El Ministerio de Seguridad de la Nación emitió en las últimas horas un informe acerca del posible reingreso a la tierra de fragmentos de la estación espacial china “Tiangong -1” y a pesar de calificar como “ínfima” la posibilidad de que los restos de chatarra espacial caigan sobre territorio de nuestro país, emitieron una serie de medidas preventivas hacia la población.
El comunicado fue emitido desde la Secretaría de Protección Civil del Ministerio de Seguridad de la Nación, en consonancia con los informes de la Comisión de Actividades Espaciales (CONAE), quien viene realizando un seguimiento sobre el posible reingreso del laboratorio chino, el cual se espera que reingrese a la atmósfera durante este fin de semana.
Si bien, desde la CONAE se informó que el riesgo de caída en el territorio argentino es bajo, se emitieron una serie de alertas y recomendaciones sobre los posibles lugares y horarios de impacto de la chatarra espacial.
Por la distribución de océanos y masas continentales, en el Hemisferio Sur es más probable que los fragmentos caigan en el mar. “El riesgo para nuestro país es ínfimo porque todo el territorio continental argentino -mayor que la franja del país potencialmente afectada- es el 0,35% de la superficie del planeta que puede ser impactada por fragmentos de la estación espacial”, explicaron.
A pesar de ello, se elaboró un mapa con cinco zonas de posible impacto, con las respectivas trazas que el laboratorio podría concretar en su caída a la tierra.
De acuerdo con la trayectoria calculada el reingreso de los fragmentos se producirá en una franja de nuestro planeta comprendida entre los paralelos de 44° norte y 44° sur, abarcando una extensión de continentes y océanos que, en el continente americano va desde las cercanías del límite entre Canadá y los Estados Unidos y la Península Valdés o entre España y Sudáfrica.
Cuestión de horas
La estación espacial china Tiangong 1 entrará en la atmósfera en la tarde de mañana, domingo, o en la madrugada del lunes, según informó este sábado la Agencia Espacial Europea (ESA).
Respecto a la probabilidad de que una persona sufra el impacto de un resto del laboratorio, ha especificado que es diez millones de veces menor que la probabilidad anual de ser alcanzado por un rayo.
Su entrada en la atmósfera, por tanto, será no controlada y, según los últimos cálculos, podría producirse entre los 43 grados de latitud norte y los 43 grados de latitud sur, lo que abarca buena parte del planeta.
Por la experiencia de vigilar este tipo de operaciones, los expertos deducen que Tiangong 1 se desintegrará durante la reentrada en la atmósfera y que sólo algunas partes sobrevivirán al proceso y llegarán a la superficie terrestre que, recuerda la ESA, en gran parte está cubierta de agua o deshabitada.
El cuerpo principal de la nave tiene 10,4 metros de longitud y está formado por dos cilindros de aproximadamente el mismo largo, junto a dos paneles solares de unos 3 por 7 metros cada uno.
Con menos de 8,7 toneladas métricas de masa, es mucho más pequeño que otros objetos que han entrado en la atmósfera de manera no controlada en la historia de los vuelos espaciales.