Grandes incendios que desde hace días arrasan la zona de California famosa por sus viñedos volvieron a reavivarse hoy, destruyendo cientos de casas y negocios más y obligando a las autoridades, que elevaron a 21 la cifra de muertos y a más de 600 la de desaparecidos, a emitir nuevas órdenes de evacuación.
Al menos 3.500 viviendas o tiendas y más de 46.500 hectáreas han sido destruidas desde que comenzaron los incendios forestales, el domingo pasado, lo que los hace los terceros más mortíferos y devastadores de la historia reciente del estado del oeste de Estados Unidos.
Casi tres días después de que las llamas comenzaran a arder en el norte de California, los bomberos siguen siendo incapaces de controlar los distintos focos, cuyo número subió hoy a 22 respecto de los 17 que había ayer, dijo el vocero del Departamento de Silvicultura y Protección de Incendios de California, Daniel Berlant.
Las llamas se han extendido por toda la región vitivinícola y más al norte, hacia el condado costero de Mendocino, alcanzando localidades y suburbios y dejando a su paso sólo edificios reducidos a escombros y cenizas humeantes y enormes columnas de humo negro, según reportaron medios locales.