Se trata de una pequeña isla que quedó en el centro del sector donde fue el incendio y que, a causa de las condiciones climáticas, se activa esporádicamente. Los servidores públicos de Lago Puelo debieron subir ocho kilómetros a pie para trabajar en el lugar.
Tras los voraces incendios que se desataron en la cordillera, a causa de los cuales se quemaron alrededor de 500 hectáreas de bosques nativos, aún está vigente el alerta en los sectores aledaños a los focos centrales.
Según remitió a Jornada el Jefe del cuerpo activo de bomberos de Lago Puelo, Julián Cayún, “Todavía queda una pequeña isla de difícil acceso, que las condiciones climáticas activan cada tanto”. Por esta razón los servidores públicos deben seguir de cerca el problema para que no pase a mayores.
El jefe de bomberos explicó que se trata de una zona de difícil acceso, razón por la cual solo se llega a pie: “un pequeño grupo de 7 personas fue hasta el lugar caminando, con todos los elementos necesarios para realizar trabajos allí”, sostuvo Cayún al tiempo que remarco: “es un gran esfuerzo del personal porque son aproximadamente ocho kilómetros de ascenso”.
En cuanto a la posibilidad de que un avión hidrante pueda actuar para simplificar el problema y poder darle un cierre definitivo, el jefe precisó que la nave no puede maniobrar sobre el lugar ya que esta en un sector permeable a turbulencias provocadas por los intensos remolinos de viento.
Por estos avatares los bomberos solo pueden intervenir manualmente realizando maniobras de contención para que los pequeños focos activos no se generalicen: “Se sube hasta el lugar con herramientas y elementos de sofocación, ya que es imposible arribar con agua ni trasladar ningún equipo demasiado pesado”, indicó Cayún.