Según este documento, que está en manos de los fiscales de la Agencia de Investigaciones de Delitos contra la Administración Pública, los titulares del tiempo compartido son el exfuncionario Diego Correa y su esposa, Natalia McLeod, ambos detenidos por integrar una presunta asociación ilícita para defraudar al Estado.
El tiempo compartido consiste en la compra del derecho de uso de un espacio (generalmente hoteles o apart-hoteles) para ser utilizado en una determinada época del año, generalmente en verano y en plan vacacional.
Según el título que está en manos de los fiscales Omar Rodríguez y Alex Williams, la compra fue realizada por Correa y McLeod en agosto de 2016, y en el documento también figuran dos familiares directos (uno de ellos menor de edad) como beneficiarios.
Aparentemente, con la adquisición del tiempo compartido abonaron la suma de 2.436 dólares para acceder a la membresía de un tiempo compartido en el exclusivo complejo Iberostar The Club Riviera Maya, en México, un resort ubicado en una de las zonas más bellas del Caribe mexicano.
Detalles
La empresa Iberostar Hotels & Resorts cuenta con siete hoteles de lujo en Riviera Maya, distribuidos entre Playa del Carmen y Playa Paraíso, dos de los más bellos parajes del lugar. Se trata de establecimientos “5 estrellas” y “All inclusive” (Todo Incluido).
El título de Correa y McLeod fue adquirido a través de una empresa internacional de tiempos compartidos que se llama Lloydshare Ltd.
Según consta en muchas publicaciones de distintos países, se trata de una firma que está siendo investigada por presuntas estafas en la venta de este tipo de productos.
Promesas
La empresa ofrece el tiempo compartido a un determinado precio en dólares y promete que al final de los 25 años de contrato, el cliente vuelve a recibir el reembolso del precio total de su membresía.
Sin embargo, a Lloydshare Ltd. la acusan de cobrar una cuota de inscripción por adelantado que nunca informan a los clientes.
Los investigadores tratan de determinar el estado de situación de esa membresía y, además, investigan otra compra similar de un lujoso tiempo compartido en el balneario de Las Grutas, en Río Negro.
En este escenario, de las escuchas telefónicas se desprenden también quejas de parte de la banda detenida, ya que varios habrían querido aprovechar estos paisajes pero a diferencia de lo que Correa les habría prometido, el dinero que debían abonar excedía largamente las promesas de quien está acusado de ser el jefe de la asociación ilícita.