financiera y cambiaria, así como la recomposición de la masa salarial de la mano del empleo y la reapertura de paritarias serían los principales motores del consumo privado», así lo reseña Diario26.

El ministro de Hacienda presentará su plan en el Congreso para obtener la aprobación de ambas cámaras. Se prevé una caída del 2,6% del PBI para este año. Hernán Lacunza, presentará un proyecto de Ley de Presupuesto para 2020 en el se contemplará un crecimiento del 1% y una inflación que rondará el 34% en promedio.

Desde el Palacio de Hacienda informaron que el año 2019 terminará con una caída en torno a 2,6% del Producto Bruto Interno (PBI), lo que dejará «un efecto de arrastre negativo» de 1% para el año próximo. El proyecto de Lacunza será presentado en el Congreso, donde ambas cámaras deberán dar su aprobación antes de poder implementarlo.

Lacunza no incluyó en el texto la reprogramación de la deuda con el Fondo Monetario. Desde el Palacio de Hacienda informaron que el año 2019 terminará con una caída en torno a 2,6% del Producto Bruto Interno (PBI), lo que dejará «un efecto de arrastre negativo» de 1% para el año próximo.

El proyecto de Lacunza será presentado en el Congreso, donde ambas cámaras deberán dar su aprobación antes de poder implementarlo, Telefe Noticias.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró hoy que la Argentina «definitivamente no violó las reglas con el FMI», respecto de las recientes medidas que tomó para estabilizar la economía, expresó hoy su vocero, Gerry Rice.

Durante la conferencia habitual de los jueves, Rice se explayó sobre la situación Argentina y ratificó el apoyo del organismo al país y dejó definiciones para después de la visita del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, quien viajará a entrevistarse con el staff del organismo en Washington a fin de mes, así lo reseña Télam.

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, presentará el próximo lunes, al mediodía, el proyecto de Ley de Presupuesto para 2020, que contempla un crecimiento del PBI de 1% y una inflación en torno a 34% en promedio, sin la reprogramación de la deuda que requiere también la aprobación del Congreso, informaron hoy fuentes del Palacio de Hacienda.

Por otro lado informaron que el Proyecto de Ley de Presupuesto ingresará por la Cámara de Diputados, y que ese mismo día será presentado por Lacunza.

Agregaron que se prevé que este año termine con una inflación cercana al 53% y una caída en torno a 2,6% del Producto Bruto Interno (PBI), lo que dejará “un efecto de arrastre negativo” de 1% para el año próximo, así lo reseña Télam.

El Ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, viajará “a fin de mes” a Washington para reunirse con representantes del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras prepara la agenda para encontrarse con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Así lo anticiparon el lunes fuentes oficiales a Télam, quienes dijeron que Lacunza “viaja, pero todavía estamos ultimando la agenda”.

En los últimos días, el Gobierno recibió unos US$ 600 millones de parte de diversos organismos internacionales de crédito para el desarrollo de obras de infraestructura en la provincia de Buenos Aires, y mejorar caminos y hospitales.

Pero todavía falta que el FMI apruebe el último desembolso por US$ 5.400 millones del crédito acordado el año pasado, giro que estaba prácticamente asegurado antes de las PASO, ya que las metas objetivas, reducción del déficit fiscal y contención de la política monetaria, estaban cumplidas.

Mientras tanto, el FMI se tomará hasta el 4 de octubre para definir el nuevo nombre del sucesor en la Dirección del organismo multilateral de Christine Lagarde, quien pasó a presidir el Banco Central Europeo (BCE).

La Secretaría de Finanzas informó durante el fin de semana que la Deuda Bruta aumentó unos US$ 10.000 millones al término del segundo trimestre de este año hasta los US$ 337.267 millones, con mayor acreencia de parte del FMI y menores compromisos con el Banco Central.

Entre los cambios más notables se anotaron que la deuda contraída con el FMI pasó de USD 14.911 millones a mediados del año pasado, a US$ 38.940 millones.

El primer acuerdo se celebró el 7 de junio del año pasado, pero debido a su falta de aplicación se debió renegociar dos veces más.

El miércoles se decide si Hernán Lacunza viajará a Washington para los encuentros técnicos con el Fondo. Buscan habilitar un giro de U$S5400 millones.

El Gobierno definirá el miércoles fecha y lugar para un nuevo encuentro con las autoridades del FMI. Esta vez, se tratará de reuniones técnicas para destrabar el envío de U$S5400 millones que refuercen las reservas del Banco Central, en un contexto en el que la autoridad monetaria busca estabilizar el tipo de cambio.

La opción más probable es que el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, viaje a Washington con su equipo, según aseguraron fuentes oficiales a TN.com.ar. De esa forma, el Poder Ejecutivo evitará que el staff del Fondo esté presente en Buenos Aires durante las semanas de campaña. La última visita de los funcionarios del organismo terminó con un encuentro con Alberto Fernández que realizó duras críticas a los resultados del programa vigente.

La revisión técnica será la quinta que se realice desde el arranque del acuerdo, en junio del año pasado. Los economistas del Fondo, liderados por el italiano Roberto Cardarelli, pondrán la lupa sobre los resultados fiscales y monetarios. En ese sentido, desde el Gobierno aseguraron en los últimos días que el país cumplió con las metas, pero algunos analistas creen que eso podría ser discutido desde Washington.

Sucede que las últimas medidas que tomó el Gobierno para contrarrestar el efecto inflacionario de la devaluación post-PASO tendrán un costo fiscal, especialmente los cambios en el impuesto a las Ganancias y la quita de IVA para alimentos, que afectará la recaudación tributaria y hará más complicado alcanzar el déficit cero.

El BCRA, además, incumplió el objetivo de agregados monetarios por primera vez en diez meses, es decir, cuántos pesos debería haber circulando en la economía. El presidente de la entidad central, Guido Sandleris, adelantó que negociará una cifra nueva de meta para septiembre, algo que será abordado también con el staff del Fondo.

El encuentro con el FMI estará enmarcado, además, por el anuncio que realizó el Gobierno sobre un reperfilamiento de la deuda pública, que buscará extender los plazos de pago de bonos de corto, mediano y largo plazo y una renegociación de las devoluciones del crédito al FMI. Según estimaciones privadas, el calendario firmado implicaba que el país tuviera que girar cerca de U$S46.000 millones entre 2022 y 2023.

Si el staff técnico llegara a aprobar los resultados de las cuentas nacionales, quedará un paso antes de que el FMI apruebe el desembolso. El directorio del organismo deberá sesionar y, con el informe realizado por los economistas, decidirá si habilita los U$S5400 millones hacia el Tesoro nacional.

Para los economistas, la llegada de ese giro será clave para los próximos meses de la economía argentina. El Banco Central necesita un colchón de reservas suficiente para afrontar los retiros de depósitos de ahorristas de los bancos, que se intensificó en las últimas semanas, el pago de deuda y la utilización de las arcas para mantener la tranquilidad cambiaria, tal como sucedió en la última semana.

Tras el cierre de la segunda jornada del control de cambios, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, aseguró que “las medidas dieron el resultado esperado en materia de poner calma”, y remarcó que “el tipo de cambio se mantuvo estable, a partir del límite en la dolarización”.

El funcionario informó que la salida de depósitos en dólares de los bancos privados bajó 40% respecto al lunes y aseguró que si bien “no hay razón para sacar los depósitos, si la gente los quiere disponer están ahí”.

En ese sentido, Lacunza remarcó que usarán “todas las reservas que hagan falta para frenar el dólar” y que “no va a hacer falta ampliar el cepo”.

“Con estas dos medidas que tomamos preferimos pecar de prudentes que de audaces. Quizás son hasta exageradas. Preferimos quedarnos largos que cortos”, dijo Lacunza en referencia a la reestructuración de la deuda anunciada la semana pasada y el control de cambios decretado el domingo.

Además, al ser consultado sobre el Fondo Monetario Internacional y las dudas sobre la llegada del desembolso de USD 5.400 millones, el ministro destacó que “están todas las metas cumplidas”, y añadió: “Lo esperable es que hagan el desembolso”. ​

Por otro lado, Lacunza contó que habló con Alberto Fernández antes del control de cambios y que también interactuó con referentes económicos de Alberto como Emmanuel Álvarez Agis, Guillermo Nielsen y Cecilia Todesca.

Además, atribuyó la fuerte caída de la Bolsa a que “hubo una noticia en Wall Street de un organismo que ponía en tela de juicio de que Argentina siguiera siendo calificada como país emergente”. Y agregó: “Pero después, a la tarde, se desmintió; que si eso sucedería no sería inmediato”. Por esta razón afirmó: “Estimo que ese factor fue transitorio”.

Por último, el funcionario pronosticó que la jornada de este miércoles será parecida a la del martes y señaló: “No hay razones para que sea distinto”, así lo reseña Canal Nueve.

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, participó esta noche de Periodismo para Todos, en un día de medidas económicas en el cuál el Gobierno anunció que aplicará restricciones para la compra de dólares. Lacunza lo definió como «un control de capitales» y descartó una corrida cambiaria.

«Este no es el puerto que soñamos. Tenemos que revisar las causas pero los resultados fueron bastante distantes a los esperados. En este Gobierno se trabajó mucho en la sala de máquinas. Nos faltó trabajar en el sector comedor. El desafío es estacionar el barco en el muelle, no antes», explicó Lacunza, con una metáfora. Y contó, sobre las medidas: «Preferimos pecar de exagerados que de escasos».

«Son medidas incómodas para evitar daños mayores», dijo el ministro y reconoció que puede que «aparezca un tipo de cambio paralelo». Y señaló: «Con estas medidas ordenamos las prioridades, que son los ciudadanos a pie».

Sobre las últimas modificaciones que realizó el Gobierno, Lacunza contó cuál fue la relación de este último con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según explicó el ministro de Hacienda el reperfilamiento de la deuda, que se tomó el miércoles, fue comunicado a los representantes del organismo en Buenos Aires el martes y las medidas de este domingo se informaron telefónicamente. «A las de hoy se comunicó telefónicamente junto con los fundamentos de las modificaciones», dijo.

«Hay una realidad que no podemos negar: hay un cambio evidente después de las PASO. El riesgo superó los 2000, el dólar pasó de $45 a $55. No es cierto que el Banco Central especuló. No existe tal especulación. La Argentina perdió crédito después de ese día, cuando venía renovando como hacen todos los países normales», explicó.

La gestión de Cambiemos que desarmó sin sobresaltos el cepo cambiario kirchnerista, este domingo, comenzó a desandar ese logro con una orden al Banco Central para que autorice la compra de divisas y las transferencias fuera del país.

Desde el ministerio que lidera, el Banco Central (BCRA) y la AFIP intentaron informar que las medidas oficiales buscan lograr «mayor estabilidad cambiaria y proteger al ahorrista».

En el Gobierno se apuraron en aclarar que ninguna persona o empresa estará limitada para extraer dólares de sus cuentas bancarias, no habrá impedimentos para las operaciones de comercio exterior ni tampoco restricciones para los viajes o compras en el extranjero.

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, se reunió la noche de este miércoles con el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto, y senadores y diputados de esa coalición para evaluar la estrategia del oficialismo en el Congreso para aprobar las nuevas medidas relacionadas con la deuda.

La reunión, después del anuncio, se realizó en el Palacio de Hacienda y estuvieron, entre otros, los senadores Federico Pinedo, Luis Naidenoff, Angel Rozas y Esteban Bullrich y los diputados Mario Negri, Juan Manuel López y Alvaro González, informaron fuentes políticas.

Trascendió de esos portavoces que Lacunza también mantendría contactos y reuniones con la oposición para comprometerla a aprobar el nuevo paquete financierocon el que el Gobierno, como con las medidas anteriores, pretende morigerar la crisis económica.

El Gobierno, a través del Ministro de Hacienda, anunció el miércoles varias medidas para diferir el pago de la deuda emitida -tanto en manos de inversores privados como con el FMI- para, se explicó, «aliviar la carga financiera en el corto y el mediano plazo», aunque garantizando los intereses y el capital. (NA)