La asamblea antinuclear se mantiene en alerta permanente frente a la posibilidad de que se reabra la discusión en torno a la instalación de una central atómica en la costa rionegrina.
Todos los viernes, los integrantes del grupo que durante los últimos meses encabezó marchas en contra de la iniciativa gubernamental, se reúnen para consensuar acciones tendientes a mantener la temática en la consideración de las comunidades de Viedma, San Antonio Oeste y la propia Sierra Grande.
En esa localidad, el Concejo Deliberante facultó al intendente Nelson Iribarren a que llame a una consulta popular que se realizará el próximo 17 de este mes.
Frente a esa determinación del jefe comunal serrano los referentes del movimiento ratificaron su rechazo y destacaron que en Río Negro rige una ley que prohibe el establecimiento de una planta nuclear.
“Seguimos en alerta ante esta arremetida de las autoridades de Sierra Grande, que cuentan con la presión del senador nacional Miguel Pichetto y del gobierno de Mauricio Macri que pretenden que se instale la planta en nuestra provincia”, sostuvo el sacerdote Luis García, uno de los referentes de l a asamblea que ayer a las 18 mantuvo un nuevo encuentro.
Sin valor
La consulta no tiene valor, no sólo porque es no vinculante, sino porque una ley de la provincia ya se pronunció por el rechazo a la central nuclear.
Durante este último mes, los autoconvocados que comenzaron a reunirse desarrollaron diversas acciones tendientes a visibilizar la problemática en actos públicos, espectáculos y otros espacios con masiva presencia de vecinos de estas localidades.
“Participamos de la Expo Idevi, estuvimos en Las Grutas en una carrera atlética, también en diversas marchas y espectáculos para mostrar que la preocupación sigue vigente y que el proyecto no cuenta con licencia social”, afirmó el sacerdote.
Además, la asamblea antinuclear viedmense continúa recolectando firmas en rechazo a la idea de instalar una planta en la provincia. “No queremos la central, ni en Viedma, ni en Río Negro, ni en la Patagonia”, insistió García.
La consulta popular por la instalación de la central nuclear en jurisdicción de Sierra Grande será el 17 de diciembre, con carácter no vinculante y no obligatorio.
Lo decidió el intendente, Nelson Iribarren, luego de que el Concejo lo facultara semanas atrás a convocar al electorado de la ciudad, en el ejercicio de su Derecho de Consulta, a pronunciarse sobre la admisibilidad del proyecto. El llamado se hace en los términos previstos por la Carta Orgánica Municipal.
Los concejales deberán reasignar partidas del presupuesto para cubrir los costos y propondrán también a los integrantes del Tribunal Electoral.
La asamblea antinuclear se mantiene en alerta permanente frente a la posibilidad de que se reabra la discusión en torno a la instalación de una central atómica en la costa rionegrina.
Todos los viernes, los integrantes del grupo que durante los últimos meses encabezó marchas en contra de la iniciativa gubernamental, se reúnen para consensuar acciones tendientes a mantener la temática en la consideración de las comunidades de Viedma, San Antonio Oeste y la propia Sierra Grande.
En esa localidad, el Concejo Deliberante facultó al intendente Nelson Iribarren a que llame a una consulta popular que se realizará el próximo 17 de este mes.
Frente a esa determinación del jefe comunal serrano los referentes del movimiento ratificaron su rechazo y destacaron que en Río Negro rige una ley que prohibe el establecimiento de una planta nuclear.
“Seguimos en alerta ante esta arremetida de las autoridades de Sierra Grande, que cuentan con la presión del senador nacional Miguel Pichetto y del gobierno de Mauricio Macri que pretenden que se instale la planta en nuestra provincia”, sostuvo el sacerdote Luis García, uno de los referentes de l a asamblea que ayer a las 18 mantuvo un nuevo encuentro.
Río Negro