El capitán de la selección argentina celebra en un contexto más olvidable que feliz.
¿Será uno de los cumpleaños menos felices de su vida? Solo él lo sabe. Algo está claro: uno de los más lindos seguro que no es. Lionel Messi cumple hoy 31 años en un pueblo de Rusia, lejos de sus afectos, disgustado con su muy flojo comienzo en el Mundial y preocupado por la incertidumbre que rodea a la Selección Argentina, desangelada en el campo de juego, con su continuidad en el Mundial en duda y con los jugadores históricos -entre los que él se encuentra- desencantados con Jorge Sampaoli.
Si hasta hace unos días a su cabeza la perturbaban ese video que se viralizó con el Kun Agüero que no lo dejaba bien parado; la investigación de los Panamá Papers; el penal malogrado ante Islandia; y el gran arranque de su archirrival, Cristiano Ronaldo, en el Mundial; la mayor preocupación que Messi tiene ahora es el presente de la Selección.
El capitán de Argentina intenta surfear una ola brava, que tiene al equipo envuelto en una situación de caos interno porque la relación entre la famosa «mesa chica» de la Selección y Sampaoli está muy desgastada y además lo muestra al borde de la cornisa, con la clasificación para los octavos de final dependiendo de un triunfo el martes ante Nigeria, en San Petersburgo, y de que Islandia no le gane a Croacia o en todo caso de que lo haga por una diferencia mínima.
En ese marco tenso, de crispación absoluta, Messi celebra su cumpleaños rodeado por sus compañeros en el Bronnitsy Training Center, el complejo VIP donde está concentrada Argentina a 54 kilómetros de Moscú.
Recibió los primeros saludos de sus compañeros en el desayuno, antes del entrenamiento matutino, y de parte de los integrantes del cuerpo técnico-Sampaoli incluido- en el campo de entrenamiento. Luego, en el almuerzo, no hubo manifestaciones relacionadas con su cumpleaños, que es el mismo día en que Juan Román Riquelme llegó a los 40.
Luego de la cena sí lo homenajearon con dos regalos y con una torta que sirvió para que todos le cantaran el feliz cumpleaños. Hubo dos tortas más por los cumpleaños de Antonia, la cocinera de la delegación, y de Nehuén Pérez, uno de los sparrings.
Fue, según cuentan desde el búnker, uno de los momentos más relajados del día. Hubo sonrisas, aplausos y alguna que otra broma para un Messi al que Argentina necesita en su versión extraterrestre para que ganarle a Nigeria no se parezca tanto a una misión híper compleja.
Al igual que había ocurrido con Agüero en Barcelona y con cada integrante del plantel que cumple años durante una competencia, la AFA le hizo dos regalos: un I Pad y un cuadro pintado al óleo del capitán con la camiseta de la Selección. Se lo entregó Claudio Tapia, el titular del máximo organismo del fútbol argentino, con quien tiene una buena relación.
A su mujer, Antonela Roccuzzo, y a sus tres hijos (Thiago, de cinco años; Mateo, de dos; y Ciro, de cuatro meses) los saludó a través de video llamadas telefónicas desde la habitación que comparte con el Kun Agüero, su mejor amigo del plantel. Antonela y los niños tienen previsto venir a Rusia si Argentina pasa de ronda.En ese caso, el próximo sábado estarán en Kazán para ver el choque ante Francia, que será el rival si el equipo argentino logra el boleto a los octavos de final.
Con sus padres, Jorge y Celia, también se comunicó de manera telefónica, al igual que con sus hermanos. Los padres vinieron a los partidos ante Islandia y Croacia en el día y regresaron a Barcelona. Y lo mismo harán con el encuentro ante los nigerianos.
No son pocos los que se preguntan si el choque del martes podría ser el último que jugará para Argentina ante un eventual mal resultado y la consecuente eliminación en la primera ronda. Si se repara en que en 2016 renunció a la Selección -aunque luego dio marcha atrás en su decisión- tras la caída en la final de la Copa América de Estados Unidos ante Chile, no suena ilógico imaginar que una eliminación prematura podría significar el final de su ciclo en Argentina, más allá de que podría llegar a Qatar 2022 con 35 años.
Pero esa es otra historia. Hoy Messi celebra un cumpleaños más olvidable que feliz. Aunque la realidad indique que todavía está a tiempo de lograr su máximo anhelo (ganar un Mundial de mayores) por más que Argentina parece hacer todo lo posible por autodestruirse.
Fuente: infobae.com