Al menos 35 personas han muerto en los incendios que han arrasado con la mitad norte de Portugal desde el domingo, día en el que se registraron más de 500 fuegos forestales en el país vecino. Hay al menos 51 heridos, 15 de los cuales en estado grave, y las autoridades lusas advierten que el número de víctimas mortales podría aumentar a lo largo del día. Tras una reunión urgente de la Autoridad Nacional de Protección Civil lusa, a las tres de la madrugada del lunes el primer ministro portugués, António Costa, ha declarado el Estado de Catástrofe en todos los distritos ubicados al norte del paso de río Tajo en tierras lusas.
Aunque más de 5.500 operativos participan en la lucha contra los al menos 140 incendios que actualmente devastan Portugal, en declaraciones a la prensa durante la madrugada el primer ministro luso ha admitido que «no hay bomberos suficientes para responder a todas las situaciones que surgen». Ante las dimensiones de la amenaza, a última hora del domingo Portugal ha activado el Mecanismo Europeo de Protección Civil, el cual les permite pedir ayuda a Estados miembros de la Unión Europea y a Marruecos.
El Mecanismo ya ha sido activado varias veces a lo largo del último verano, pero en esta ocasión por primera vez España se ve ocupada con la lucha contra fuegos en su propio territorio, lo que puede complicar la inmediatez de la respuesta comunitaria. De momento, sólo Italia ha ofrecido enviar ayuda.A lo largo de la noche se efectuaron evacuaciones de poblaciones por todo el norte del país, desde la ciudad norteña de Braga -donde varias casas dentro del área metropolitano ardieron durante la madrugada-, hasta las villas históricas de Óbidos y Mafra. Partes de la turísticas playas de Eiciera, Vierira, Tocha, Mira y Quiaios también han sido evacuadas ante el avance de las llamas, que en algunos sitios han llegado hasta las orillas del Atlántico.
En Leiria muchas de las mismas aldeas que se vieron afectadas por los devastadores incendios de junio tuvieron que ser evacuadas, y la población cercana fue instada a refugiarse en la Base Aérea de Monte Real; el fuego alcanzó y quemó una parte de la instalación militar durante la madrugada, aunque finalmente los efectivos de la Base consiguieron controlar el incendio. Al llegar la mañana, las autoridades lusas indicaron que al menos 30 concellos se encuentran en alerta máxima ante la amenaza del fuego.