En aproximadamente media hora provocó serios inconvenientes con calles anegadas, sumado a ello un apagón que se registró sobre las 18 en toda la ciudad y trajo consigo que los semáforos dejaran de funcionar generando un serio caos en el tránsito con calles colapsadas, fundamentalmente en la Ruta 3 que prácticamente se tornó intransitable. Y “cortando” al medio la ciudad.
Las primeras fotos se registraron en el barrio General Mosconi, donde la Comisaría se inundó, la calle Petrolero San Lorenzo y la avenida Tehuelche quedaron bloqueadas por autos cruzados y chocados dado el gran caudal de agua que movió los vehículos estacionados, generando caos en la zona.
El intendente Carlos Linares, qué había advertido sobre la magnitud de la tormenta, pidió a la población que se “se evitara salir a la calle “ y se informó que el apagón, que se prolongó hasta aproximadamente las 19, no fue producto del temporal, sino de una falla en el Interconectado Sur.
Desde Defensa Civil se informaba que casi un centenar de vehículos se encontraban trabajando en todos los sectores críticos, al igual que más de una veintena de máquinas viales. A su vez desde la Secretaría de Desarrollo Humano y Familia, se señalaba que a las 19 aún no se habían registrado necesidades de evacuación, pero que había sido necesaria la asistencia con diversos elementos a muchas familias, fundamentalmente de las zona altas.
Asimismo había personal destacado en los distintos Centros de Atención bajo la supervisión de la Secretaría de Seguridad.
En definitiva, un diluvio que puso en riesgo a la población provocó graves daños en caminos de acceso y viviendas y puso a Comodoro tristemente en las noticias nacionales.
Numerosas familias fueron asistidas en 26 centros que se dispusieron en gimnasios, unidades militares e iglesias, entre otros lugares. Aunque por temor a robos muchos optaron por permanecer en sus hogares. Se conformó un Centro de Operaciones en el Predio Ferial con distintas áreas municipales y el Ejército Argentino de donde partía la ayuda a los distintos barrios y centros de evacuados y se daba respuesta a los requerimientos de las distintas Asociaciones Vecinales.
Llegaron innumerables donaciones de alimentos, ropa, medicamentos de la población en general, como asimismo la ayuda que llegó de Nación y Provincia. Y en plena emergencia, el Colegio de Psicólogos brindó contención a las familias a las familias afectadas.
El desastre fue mayúsculo y tuvo el agravante del corte de agua en toda la ciudad por la rotura de casi todos los acueductos de abastecimiento a las distintas reservas de los barrios.
Personal de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada se vio sobrepasado ante las necesidades y trabajó a destajo para solucionar los múltiples daños en las redes.
Casi un centenar de máquinas viales trabajaron en la limpieza de las calles, mientras los camiones transportaron la gran cantidad de barro acumulado en casi la mayoría de las calles, fundamentalmente en las paralelas a las arterias de los barrios altos.
Con una participación clave del Ejército Argentino, se pudo avanzar con la limpieza y saneado de los barrios considerados críticos.
En Caleta Córdova “desapareció” el puente que vinculaba con Km. 8 debiendo apelarse a los estructurales del Ejército Argentino para mantener abierta la comunicación.
Hoy, al cumplirse exactamente un año de ésta catástrofe natural, la ciudad vuelve a ponerse de pie; reclamando por las obras pendientes; agradeciendo lo recibido y volviendo a creer en la solidaridad, la fe y el propio “yo puedo”.