Dos atentados explosivos, uno de ellos reivindicado por el Estado islámico (EI), hicieron que Afganistán atravesara hoy una jornada trágica con un saldo inicial de al menos 36 muertos, entre ellos 11 niños.
Los atentados, uno en la zona diplomática de Kabul y otro al sur del país, en Kandahar, provocaron la muerte de al menos 9 periodistas y generaron el repudio inmediato de varios países y organizaciones.
El hecho más grave fue un doble ataque en el barrio diplomático en la capital, donde perdieron la vida 25 personas y 49 resultaron heridas, según confirmó el vocero de la policía, Hashmat Stanakzay. Según la organización Reporteros sin Fronteras, entre los fallecidos hay 9 periodistas.
Los dos atentados de Kabul, cuya autoría reivindicó el EI, se produjeron en un breve intervalo durante la hora pico laboral en el barrio de Shashdarak, donde se encuentran, entre otros edificios, el cuartel general del servicio secreto NDS, la embajada de Estados Unidos y el cuartel general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Primero, un terrorista hizo estallar su motocicleta cargada de explosivos en un puesto de control cerca del cuartel general del NDS, hecho que dejó varias muertes civiles.
Y poco después, un terrorista suicida que llevaba una cámara, supuestamente para hacerse pasar por un periodista, se voló por los aires entre un grupo de reporteros que cubría las consecuencias del primer atentado, mientras varias personas llegaban a atender a los heridos, agregó el vocero Stanakzay.
La agencia de noticias francesa AFP confirmó la muerte del jefe de su equipo de fotógrafos, Shah Marai, y la cadena británica BBC reveló que también murió un reportero de la emisora de radio y la televisión, el afgano Ahmad Shah.
Existen distintas versiones acerca del número exacto de periodistas muertos y heridos, porque según el Ministerio de Salud fueron cinco, mientras que el Comité para Seguridad de Periodistas de Afganistán (AJSC, por sus siglas en inglés) comunicó 7 y otras fuentes hablaron incluso de 10. Las agencias DPA y EFE hablaron de 9, la mayoría de ellos empleados de medios afganos.
«Este suceso muestra que Afganistán, donde se producen habitualmente actos violentos contra reporteros y asesinatos de reporteros, es el país más peligroso para los periodistas», dijo a DPA el vocero de AJSC, Najib Sharifi, y añadió que este tipo de sucesos suponen una gran amenaza para la libertad de expresión y de prensa.
En todo el 2017, en Afganistán fueron asesinados 21 periodistas, según activistas de la ONG Nai. Reporteros Sin Fronteras (RSF) ubica esa cifra en nueve periodistas, todos en plena tarea.
Además, RSF consideró que Siria, México y Afganistán son los tres países más peligrosos para ejercer el periodismo.
Estados Unidos condenó duramente el doble atentado y expresó sus condolencias a los familiares, amigos y compañeros de las víctimas. En un comunicado publicado en la web de la embajada, el Gobierno estadounidense valoró sobre todo a los «valientes periodistas» que perdieron la vida ejerciendo su trabajo.
También Francia condenó el atentado de Kabul en los más duros términos, manifestando su defensa a la libertad de opinión y prensa como «pilares centrales de una sociedad libre y democrática».
El comando de las fuerzas de combate de la OTAN en Afganistán, John Nicholson, condenó también los «cobardes atentados», y prometió que los «enemigos de Afganistán» no vencerán. «Las acciones de esta magnitud sólo refuerzan nuestro compromiso inquebrantable con el pueblo de Afganistán», remarcó.
Los ataques de hoy son ya el octavo mayor atentado en Kabul desde comienzos de año. En los primeros cuatro meses de 2018 fallecieron al menos 254 personas y resultaron heridas 368 en la capital afgana.
El otro trágico hecho fue en el sur, donde un suicida se llevó la vida de 11 niños en un atentado cerca de una mezquita en el distrito de Daman, en la provincia de Kandahar, en el que también resultaron heridas 16 personas, entre ellas 9 civiles, dos policías y 8 soldados rumanos.
Los militares se encuentran estables, informó la misión Resolute Support de la ONU. Según la Policía, el terrorista hizo estallar su vehículo mientras pasaba un convoy de soldados extranjeros. Los talibanes no se pronunciaron aún sobre el atentado.
El estallido derribó una delgada pared que rodeaba el patio de una mezquita, donde estaban los niños, que fueron golpeados por pedazos del muro reventado por la explosión, que se produjo en el distrito de Daman.
Los talibanes anunciaron la semana pasada una escalada de los ataques en su ofensiva de primavera, lo que interpretado como una negativa a aceptar eventuales negociaciones de paz, pese a que no rechazaron oficialmente una propuesta presentada en febrero por el presidente Ashraf Ghani.