En la estancia «El Sacrificio», la familia González tenía 870 ovejas antes del temporal. Hasta ahora solo pudieron salvar 450 y ayer esperaban rescatar otras 250 que estaban en uno de los islotes que se formó en el lago Colhué Huapi. «Pasamos de la sequía a la inundación», lamentó Daniel González, hijo de los propietarios que habitan el sector hace más de 40 años.
En la estancia El Sacrificio la familia González aún intenta salvar sus ovejas
En la estancia «El Sacrificio» la familia González aún intenta salvar sus ovejas, que quedaron atrapadas en el lago Colhué Huapi, un sector que prácticamente estaba seco previamente al temporal.
En el valle de Sarmiento, el 35% del sector resultó afectado por el temporal, ocasionando graves daños en la ciudad y en la zona productiva, donde paradójicamente hasta hace tres semanas la sequía era la principal preocupación.
Según un mapeo satelital realizado por el Departamento de Teledetección de la Estación
Experimental del INTA Chubut, 25.000 hectáreas fueron afectadas. Realmente la situación es crítica e incluso todavía hoy algunos productores que intentan salvar a sus animales.
Ese es el caso de la familia GonzálezJara, propietaria del establecimiento «El Sacrificio», ubicado en la zona del Colhué Huapi, lago que prácticamente había desaparecido por la sequía de la zona y donde algunos sectores se habían convertido en médanos.
Daniel González, hijo de los productores titulares de la tierra, ayer todavía estaba sorprendido porque el lugar por donde hace 15 días pasó con su camioneta estaba prácticamente cubierto de agua. Pasamos de la sequía a la inundación, lamentó al ser consultado por El Patagónico.
SALVARLAS COMO PUEDEN
González contó que previo al temporal la familia tenía 870 ovejas. Ahora les quedaron 450 que pudieron salvar de diferentes islotes que se formaron producto del temporal. Es que los animales quedaron prácticamente atrapados en el lodo, y los que no murieron ahogados tuvieron que ser rescatados en bote.
La imagen es un puñal al corazón; las ovejas intentando subir a la pequeña embarcación completa de animales que deberán ser trasladados por lo menos unos 800 metros para luego ser sacados por un campo que está abandonado, con la esperanza de poder recuperarlos y de que no sean presa de los pumas que deambulan por el sector.
En dos días se llenó la parte esa del Colhué Huapi que pega contra el campo de nosotros, algo que no nos imaginábamos que iba a pasar porque hacía más de nueve años que estaba seco y quedaron las ovejas adentro, contó Daniel.
Como la mayoría no conoce el lago, vivían adentro y a esa zona solamente se entraba con cuatris. Ahora estamos sacando de diez a veinte. Pero todos los días vamos encontrando alguna, señaló, asegurando que el sector es todo greda.
Ayer por la tarde, Daniel junto a su familia y un vecino de apellido Espinoza que los está ayudando, se preparaban para sacar 250 ovejas que habían encontrado en otro sector. Sabían que la tarea no iba a ser fácil, pero valía la pena intentarlo.
Es difícil llegar al lugar. Tenemos que hacer 13 kilómetros en cuatri y de ahí nos metemos a remar 800 metros para llegar a las ovejas; hay que agarrarlas, metemos 16 o 17 en el bote y hacemos dos o tres viajes por día, detalló, admitiendo que en uno de los viajes casi se les da vuelta el bote por querer meter más de un animal.
DURO GOLPE A LOS
PRODUCTORES
El temporal realmente causó estragos en todo el Valle Sarmiento. Según el diagnóstico elaborado por instituciones relacionadas con el sector productivo -Sociedad Rural, CORFO, INTA y la Secretaría de Producción de la Municipalidad de Sarmiento-, se produjeron anegamientos en gran parte de la superficie del sector y en los accesos a los establecimientos.
Por esta razón, los productores se vieron obligados a trasladar su hacienda a lugares más altos u otros establecimientos vecinos o callejones, con todo lo que ello implica, por ejemplo, para la cría bovina que se encuentra en período de destete, inicio de engorde a corral y refugio de vacas viejas.
En el sector de chacras, en tanto, la ganadería porcina es la que más pérdidas sufrió y se espera que la actividad padezca un retraso en la producción, por lo cual también habrá pérdidas económicas para los productores. Mientras tanto, en la producción hortícola las 10 hectáreas de producción están afectadas en un 70% y la última parte de la cosecha quedó anegada.
Sin embargo, todo indica que la zona más crítica es la del lago Colhué Huapi, donde hay campos aislados, rotura de puentes y alcantarillas, mientras los animales -como en el caso de la estancia «El Sacrificio»- están prácticamente atrapados y en peligro.
Por supuesto también hubo daños en infraestructura: alambrados, herramientas de trabajo corrales, galpones, casas, vehículos.
Los productores entienden que todo es consecuencia de la falta de inversiones y mantenimiento de infraestructura de los sistemas de riego, drenajes y desagües, que no han sido suficientes y han colapsado en presencia de este fenómeno climático.
Ante esta situación consideran que es prioridad la reparación de los caminos vecinales e internos, evaluar un plan de contingencia en el manejo de desagües y reactivar las obras del PROSAP para acceder a créditos blandos y de la Ley Ovina.
El Patagónico