Unos 5.000 obreros se congregaron ayer para expresar su preocupación por el futuro de la actividad en la región.
Jorge Avila fue claro en el planteo: necesariamente debe sostenerse la paz social en la provincia y no ir al paro, para no dar la «excusa» que asegura busca Nación para seguir recortando la industria. En la asamblea de ayer, donde todo el sector político ratificó su apoyo, alrededor de 5.000 petroleros votaron de manera unánime llevar el conflicto a Capital Federal y –si es necesario- pasar Navidad en una «carpa negra» en Plaza de Mayo.
Son cerca de 1.600 los puestos de trabajo que corren riesgo en esta instancia, aunque la cifra aumentaría en cascada de modo invariable. Son 1.200 de equipos de torre; 250 de servicios especiales y del área de producción los restantes, pero el titular del Sindicato de Petroleros, Jorge «Loma» Avila, subrayó que si se dejan caer los equipos de torre, inevitablemente le seguirán los de mantenimiento y producción.
La cifra se suma a los trabajadores de la actividad que ya fueron jubilados de modo anticipado, o que se acogieron al retiro voluntario en este año que lleva la crisis, con lo que el 20 de diciembre es la fecha que tanto los petroleros como los referentes de Comodoro y Chubut pusieron para trasladar el conflicto a Capital Federal. Ese día deberían hacerse efectivos los telegramas, y la vuelta de correo será una «carpa negra» a instalarse en plaza de Mayo.
ASAMBLEA EN LA RUTA
A las 12 en punto comenzó la asamblea de petroleros en los cruces de rutas 3 y 26, convocada en pleno feriado bajo la simbólica bandera del Día Nacional del Petróleo y en la ciudad capital de la actividad, donde el sindicalista Avila subrayó que «no somos el conurbano bonaerense y no queremos subsidios. Somos trabajadores y queremos trabajar».
Cerca de 5.000 petroleros se dieron cita en la rotonda que distribuye todos los viajes a yacimientos y el diputado provincial Carlos Gómez fue quien abrió la nómina de oradores que contuvo a los referentes de la actividad, Avila y José Llugdar (secretario general del gremio de los jerárquicos); al intendente Carlos Linares y al vicegobernador Mariano Arcioni.
«EL ENEMIGO A 1.800 KM»
El intendente Carlos Linares, por su parte, celebró la unidad más allá de los trabajadores, mencionando por ejemplo a vecinalistas, referentes de otros gremios y comerciantes presentes en el acto. Subrayó con ello que «demostrando que estamos juntos en la lucha, esta vez hay que mandar un mensaje claro al Gobierno Nacional porque esta distancia que nos separa de Capital hace que no escuchen bien: llegó la hora y lo haremos entre todos. La próxima reunión la tendremos en Plaza de Mayo porque unidos tenemos que defender la cuenca; el enemigo es lo que tenemos a 1.800 kilómetros de distancia».
Diario El Patagonico