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El suceso tiene lugar en España. Más de 100 bomberos montaron un operativo para tratar de sacar al menor de 2 años. Todo un país en vilo por la situación del chico.

Un centenar de efectivos trabajaban sin descanso para rescatar a un pequeño niño que cayó durante la tarde del domingo a un profundo y estrecho pozo en el sur de España, pero cuya labor  ha sido muy compleja según las autoridades que mantiene en vilo a los españoles.

Hasta el momento solo se localizó en el pozo un agujero de prospección para buscar agua de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de largo, una bolsa de golosinas que tenía el niño, indicó María Gámez, subdelegada del gobierno en Málaga, a la cadena Antena 3.

«Continúan las labores de los servicios de emergencia para acceder al fondo del pozo donde a primera hora de la tarde del domingo cayó un niño de dos años en Totalán», escribieron la mañana del lunes en su cuenta de Twitter los servicios de emergencia de Andalucía.

La complejidad de las labores «es alta» por las características del terreno. «Sigue cayendo material que se compacta, es húmedo, la zona es fría, en definitiva no es fácil seguir rastreando», dijo Gámez. De todas maneras, la operación se mantendrá «hasta que se localice al pequeño», garantizó a la radio pública RNE Elena Trigo, portavoz de los servicios de emergencia de Andalucía.

Las labores de rescate comenzaron hacia durante la tarde de este domingo y los efectivos han intentado sin éxito localizar al niño introduciendo cámaras por el orificio.

Los padres del niño «se encuentran destrozados» y están «siendo atendidos desde primera hora por un equipo de psicológos», agregó Trigo.

Según señaló su familia a la prensa, el niño cayó en el pozo no señalizado cuando jugaba en un terreno cerca de donde sus padres almorzaban en la sierra de Totalán.

«Nadie está preparado técnicamente para rescatar un cuerpo en un espacio tan estrecho», lamentó María Gámez.

Pero «existen tecnologías para acceder a sitios estrechos y profundos, como es el caso, y todas se están tomando en cuenta», señaló Gámez, que agradeció a «tantísimas empresas (…) de todas partes de España que nos están ofreciendo sus soluciones».

Crónica

El menor de 7 años, oriundo de Epuyén, forma parte de la familia en la que se registró el primer caso de la temporada en esa zona cordillerana.

Un niño que permanece internado en el Hospital de Bariloche, trasladado desde la localidad chubujtense de Esquel bajo la sospecha de estar contagiado de hantavirus «permanece estable y sin respirador», informaron hoy fuentes del Ministerio de Salud de Río Negro.

El menor de 7 años, oriundo de Epuyén, forma parte de la familia en la que se registró el primer caso de la temporada en esa zona cordillerana.

Según indicaron fuentes provinciales, todavía se están esperando los resultados del Instituto Malbrán, pero el niño presenta un cuadro «estable, con picos febriles y sin requerimiento de oxígeno».

El niño fue llevado al centro hospitalario de Bariloche el sábado a la madrugada porque había levantado fiebre, un síntoma que preocupó a los médicos de Esquel, por lo que optaron por tomar medidas precautorias.

El Ministerio de Salud del Chubut informó que fueron confirmados como positivos dos nuevos pacientes con hantavirus que figuraban como «sospechosos» asistidos en el hospital zonal de Esquel, con lo que la cifra de afectados por el virus que transmite el ratón «colilargo» llega a 16, de los cuales 5 fallecieron.

El nuevo cuadro de situación fue revelado en el último parte diario que emite el equipo interdisciplinario que se conformó para enfrentar el brote que tiene como epicentro a Epuyén, una pequeña localidad de la comarca andina donde se registraron todos los casos.

De los nuevos confirmados, uno permanece en el hospital zonal de Esquel y el restante fue dado de alta porque «respondió bien al tratamiento y esto depende mucho de cada organismo», explicaron autoridades del hospital de Esquel, el de mayor complejidad de la cordillera chubutense y al que se derivan todos los pacientes.

El Chubut

Estaba al ciudado de su abuela mientras su mamá trabajaba. La tragedia ocurrió en una casa del barrio Moure.

Un nene de 2 años murió ahogado tras caer en un tanque de agua este martes en el barrio Moure. El nene estaba al ciudado de su abuela mientras su mamá trabajaba.

La tragedia ocurrió en una casa de la calle Domínguez, del barrio Moure, frente al playón de Marinero López y Roca.

La abuela, que estaba al ciudado del nene mientras la mamá trabajaba, buscó a su nieto desesperada durante 10 minutos hasta que se encontró con el peor final: el nene estaba ahogado en el tanque.

Según detalló diario Crónica, familiares y vecinos llamaron al 107 y personal del SEM llegó al lugar en una ambulancia. Pese a los intentos de reanimación del nene mientras lo trasladaban al Hospital constataron que el menor ya estaba sin vida.

Aparentemente, el menor intentaba sacar ciruelas del tanque cuando cayó adentro del mismo.

En el hecho intervino personal de Criminalística, además del fiscal Martín Cárcamo y la funcionaria de Fiscalía Inés Bartens.

La posibilidad de que se tratase de un homicidio fue descartada y de inmediato se abordó la teoría de que se trató de un accidente doméstico. Sin embargo, el cuerpo del nene será sometido a una autopsia en la mañana de este miércoles.

Buscan confirmar si el motivo de la muerte fue asfixia por inmersión o si el menor tenía alguna condición de salud que habría generado la caída en el tanque de agua.

Fuente: ADN Sur