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Argentinos hacen turismo con gran austeridad

El presidente de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías, presentó esta semana un balance de la temporada de verano en la Argentina a través de una entrevista realizada en la @TV_Publica y habló sobre el cepo cambiario.

“Venimos desde hace dos años con una inflación del 60%. La verdad, que nos reportan el gran esfuerzo que han hecho muchas familias para llegar a las vacaciones”, informó Aldo Elías, representante del sector turismo.

Por su parte, las cámaras también manifestaron el gran esfuerzo que están haciendo muchas familias para llegar a las vacaciones. “Es lo más austero posible”, recalcó Elías.

Frente a esa realidad, “los empresarios tienen dos panoramas. Muchas familias decidieron quedarse por un dólar alto y el cepo cambiario, ya que en esta temporada el dólar turista llegó por encima de la temporada… Pese a eso, se ha visto un buen ida y vuelta, entre los turistas que optaron por quedarse en el país y los empresarios que acercaron precios accesibles”, detalló el presidente de la Cámara Argentina de Turismo.

Y es que, ni la alta inflación y el cepo en el dólar detuvieron la temporada de verano en Argentina, quienes han venido disfrutando de un gran mes.

Los lugares que han tenido mayor ocupación, a esta altura del mes son, la Costa Atlántica por sus costas y las playas. Más allá en el sur, destaca Ushuaia; mientras que, El Calafate supera el 90% de ocupación; Mendoza, un 83% y 85%; Iguazú, 80%. A diferencia de estos, en el norte se exhibe una ocupación casi del 90%; y en algunas localidades de Córdoba, la ocupación está por arriba del 90%.

Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo

La Costa Atlántica de Río Negro sorprendió porque es un destino emergente, que está creciendo fuertemente, y tiene un parque submarino para practicar buceo. Sobre esta zona, Aldo Elías, dijo “cuando pueda recibir la inyección de las inversiones para hacer infraestructura… recibirá una mayor cantidad de turistas… será una sorpresa año a año”.

De manera que, para el presidente de la Cámara Argentina de Turismo el comienzo de verano ha sido espectacular.

A su vez, aseveró que “nuestro país sí está en capacidad para recibir al turista europeo. Argentina tiene una excelente hotelería, gastronomía, y buenos servicios terrestres”. Y es que yo acabo de llegar de la Feria de Madrid “la participación en el stand de Argentina de los turistas del exterior preguntando para venir  a la Argentina fue muy fuerte.”

Aldo Elías  concluyó la entrevistado resaltando que “este año vamos a tener 12 fines de semana largos, de los cuales cuatro son extra largos, producto de que los feriados han caído entre viernes y lunes. Asimismo, gracias a que carnavales cae a finales de febrero eso ayudaría a tener un mejor cierre de números para el sector”.

Un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos (de 6 y 9 años) en diciembre de 2019 necesitó de $61.882 para satisfacer sus necesidades, cifra que se compone de $19.910 necesarios para adquirir una canasta alimentaria mínima y de $ 41.971 para acceder a otros bienes y servicios básicos, detalló el gremio en un comunicado.

Los trabajadores del INDEC afiliados a ATE llevan a cabo informes periódicos sobre la situación salarial del país y en ese marco presentan un documento que establece de cuánto debería ser el salario mínimo.

El informe, indicó ATE, «tiene como fin dar un argumento sólido que pueda ser utilizado» tanto en las negociaciones paritarias propias y de otros gremios «para exigir una urgente recomposición salarial».

«Una vez difundido el dato del IPC (Índice de Precios al Consumidor) de diciembre se conoció el acumulado de 2019, que fue del 53,8% (de inflación). Ante esta realidad hay analistas que ya estiman que la inflación para este año rondará el 40%. Pero este sería el piso en el mejor de los escenarios, ya que suponen el dólar oficial manteniéndose en el rango de los $64», alertó el informe.

Al respecto, el gremio que conduce Hugo «Cachorro» Godoy, agregó: «Ante esta realidad, realizamos un ejercicio de estimación que nos permita acercar lo que serían los valores requeridos en la actualidad para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y su núcleo familiar, para llevar adelante una vida digna, sin dejar de aclarar que esta cifra se hace en base a datos oficiales publicados por el INDEC».

ATE explicó que las canastas utilizadas para su informe «son las llamadas de Consumos Mínimos y surgieron como propuesta metodológica innovadora en el INDEC, aunque todavía no se han aplicado en las mediciones oficiales».

«No son las habitualmente utilizadas para la medición de la pobreza, pero no por ello ambas canastas deben verse como contrapuestas, dado que se trata de metodologías diferentes pero compatibles entre sí», señaló.

El economista y consultor Orlando Ferreres calculó que la inflación “va a bajar”. En enero y febrero se ubicaría entre “2,5% y 2,7%”, mientras analizó que es “posible” encontrar una “solución” para la deuda para fines de marzo.

Muchos analistas señalan la crisis financiera de los años 2007 y 2008 como la peor desde la década del 30. Pero se trata de algo más complejo: es una nueva crisis del capitalismo, económica, ecológica, política y “del cuidado”.

“Va a bajar la inflación. Para enero, calculamos que un 2,5% ó 2,7% y para febrero, posiblemente, lo mismo. No esperamos ningún aumento importante”, estimó.

Sin embargo, advirtió que “el tema es cuando empiecen a vencer los plazos de congelamientos”.

“Cuando empiecen a aparecer esos aumentos, puede venir una inflación y, encima, la cantidad de dinero aumentó más que en otros años durante diciembre y enero. Ahora tendría que venir una reducción en esa cantidad de dinero y estamos esperando la última semana de enero para ver si se reduce”, evaluó.

De ese modo, alertó que “es un tema peligroso porque con mucha cantidad de dinero es difícil que baje la inflación”.

Con relación a la deuda, consideró que “es posible encontrar la solución para el 31 de marzo y que, de ahí en adelante, comiencen otros programas que puedan dar un poco de crecimiento económico”.

“Con todos los impuestos adicionales que hay, va a ser difícil que la gente pueda gastar dinero”, apuntó y aseguró que “está gastando menos y eso es un tema que complica mucho la actividad económica”.

Para Ferreres, es probable que el Gobierno resuelva las negociaciones de la deuda para fines de marzo porque “no está tan dispersa la cantidad de deudores de la deuda pública argentina”.

“Son fondos de inversión y es mucho más fácil poder hablar y adecuarse con ellos”, confió y puntualizó: “Los bonistas prefieren quitas de intereses y no de capital”.

“Tiene que ser una quita importante de forma tal que la proyección del futuro del sector externo dé bien y pueda ser pagado con reservas y generación de exportaciones. Es lo típico de cualquier concurso privado”, enfatizó.

Asimismo, subrayó que: “Tenemos que pagar la deuda para lo cual hemos apretado con impuestos a distintos sectores de la clase media”.

Al ser consultado respecto del tipo de cambio, sostuvo –según publica Ámbito– que “hay que moverlo porque a ese dolar bajo se aplican los derechos de exportación”. Afirmó que ello “va a traer problemas con el campo” y argumentó: “Creo que eso va a tener que empezar a moverse. Ya hay prevista una huelga de comercialización del campo que van empezar a sentirse sus efectos en la medida en que se prolongue”.

“La inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar”, había dicho el entonces candidato a Presidente Mauricio Macri en 2015. Luego de 4 años de gestión, la inflación mayorista trepó al 340%, dejando un 35% sin trasladarse al consumidor final. Ahora, en línea con los objetivos de la Casa Rosada, algunos supermercadistas decidieron congelar hasta abril los precios de sus marcas.

Previo a esto, el último dato que se había conocido fue del 3,7% en diciembre pasado, de forma que la inflación acumulada en 2019 fue del 53,8%.

De esta manera, la segunda economía del Cono Sur quedó en 4° lugar a escala global, sólo superada por Venezuela –en hiperinflación–, Zimbabue con 183% y Sudán con 57%.

Puertas adentro, Macri logró un récord lamentable: 2019 fue el año más inflacionario desde 1991, cuando en contexto de hiperinflación el índice alcanzó el 84%.

Del actual 340% mayorista aún queda un 35% en trasladarse al consumidor, que fue frenado por el nuevo Precios Cuidados.

A partir de dicho relanzamiento, los hipermercados decidieron congelar al menos hasta abril los precios de sus marcas, tal es el caso de Walmart y Carrefour.

“La idea es que nuestra propuesta acompañe la evolución de Precios Cuidados y ya veremos cuando ocurran las revisiones (trimestrales); aunque nuestro plan es tener una duración anual”, informaron desde Walmart a BAE Negocios.

Tal como informó Urgente 24, con la implementación del nuevo Precios Cuidados, los productos que están fuera del programa tuvieron aumentos de hasta el 40%. Aseguran que los artículos a los que se les había quitado el IVA los recuperaron e incluso subieron de precio. En tanto, la consultora Ecolatina estima que la suba de precios para los primeros meses de este año seguirá siendo elevada y pronosticaron que en enero será mayor al 3%

Con el 53,8% que arrojó la inflación en el país, la Argentina se ubica en el cuarto puesto en el ranking de inflación mundial, según surge de comparar la cifra que difundió el INDEC con las previsiones el Fondo Monetario Internacional. Sólo es superada por Venezuela –en hiperinflación– Zimbabue, 183% y Sudán con 57%.

De esta forma, el país sigue siendo “líder” en inflación, un flagelo que ha dejado de castigar a la mayor parte del mundo. De los 189 países con que el FMI cuenta con estadísticas, sólo 17, es decir menos de uno de cada diez, registra inflación igual o superior al 10% anual.

La tasa de suba de los precios con la que se despidió la administración de Mauricio Macri también es elevada en términos de la historia argentina. Analizando los últimos cincuenta años, se ubica entre las 20 más altas.

El último medio siglo, presenta como antecedentes dos episodios de hiperinflación (1989 y 1990), 14 años en los que la tasa superó el 100% anual, 38 años en los que registraron dos dígitos, y sólo 12 períodos en los que fue menor al 10%. Dicho de otra forma, sólo en uno de cada cuatro años el país registró una tasa relativamente “normal” de inflación.

Para hacer más colorido el inestable mapa de precios una Argentina “inflacionaria serial”, el lapso 1999-2001 presenta como fenómeno insólito años de deflación de precios, pero que sirvieron sólo como antesala a una nueva explosión inflacionaria de 2002.

La inflación de diciembre pasado alcanzó a 3,7%, es decir más de medio punto por debajo del registro del mes precedente. En el último mes del año, la inflación estuvo impulsada por la suba en los alimentos, rubro en el que incidió particularmente la suba en los productos cárnicos. Pero también impactaron otros aumentos como los registrados en esparcimiento, capítulo que sube por razones estacionales, y la atención médica.

La mayoría de los analistas considera que la tasa de inflación experimentaría en los próximos meses una baja gradual –según publica Ámbito-. Por caso, la proyección de Ecolatina es de una suba de 3,4% para el mes en curso, con un descenso a 3,4% y 3,1% para febrero y marzo venideros, en ese orden. De todas formas, de cumplirse estos pronósticos, la suba de precios superaría el 10% en el primer trimestre del año.

A favor de la desaceleración de los precios juegan distintos factores. Por un lado, y más allá del aumento de suma fija para los sectores de menores ingresos, la moderación que vienen mostrando los gremios de cara a las negociaciones salariales tiende a descomprimir este frente.

Por otra parte, el ajuste de tarifas -uno de los factores que más incidió en la inflación durante toda la gestión del anterior gobierno- ha quedado congelada (al menos para casi todos los rubros) por espacio de 180 días, según lo dispuesto por la administración del presidente Alberto Fernández.

El dólar oficial –la principal referencia que toman los operadores económicos a la hora de determinar precios– ha mostrado cierta estabilidad en los últimos meses. De acuerdo con cálculos privados, el tipo de cambio real se encuentra en un nivel cercano al promedio histórico, pero los analistas consideran que difícilmente esta variable se pueda mantener quieta si es que el país quiere resolver los problemas derivados del frente externo. Así, algunos economistas entienden que “el Banco Central tendrá que dar en algún momento una señal de que el dólar no se va a quedar quieto, si es que no quiere acumular presiones”.

De ser así, el ajuste del tipo de cambio tendería a fijar un piso a la marcha de los precios. De todas formas, en medios oficiales son optimistas. Entre otros factores, consideran que en momentos en que la utilización de la capacidad productiva instalada se ubica “en el subsuelo” -ronda el 60%-, la esperada suba de la demanda derivada de los planes de estímulo al consumo lanzados por el gobierno deberían dar una respuesta “por cantidad” y “no por precios” de las empresas.

En tanto se espera la conformación del Consejo que tendrá a su cargo el armado de un pacto de precios y salarios, la inflación en la Argentina sigue empujada, además, por la inercia que deriva de la generalizada indexación que afecta a la economía.

El avance de los precios en diciembre fue del 3,7%. Las proyecciones indican que este año volverá a superar el 40%.

Finalmente, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) confirmó este miércoles que la inflación avanzó en diciembre 3,7% respecto al mes previo y que el salto acumulado de 2019 fue del 53,8. Se trata del resultado más alto de los últimos 28 años.

Según el Indec, la variación alcista del Indice de Precios al Consumidor (IPC) durante el último mes del año pasado la determinaron las subas en los sectores de «comunicación» (9,6%); «Salud» (5,6%); y «Equipamiento y mantenimiento del hogar» (5,4%), entre otros.

Respecto a la denominada inflación núcleo, que se calcula en base a los precios que no están sujetos a cuestiones estacionales y que representa la referencia para el Banco Central, el Indec informó que ese indicador avanzó en diciembre 3,7% y que en el año acumuló un alza de 56,7%.

El guarismo confirma que los precios registraron el año pasado su mayor avanzada desde 1991, cuando se había registrado una suba de 84%, bajo el segundo año de gobierno de Carlos Menem.

La furiosa evolución que la inflación registró el año pasado también representa un desalentador punto de partida para el gobierno de Alberto Fernández. Y para este año, según las proyecciones de los analistas consultados por el Banco Central, se espera que la inflación vuelva a superar la barrera del 40%.

Puntualmente, el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que difundió la autoridad monetaria vaticina que el IPC tendrá una evolución interanual del 42,2% y que la inflación núcleo será del 42,7%, indicó El Clarín.

Este miércoles se conocerá la inflación ​de diciembre, el primer mes de la era Fernández y el que cerrará el último año de la gestión Macri. Según los analistas, el número se ubicaría un poco por encima del 4%, lo que haría que la suba de precios redondee el 55%, o apenas por debajo, en 2019.

Ese valor supondría la mayor inflación anual desde 1991, cuando se había registrado una suba de 84%, bajo el segundo año de gobierno de Carlos Menem.

La duda es si la inflación de diciembre estará por encima o por debajo de la del mes anterior, que había sido de 4,3%.

Inflación Diciembre

Según el último relevamiento de expectativas realizado por el Banco Central, los analistas calcularon un 4,1% y esperan que en enero continúe bajando hasta 3,8%, ayudado por el congelamiento de tarifas, el freno al dólar y el supercepo, entre otras medidas, como el congelamiento de la actualización de las jubilaciones. Con este número, la inflación anual daría 54,3%.

Los economistas estiman que el promedio de las variaciones mensuales para el primer semestre de 2020 será de 3,2%.

En cuanto a la inflación núcleo, que no considera las variaciones estacionales ni regulados, los analistas estimaron que será de 4,2% en diciembre, pero que irá bajando hasta alcanzar 2,7% en junio. Para todo 2019, la calcularon en 57,4%.

Hacia adelante, la expectativa es que la inflación en general se ubique en 42,2%, mientras que la denominada «núcleo» ronde los 42,7%, informó El Clarín.

El plan del Gobierno para bajar la inflación se concentra en cinco frentes principales. Son los motores de los aumentos de precios que operaron a full durante el macrismo. Para apagarlos, el equipo económico y el Banco Central empezaron a tomar medidas en distintos planos, que serán reforzadas con nuevas regulaciones más adelante.

* Precios Cuidados tiene como misión poner un freno a las subas en el renglón más sensible del consumo popular: alimentos y bebidas, artículos de tocador y limpieza.

*El congelamiento de tarifas de electricidad, gas y agua por 180 días, junto con el de colectivos y trenes por cuatro meses, más el de peajes de rutas nacionales, busca anclar otro de los costos fundamentales para la industria, el comercio, el transporte y los usuarios residenciales. Por ahora también están contenidas las subas en combustibles, aunque el Gobierno dio indicios de que habilitará incrementos a corto plazo.

* La estabilidad del dólar con la ratificación del límite de compra de 200 por mes, más el nuevo impuesto del 30 por ciento al atesoramiento y a los gastos en moneda extranjera es esencial para contener la indexación de la economía. También la reducción de las tasas de interés del BCRA va en esa dirección, de quitar costos a empresas que después se trasladan a las góndolas.

* El rubro salud aumentó casi 20 puntos más que la inflación general en 2019. Hasta noviembre del año pasado el sector había registrado incrementos acumulados en doce meses del 71,6 por ciento, contra un alza del IPC del 52,1 por ciento en el mismo período. El Gobierno hasta ahora consiguió una rebaja en el precio de medicamentos del 8 por ciento, pero deberá ser efectivo en evitar futuros aumentos de los laboratorios y en acotar las subas de las prepagas, que el año pasado recibieron autorización para ajustar las tarifas un 60,7 por ciento.

* Aumento de retenciones. La medida es clave para desacoplar los precios internos de los alimentos de los valores de exportación. La experiencia del macrismo en sentido inverso es bien ilustrativa de los perjuicios que causa en materia inflacionaria. El precio de la carne, por ejemplo, se disparó 63 por ciento el año pasado por el alza exponencial de las exportaciones a China, mientras que el mercado interno se contrajo al menor nivel de consumo en toda la década. El Gobierno hasta ahora actualizó las retenciones al valor que determinó el macrismo en agosto del año pasado, pero tiene autorización del Congreso para elevarlas en 3 puntos adicionales.

El ataque de la inflación por esos cinco frentes genera expectativas en las autoridades de quebrar la inercia de los aumentos. El próximo miércoles, cuando el Indec difunda el dato de diciembre, se cumplirán 23 meses consecutivos con alzas del IPC por arriba del 2 por ciento mensual. En enero la inflación también superará ese registro, por el arrastre que deja el mes anterior, pero a partir de febrero el objetivo es terminar con esa secuencia agobiante.

El acuerdo social entre el Gobierno, los empresarios, los sindicatos y los movimientos sociales deberá jugar un rol determinante en esa tarea. Administrar la puja distributiva es otro aspecto clave del proceso de desinflación que encara el Gobierno con instrumental y filosofía heterodoxas, muy distinto al que intentó Cambiemos, basado en la receta neoliberal de las metas de inflación, con suba de la tasa de interés, contracción monetaria, ajuste fiscal y apertura importadora. Esa estrategia que Mauricio Macri decía que era lo más fácil de hacer terminó llevando la inflación a su nivel más alto en casi tres décadas –según publica Página 12-.

La negociación con industrias y supermercados para la puesta en marcha del nuevo Precios Cuidados se planteó en ese marco de la construcción de un nuevo pacto social. La respuesta empresaria dejó conforme a los funcionarios, que aplicaron dosis equilibradas de la vieja fórmula del palo y la zanahoria. En relación a lo primero, el Gobierno puso sobre la mesa la carta de la Ley de Góndolas, que los supermercados resisten porque representa un avance significativo de regulación sobre su actividad. El propio Alberto Fernández les hizo llegar el mensaje de que si el funcionamiento de Precios Cuidados no se ajusta a lo previsto, ese proyecto sería incluido en las sesiones extraordinarias del Congreso. La iniciativa ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados. El Gobierno avanzará con la aprobación de la ley más tarde o más temprano, eso ya lo saben los empresarios, pero los tiempos y la rigurosidad en su instrumentación dependerán de la buena voluntad que exhiban las cadenas para ayudar a bajar la inflación.

Para la industria y también para los supermercados, Precios Cuidados ofrece la zanahoria de un aumento significativo de las ventas. El mensaje oficial a los empresarios fue que tienen que aspirar a elevar las ganancias con un alza de las cantidades despachadas, no mediante la suba de precios. Para eso, la inclusión de primeras marcas en el plan era una condición básica. Los productos líderes en cada segmento del consumo masivo son los únicos que pueden fijar referencia de precio. Si se utilizan segundas y terceras marcas, con menos demanda, los artículos con más salida podrían seguir aumentando sin restricción, devaluando la efectividad del programa. Lo mismo ocurriría si se pusieran marcas premium. En este caso, por ejemplo en shampoo se descartó ofrecer la marca Dove, como proponía Unilever, y se optó por la más popular Sedal.

Por la misma razón el Gobierno le exigió a Coca Cola que incluyera en el listado la gaseosa regular y no las versiones sin azúcar. La empresa mostró resistencia en un principio a aportar su producto estrella, que concentra el 75 por ciento de sus ventas de gaseosas, pero finalmente accedió frente al planteo de que, en todo caso, ingresara con las dos versiones de la bebida cola en Precios Cuidados. Así como ocurre con la Coca Cola regular, la presencia de primeras marcas busca garantizar el abastecimiento y la próxima extensión del plan a nivel nacional. En ese sentido, los funcionarios ya mantuvieron reuniones con las cámaras de supermercados que representan a las cadenas provinciales y a los autoservicios. Son la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA). Esos sectores trabajan en la elaboración de sus propias canastas de bienes para Precios Cuidados, con la inclusión de productos regionales que puedan garantizar un abastecimiento adecuado.

El acuerdo con la industria dejó en claro que los precios del programa no son ofertas con las cuales las empresas vayan a pérdida, sino que mantienen márgenes de rentabilidad positivos, pero acotados a la necesidad de parar el tren de la inflación. Por ese motivo, más el restablecimiento del IVA a la canasta básica tras la jugada electoral del macrismo, llevó a que algunos productos actualizaran sus valores. El pan lactal subió 17 por ciento, la harina 8, los fideos 12. Pero también hubo rebajas significativas en otros productos. Por ejemplo, en papel higiénico fue de hasta 40 por ciento; en shampoo, de 20; en acondicionador, del 33; toallitas femeninas se sumaron al plan con una disminución de precio del 17 por ciento; la polenta bajó el 10; las galletitas dulces, entre 10 y 15; las tres marcas líderes de pañales incorporaron los paquetes familiares –antes eran solo 9 unidades- con una rebaja de 13 puntos. En el agregado, los 310 productos de Precios Cuidados registran un descenso de precios del 8 por ciento.

Hacia adelante, además de la Ley de Góndolas, la prioridad del Gobierno en el combate a la inflación será la reconstrucción de los equipos de fiscalización de Precios Cuidados y para el análisis de los costos empresarios en las cadenas de valor. En relación a este punto, están en la mira los productores de insumos difundidos para la industria, en su mayoría concentrados en pocas grandes empresas, que son formadoras de precios y habituales propagadoras de inflación. También se analiza volver a impulsar los tribunales de consumo que quedaron desactivados con la llegada de Cambiemos.

El Gobierno, en definitiva, puso en marcha un plan de desinflación que tendrá que tomar cuerpo con nuevas regulaciones y controles. Como la economía en general, en materia de precios el colectivo que iba hacia el precipicio cambió de rumbo y empezó a recorrer nuevos caminos.

El organismo dio cuenta que este crecimiento de 41,5% en los últimos 12 meses se debió a la suba del 44,2% de los salarios del sector privado registrado, del 42,6% en los de los empleados públicos y del 32,5% del para los ingresos de los trabajadores “no registrados”.

En octubre el índice de salarios total subió de 3,2% respecto a septiembre, contra una inflación minorista del 3,3%. La suba estuvo impulsada por un alza del 3,8% en los salarios de los salarios privados registrados, 3% en el casos de los sueldos de los empleados públicos, y del 2,1% en los ingresos de los “trabajadores en negro”.

Antes de que se dieran a conocer estas cifras, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, afirmó que el Gobierno «está pensando generar un aumento de suma fija, tanto para el sector público como privado, a cuenta de las paritarias».

En una conferencia de prensa en Casa de Gobierno, el funcionario aclaró además que más allá de los incrementos de suma fija las paritarias se están desarrollando «libres y abiertas».

Subrayó también que “se está en plena negociación” con sindicalistas y empresarios y agregó que el acuerdo entre patrones y trabajadores «es una herramienta que genera un mayor desarrollo social»

El Gobierno logró extender el programa Ahora 12 hasta el 31 de marzo próximo, y analiza más medidas para frenar la inflación y continuar alentando el consumo, que serán lanzadas en las próximos horas.

Estarán basadas en acuerdos de precios y salarios, el congelamiento de cuotas UVA, devolución del IVA y relanzamiento del programa Precios Cuidados.

El Gobierno arribó esta noche a un acuerdo para extender el programa Ahora 12 hasta el 31 de marzo próximo, confirmaron a la agencia NA fuentes oficiales.

Se van a mantener las mismas condiciones del programa, pero se hará hincapié en que «el beneficio alcance a los productos de origen nacional».

En 90 días hará una revisión en lo que se espera sea un contexto de mejora de la macroeconomía, indicaron fuentes gubernamentales.

El plan contemplará pagos en 3, 6, 12 y 18 cuotas, según se indicó en forma oficial.

Tras frenar el aumento en combustibles y congelar las tarifas de peajes y del resto de los servicios, el Gobierno busca acordar con empresarios un impacto gradual de la eliminación de la exención del IVA a trece productos de la canasta básica y frenar la indexación de créditos UVA, lo cual deberá definir el Banco Central.

Con el comienzo del año caducan los decretos electorales que el anterior gobierno lanzó tras perder las PASO, que eliminaron el IVA para una canasta de 13 alimentos, suspendieron aumento de cuotas hipotecarias, y mantuvieron la promoción de ventas con los programas de precios cuidados y esenciales.

La Casa Rosada encargó al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, encarar un programa para evitar que haya un aumento de precios si la exención de IVA a la canasta alimenticia cae.

El Gobierno ya definió un mecanismo para que haya devolución del IVA en productos básicos para beneficiarios de AUH y jubilados, pero ahora aspira a que la eliminación de la exención no impacte sobre los precios al consumidor.

Otra de las vías que se analiza es que los trece productos esenciales tengan la devolución del IVA en las compras que se realizan con tarjetas alimentarias, que el Ministerio de Desarrollo Social estima que para marzo habrá sido distribuidas a 1,5 millones de beneficiarios.

El gobierno también encaró conversaciones con supermercados para relanzar el plan de Precios Cuidados con el fin de que sirvan de orientación a la evolución de los precios de los alimentos, los artículos de higiene personal y limpieza.

Se incorporarán productos de primeras marcas y una canasta orientada a recuperar los objetivos iniciales del programa, señaló Telefe Noticias.