Es veinte veces más grande que la Ciudad de Buenos Aires. Tiene 5800 kilómetros cuadrados, más de 300 metros de espesor y pesa un billón de toneladas.
Se desprendió de la barrera de hielo conocida como Larsen C, ubicada sobre el mar de Weddell, junto a la Península Antártica, que retiene glaciares capaces de hacer subir diez centímetros los mares del mundo.
Un iceberg de un billón de toneladas, uno de los más grandes de la historia, se acaba de formar en la Antártida tras el desprendimiento de un bloque de hielo gigantesco. El iceberg se desprendió del segmento Larsen C de la Antártida y tiene 5.800 kilómetros cuadrados, veinte veces más grande que la Ciudad de Buenos Aires. La ruptura fue detectada por el satélite Aqua MODIS de la NASA e informada por investigadores de la Universidad de Swansea, en Reino Unido.
«El desprendimiento se produjo entre el lunes y el miércoles», precisaron los científicos, que vigilaban la evolución de este bloque de hielo de unos 350 metros de espesor. El iceberg, que será bautizado A68, no tendrá un impacto en el nivel de los océanos porque ya flotaba sobre el agua.
La barrera de hielo Larsen C está ubicada sobre el mar de Weddell, junto a la Península Antártica, y retiene glaciares capaces de hacer subir diez centímetros los mares del mundo si acabaran en el océano Antártico. Se trata de la cuarta barrera de hielo más grande de esl continente. Según los investigadores, tras el desprendimiento, la barrera es «potencialmente menos estable» y podría seguir el ejemplo de Larsen B, otra barrera de hielo que se desintegró en 2002.
Larsen C llevaba años fisurada por una gran grieta que se alargó en los últimos meses: sólo en diciembre se extendió 18 kilómetros. A comienzos de julio el bloque de hielo sólo estaba unido a la Antártida a lo largo de cinco kilómetros. Según explicaron los científicos, la formación de icebergs es un proceso natural, pero el calentamiento del aire y de los océanos lo acelera.
Desde el instituto alemán Alfred Wegener de oceanografía e investigación polar informaron que el nuevo iceberg gigante se mueve hacia el norte y necesitará dos o tres años hasta que se derrita.