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El Ministro de Educación dijo que uno de los objetivos prioritarios será “que los chicos reciban libros y computadoras en la escuela”. Y que “el sector docente va a ser un aliado para mejorar la educación”, expresó en una entrevista realizada por El Clarín.

Nicolás Trotta todavía se está acomodando a esto de ser ministro. Organiza más actividades y da más entrevistas de las que da el cuerpo, en el medio lo llama un gobernador, todo se retrasa, su agenda es vertiginosa. Pero cuando la pregunta le interesa se detiene largo tiempo a pensar bien qué contestar. Es la primera vez desde que asumió (“hace diez días”, aclara) que Trotta convoca a la prensa para hablar específicamente sobre educación.

-Todos los gobiernos que llegan hablan de universalizar la educación desde la primera infancia y de ampliar la jornada extendida. ¿Por qué ahora sí lo van a hacer?

– No sé qué hablan todos los gobiernos, pero algunos han hecho cosas para lograrlo. Hubo gobiernos que aumentaron los procesos de inversión educativa y hubo gobiernos que la disminuyeron. Inclusive en una realidad de achicamiento del PBI, como pasó en la última gestión de Macri. En ese sentido, para nosotros adoptar esa definición es central, porque es la única manera de poder avanzar en la ruptura de las desigualdades de origen con las que vienen nuestros niños y niñas. Es un imperativo de este tiempo: si queremos que la escuela sea ese espacio, prioritario pero no único, de ruptura de las desigualdades sociales. Y para cumplir ese objetivo hay que lograr jerarquizar a nuestra escuela, a una escuela a la que le pedimos todo. Cada realidad que no nos gusta, siempre vamos a mirar a la escuela. Le generamos una responsabilidad, que posiblemente la escuela la debería tener, pero para eso le tenemos que dar mucho más de lo que le damos.

Entrevista al ministro de Educación Nicolas Trotta. Foto Guillermo Rodriguez Adami

-¿Cómo van a lograr subir el presupuesto, cuando gran parte de la inversión depende de las provincias? Las provincias tuvieron más dinero, pero invirtieron menos en educación en los últimos años…

-Hay que tener una mirada histórica. Considerar el proceso de transferencia de la educación a las provincias, iniciado por la dictadura, terminado por Menem. El hecho de que esa transferencia haya sido sin financiamiento. La inversión educativa no fue importante en 40 años, salvo la Ley de Financiamiento Educativo, que nos permitió la jerarquización en la inversión y permitió un crecimiento exponencial hasta superar el 6% del PBI. Los resultados no se observan de un día para el otro. La educación demanda consensos profundos, políticas, no de un partido, no de un gobierno, sino de una sociedad. Políticas de Estado que se sostienen más allá del cambio circunstancial de un gobierno. Se necesita la construcción de consensos con todos los actores, incluyendo las 24 jurisdicciones, el sector de los maestros, las principales referencias pedagógicas, las universidades nacionales.

-Ahora vuelve la paritaria nacional, ¿hubo alguna conversación con los gobernadores? Porque ellos son los que finalmente pagan los salarios, más allá de lo que se acuerde con los sindicatos nacionales.

-No, no lo pagan los gobernadores, lo pagan las provincias, lo paga la sociedad argentina.

-Ellos administran las provincias.

-Primera definición que ha adoptado el presidente Alberto Fernández: la sociedad argentina tiene la responsabilidad de garantizar una educación transformadora a todos los argentinos y argentinas, sin importar el lugar donde uno nazca. Esa es una definición muy distinta a la del gobierno anterior. Es decir, nosotros tenemos que garantizar, no el derecho a la educación, sino el derecho a una educación de calidad. Algunos ministros decían que el ministerio de educación no tiene escuelas, para nosotros tiene 56 mil en todo el país. Sabemos que la escuela no da respuesta. El tema es qué vamos a hacer para que de respuesta.

-¿Qué van a hacer?

-Primera instancia, construir consensos con las 24 jurisdicciones y con el sector docente. Segundo, plantear que tiene que haber un proceso de recuperación en inversión educativa. Tercero, plantear que tenemos que tener esa agenda que nos permita imaginar los procesos pedagógicos de una escuela que dé respuesta a las nuevas demandas del mundo del trabajo, a la formación de ciudadanía que necesitamos para nuestros estudiantes. Pero también una escuela que vuelva en parte a las raíces. Por eso estamos la semana que viene lanzando el Plan Nacional de Lectura.

Nosotros necesitamos que no sólo nuestros niños, niñas, adolescentes, lean y comprendan texto, sino que se vuelva a transitar el espacio que implica a la ciudadanía el obtener un libro por parte de la escuela, de obtener una computadora por parte de la escuela. Esos son desafíos prioritarios.

-Dentro de la paritaria también se discuten condiciones laborales. ¿Se está pensando en un cambio en la carrera docente? De manera que haya menos ausentismo, por ejemplo.

-Son todas cuestiones a discutir. Nuestra mirada inicial se vincula a la ruptura de la desigualdad educativa que hay en la Argentina, que se ha profundizado en estos 4 años, inclusive en términos salariales. Y hay que discutir todos los aspectos vinculados a la formación docente. Y ahí no tengo dudas de que el sector docente va a ser un aliado, para lograr la mejor carrera docente.

-¿Empiezan las clases en marzo? ¿Cuál será la actitud ante un paro?

-Lo que van a encontrar en nuestro gobierno es una incansable voluntad de diálogo, para disminuir lo máximo posible cualquier instancia de conflicto.

Entrevista al ministro de Educación Nicolas Trotta. Foto Guillermo Rodriguez Adami

-¿Van a seguir con las evaluaciones?

-Por supuesto.

-¿Las mismas?

-Puede ser. Tenemos una definición clara, para nosotros evaluar nuestro sistema educativo, cualquier política pública, es fundamental. Ahora, después pueden cambiarse las herramientas, mejorándolas. Vamos a participar de cualquier instancia, nacional e internacional que permita conocer cómo está nuestro sistema educativo. Pero más importante que evaluar es qué vamos a hacer con los resultados de la evaluación.

-¿Y qué van a hacer?

-Bueno, un poco lo que te contaba. Nosotros necesitamos poner en un esquema prioritario algunos de los ejes que veníamos charlando. Y uno adicional, que no mencionamos, es la formación docente, que también es clave.

-El gobierno anterior hizo el programa de Escuelas Faro, que apuntó a reducir la desigualdad, ¿lo van a continuar? ¿Cómo lo evalúan?

-No sé si Escuelas Faro, pero toda instancia que nos permita garantizar mayor presencia en aquellas comunidades que necesitan más del Estado, es algo que creemos que hay que darle continuidad. No tenemos una mirada refundacional de la Argentina. Nuestra escuela, a pesar de la situación grave que transita hoy la Argentina, tiene tradiciones pedagógicas que hay que reconocer, profundizar

Entrevista al ministro de Educación Nicolas Trotta. Foto Guillermo Rodriguez Adami

-¿Evaluarán a los docentes?

-Donde tenemos que poner el eje central es en cómo formamos a nuestros maestros y maestras. Ahí tenemos que respetar la tradición de formación docente que tienen nuestras instituciones de formación docente, creemos que hay que trabajar fuertemente con ellas

-El Presidente habló de usar la pauta oficial para material didáctico. ¿En qué consiste ese proyecto?

-Lo que queremos es material complementario, que permita la generación de interés por parte de la familia, de ciertos aspectos educativos. Desde distintas áreas del saber, la historia, la matemática, la física. Generar insumos, en vez de decir hemos inaugurado 3 hospitales, poder plantear distintos ejercicios, material didáctico, pastillas, cápsulas que le llaman en términos educativos. Que puedan ser utilizados en la escuela, que puedan ser utilizados en el trabajo, tener una sobrevida en lo que pueden ser las nuevas plataformas tecnológicas, para una convivencia en términos educativos

-¿Nuevas universidades va a haber? ¿Lo están pensando?

-No lo estamos pensando. Lo que sí creemos es que debe haber una planificación del desarrollo de nuestro sistema universitario, cómo logramos seguir fortaleciendo el proceso de democratización, de acceso a la educación universitaria, cómo logramos que estas universidades que se han creado se consoliden y tengan un impacto muy importante en las comunidades de las que son parte. Y si tiene que haber nuevas universidades, hay que discutirlo en el marco de una planificación estratégica del desarrollo de nuestro país y ver de qué carreras son las que necesita cada una de nuestras comunidad.

Entrevista al ministro de Educación Nicolas Trotta. Foto Guillermo Rodriguez Adami

-En los últimos años del gobierno de Cristina hubo algunas denuncias de manejo irregular de fondos extrapresupuestario para programas específicos en ciertas universidades. ¿Van a estar atentos a que no vuelva a ocurrir esto?

-¿En qué sentido si vamos a estar atentos?

-Si va a haber algún tipo de control especial.

-Todo el control y la transparencia que garantice el funcionamiento del Estado va a estar, es la indicación que tenemos del Presidente. Es el sentido común del ejercicio de la gestión pública. Yo las cosas evidentes no las debato, ni las discuto. La transparencia no hay que discutirla, hay que ejercerla. Y yo puedo dar garantía, no sólo en lo que digo, sino en lo que vamos a hacer. El primer paso que hemos dado es en la convocatoria de lo que nosotros creemos que es el mejor equipo de mujeres y hombres para llevar adelante los desafíos educativos que la Argentina necesita. Desde la mayor amplitud posible y, obviamente, con la mayor transparencia.

Un militante, aceptado por propios y extraños

Sociedad Entrevista al ministro de Educacion Nicolas Trotta Foto Guillermo Rodriguez Adami

Atención padres, el ministro de Educación tiene algo para recomendarles: que si les gusta el fútbol, “los hijos tiene que ser de su equipo”. “No cedan ante la mirada democrática, de tolerancia (entre comillas) que dice que tu hijo debe elegir su propio equipo”. Lo dice Nicolás Trotta, que cuenta que él (fana de River) tuvo esa actitud, y entonces los cuñados aprovecharon y a su hijo lo hicieron de Boca. “Las últimas 3 veces que fui a la cancha, fui a la Bombonera, para acompañarlo”, cuenta ahora Trotta. Y agrega un dato. “Ahora me doy cuenta de que perdimos un espacio de encuentro entre los dos. Porque inclusive, cuando jugaron River y Boca en el Bernabeu, uno estaba triste y el otro feliz. El problema es que cuando un niño está triste, llora, entonces, fue un escándalo”.

Quizás esta necesidad de lidiar entre visiones diferentes no sea más que un aprendizaje para lo que le tocará vivir a Trotta en los próximos años. La educación es un terreno plagado de conflictos –se sabe-, y habrá que manejarse con muñeca para transitar la gestión de la mejor manera.

Aunque en ese sentido Trotta viene bastante bien. Si bien no participó activamente en los debates educativos de los últimos años, y aunque está identificado claramente con el kirchnerismo, su designación cayó bien en diversos sectores de la vida educativa argentina, desde sectores gremiales hasta intelectuales y políticos. Nadie se opuso ni puso ningún reparo.

Abogado por la Universidad de Belgrano, Trotta ahora está haciendo un doctorado en Educación en la UBA. Hasta el 9 de diciembre tuvo una activa participación en el grupo Octubre, empresa de medios dirigida por el sindicalista de los porteros y presidente del PJ de Capital Víctor Santa María: fue director de la editorial y rector de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), universidad privada del grupo.

Porteño, de clase media, si bien no viene de familia peronista, se afilió para seguirlo a Octavio Bordón contra Menem y después siguió junto a Gustavo Béliz que lo llevó en 2002 a trabajar, junto a Alberto Fernández, en la campaña de Nestor Kirchner. De esa escuela, directo al Ministerio de Educación.

Democratizar las condiciones de acceso y participación será un desafío para la cartera educativa. Tal como adelantó el presidente electo, Argentina volverá a tener una paritaria nacional docente.

Nicolás Trotta es abogado y docente universitario, y coordinó los equipos técnicos que acompañaron la campaña del Frente de Todos. Desde 2014 se desempeña como rector de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), la primera institución de educación superior impulsada y cogestionada por más de 30 organizaciones sindicales. ¿El objetivo? Que los estudiantes, una vez graduados, accedan a posibilidades reales de insertarse en el mercado laboral. Bajo esta premisa, con el apoyo de Conicet, Trotta fue uno de los principales promotores del Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA), un espacio novedoso en que la producción de los conocimientos está directamente imbricada con las necesidades y problemáticas sociales. Un escenario académico que busca restablecer los puentes –hoy quebrados– con el mundo del trabajo.

A pesar de su edad (43), ocupó diversos cargos en la administración pública. Fue subsecretario de Tecnologías de Gestión de la Jefatura de Gabinete de Ministros (2008-09); director de la Escuela Nacional de Gobierno (2004-08); secretario administrativo del Bloque Justicialista de la Legislatura de la Ciudad(2003); y director de la Comisión de Desarrollo Económico, Mercosur y Políticas de Empleo (2000-02). Es autor de diversos libros y artículos, entre los que se destaca Latinoamérica piensa, publicado recientemente por Editorial Octubre.

El diagnóstico en Educación es preocupante en varios frentes. Infraestructuras deterioradas y presupuestos recortados (en relación a variables como la participación del PBI y la inversión calculada por alumno); paritarias conflictivas y falta de relación con las organizaciones docentes; la formación de los educadores y la de los estudiantes en todos los niveles (repensar y debatir patrones de calidad educativa y modelos de evaluación); y la democratización de las condiciones de acceso y participación, desde la educación inicial (sala de 3 años) hasta la superior (universitaria); constituyen algunos de los desafíos inmediatos.

Los propósitos de su gestión

Revertir la visión mercantilista de los procesos educativos será el propósito a corto plazo, a partir del diseño y la instrumentación de políticas educativas con una renovada intervención estatal. Frente a un gobierno que en sus estamentos nacional y provincial se lamentaba porque los pibes “caen en la pública” (Macri, 2017) y afirmaba que “nadie que nace en la pobreza llega a la universidad” (Vidal, 2018), la educación deberá concebirse, nuevamente, como una “herramienta de transformación social”. Como un instrumento que, en definitiva, “busque quebrar y no reproducir los esquemas de profunda desigualdad al cual pertenecemos”.

Desde esta perspectiva, a tono con la propuesta de Alberto Fernández, Trotta tendrá el deber de recuperar la inversión para la cartera–concebida de manera prioritaria– y generar un contrato social educativo, que reúna las perspectivas de todos los actores que componen el sistema. El diseño de un modelo federal que se adapte y procure resolver esas desigualdades tan profundas, signadas por asimetrías de desarrollo que se evidencian en cada una de las provincias que componen el mapa, a lo largo y a lo ancho de todo el territorio nacional. Así, tal como adelantó el presidente electo, Argentina volverá a tener una paritaria nacional docente, eliminada mediante decreto por la administración macrista a principios de 2018.

Trotta es consciente –lo ha dicho en múltiples ocasiones– de que la educación debe ser pensada de manera integral como una política de Estado; ser abordada desde una óptica que privilegie el largo plazo y sea capaz de superar las visiones fugaces. Desde esta perspectiva, plantea la necesidad de confeccionar una agenda de cara a los próximos veinte años, más allá de los obstáculos y las urgencias de ocasión. En cualquier caso, si de urgencias se trata, la educación representa un conflicto listo para ser encarado con celeridad, frescura y convicción, según Página 12.