Hay que remontarse a 1991 para hallar un guarismo similar al logrado por el macrismo en doce meses de Gobierno: en la Ciudad, al menos, suma el 44,8 por ciento entre el último noviembre y el de 2015.
El índice de precios al consumidor en la Ciudad de Buenos Aires registró en noviembre un incremento del 2 por ciento, sumando un incremento de 39,3 por ciento en el período enero-noviembre.
No obstante, si se considera interanualmente, los precios minoristas aumentaron el 44,8 por ciento respecto de noviembre de 2015, lo que representa el registro más alto desde 1991, cuando el país salía –y no entraba– de la hiperinflación.
Así lo informó la Dirección General de Estadística y Censos porteña, organismo que precisó que durante noviembre el IPC núcleo –que excluye las variaciones de precios estacionales y regulados– mostró una suba de 1,6 por ciento, los estacionales subieron 1,9 por ciento y los regulados 3,8 por ciento.
De acuerdo con la información oficial, la suba de precios en noviembre fue impulsada por los aumentos de 3 por ciento en vivienda y servicios básicos, de 2,7 por ciento en transporte, de 2,8 por ciento en vestimenta, y 1,9 por ciento en recreación. En tanto, los precios de los alimentos y bebidas mostraron subas de 1 por ciento.
El informe se completa con los incrementos de 3,9 por ciento en comunicaciones; 1,6 por ciento en equipamiento del hogar; 4,2 por ciento en bebidas alcohólicas, y 0,6 por ciento en salud. En bienes y servicios se verificó un incremento de 2 por ciento por aumentos de 1,5 por ciento en bienes y 2,4 por ciento en servicios.