Los 34 cóndores hallados muertos en la localidad mendocina de Los Molles resultaron envenenados con carbofurano, un compuesto de toxicidad aguda que “se está echando deliberadamente al ambiente” en una práctica habitual que no es legal, afirmó el especialista en Ecotoxicología Rafael Lajmanovich.
“Son prácticas habituales que se hacen con el objetivo de matar al puma o al zorro que ataca animales de cría en las granjas”, o para “eliminar patos en las arroceras”, contó Lajmanovich, de la Cátedra de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, en la Universidad Nacional del Litoral.
El carbofurano es “un compuesto organofosforado de toxicidad aguda, que no es muy detectado por los animales”, envenena por ingestión o inhalación, y tiene fórmula granular o líquida, describió el especialista.
“Es una práctica extremadamente peligrosa y riesgosa, y se están viendo las consecuencias. Desafortunadamente murieron cóndores y se supo, pero puede matar animales más pequeños e incluso dañar a una persona, porque se está echando deliberadamente un sustancia tóxica al ambiente”, enfatizó Lajmanovich.
Fuentes judiciales confirmaron que los análisis realizados con muestras de tierra, agua y flora de la zona donde encontraron muertos a 34 cóndores en Los Molles, del departamento Malargüe, comprobaron que se trató de envenenamiento con carbofurano.
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El envenenamiento “se hace como práctica habitual cuando un puma ataca animales de cría, como una oveja, y a esos cadáveres se les aplica gránulos alrededor, ya que los mismos animales que los cazaron, vuelven a comer y se envenenan. Ese sería el objetivo: matar el puma o el zorro”, relató el especialista.
El puestero Nibaldo Baigorria fue imputado por “daño agravado por uso de sustancia venenosa e infracción a la Ley de Fauna”, y cumple prisión domiciliaria por salud.
La justicia sigue buscando a un segundo imputado, profugado, de apellido Rojas.