El minorista avanzó diez pesos.
El mayorista se estiró a $ 1.492 y rozó el techo de la banda.
Después de atravesar las semanas previas con la turbulencia como factor dominante, el mercado transitaba en relativa calma la última rueda previa a las elecciones del domingo 26 de octubre. Pero sobre el final de la jornada, el dólar volvió a activarse.
Una hora antes del cierre, el dólar minorista avanzó diez pesos a $ 1.515, el valor nominal más alto alcanzado hasta ahora.
Por su parte, el mayorista subió 0,8%, a $ 1.492, y rozó el techo de la banda, establecido en $ 1.492,5. En toda la rueda el tipo de cambio de referencia fue oscilando, una vez más controlado por operaciones de venta que el mercado presumen que vienen del Tesoro de Estados Unidos, tal como ocurrió en los días previos
Los dólares financieros moderan la tendencia bajista del jueves y este viernes aumentaron 1% a $ 1.549 para el MEP y a $ 1.567 para el contado con liqui. El blue cedió en las primeras horas a $ 1.515, pero sobre el cierre siguió la tendencia alcista de los otras cotizaciones y terminó en $ 1.525.
El operador Gustavo Quintana detalló que «el volumen operado en el segmento de contado fue de US$ 752 millones y en futuros US$ 890 millones. En la semana que acaba de finalizar el tipo de cambio mayorista subió $ 42 contra $ 30 de aumento en la semana anterior».
El monto operado en esta rueda da la pauta de que nuevamente el Tesoro americano estuvo abasteciendo al mercado. Esta vez se habló de un volumen de US$ 400 millones.
En cuanto a los bonos, combinaron alzas y bajas, con el AL35 avanzando 1,1% y el AL29 cediendo 1,1%. El Merval subió 1% y entre las acciones argentinas que cotizan en Wall Street hubo resultados mixtos, con Telecom a la cabeza escalando 3,5%.
«A nada de las elecciones del domingo, la estrategia de los inversores parece trasladar la cobertura cambiaria de octubre a vencimientos ligeramente más largos. Esto sugiere que el mercado apuesta (con cautela) a que el actual régimen cambiario logre sobrevivir a la próxima semana, en línea con las repetidas garantías del equipo económico», señalaron desde Portfolio Personal Inversiones.
Volatilidad preelectoral
Desde GMA Capital marcaron que la city argentina sintió los 34 días hábiles transcurridos desde las elecciones provinciales en Buenos Aires «como una travesía por el infierno. En ese lapso, la volatilidad fue extraordinaria. Los bonos en dólares subieron o cayeron más de 3% en 10 ocasiones. Esta dinámica supera cualquiera que se haya visto desde la emisión de los últimos Globales y Bonares en 2020».
En ese marco «hubo una voracidad inaudita en la búsqueda de cobertura cambiaria: en tan solo 8 meses hubo un desarme de posiciones en pesos superior a los US$ 17.400 millones. Estimaciones del Banco Central afirman que la dolarización de portafolios alcanzó el 40% del agregado M2. Asimismo, 85% del patrimonio de fondos de renta fija (sin incluir Money Market) se encuentra en fondos en dólares o dollar linked», agregan desde GMA.
Varios factores explican por qué el mercado encaró con menor volatilidad las últimas 48 horas preelectorales. La primera es que, como se mencionó, la dolarización es altísima: todo el que quiso pasarse a moneda dura ya lo hizo sin mayores inconvenientes.
Además, la canilla de dólares siguió abierta y a la vez, el equipo económico convalidó un avance del tipo de cambio del 8% en lo que va del mes. El ministro Luis Caputo aseguró estar cómodo con el dólar a $ 1.500. Si tras las elecciones hay una nueva corrección no será tan drástica como la que se preveía el 8 de septiembre, el día después de la derrota bonaerense.
Para GMA, «el mercado descuenta modificaciones en el esquema cambiario y monetario. El tipo de cambio breakeven a diciembre se encuentra cercano a los $ 1.600, mientras que aquel a mediados de febrero supera los $ 1.700. Por supuesto, un resultado positivo para el oficialismo permitiría flexibilizar “por las buenas”, por ejemplo, sosteniendo el esquema hasta tener mayores novedades sobre el financiamiento que llega desde el exterior».
Otro de los motivos de la calma es que en los últimos días empezó a ganar terreno la sensación de que las elecciones no serán tan disruptivas para el gobierno como se temía hace un mes. El dato positivo del índice de confianza del consumidor, que el mes pasado remontó 6,5% tras una caída del 14% en agosto viene en ese sentido.
También es clave que en el paquete de ayuda del gobierno de Donald Trump esté explícito el pedido de que Javier Milei genere mayor gobernabilidad en este segundo tramo de su mandato y busque reconstruir los puentes que dinamitó en los últimos meses con posibles aliados en el Congreso. Información extraída del Clarín.




