Este 2 de junio se celebra el Día Nacional de Perro en homenaje a Chonino, un perro Ovejero Alemán que en 1977, 2 años después de su nacimiento, fue reclutado por la Policías Federal en la división de perros para ser adiestrado como un perro de seguridad. Tras su entrenamiento fue catalogado como perro de presa por lo que podía entrar en acción en situaciones donde peligrara la vida de sus “conductores” o personas inocentes.
Un 2 de junio pero de 1983, Chonino estaba realizando junto a su guía y otro policía más, un patrullaje de rutina en Lastra y General Paz. A eso de las ocho de la noche, bajo la lluvia y el frío, los oficiales se encuentran con dos sospechosos que se encontraban merodeando la zona cerca de un comercio que estaba por cerrar.
Cuando los policías quisieron identificarlos, los delincuentes comenzaron a dispararles. Comenzaron así un enfrentamiento donde ambos policías resultaron gravemente heridos. Los delincuentes intentaron escapar cuando Chonino, al ver a su guía herido y al recibir la voz de ataque comenzó a correrlos y se abalanzó sobre uno de los malechores. El perro logró reducir al delincuente que sacó un arma y le disparó en medio del pecho.
El animal se arrastró con sus últimas fuerzas más de 100 metros hacia su guía que yacía gravemente herido en el suelo y muere sobre él, el Suboficial Luis Alberto Sibert. El efectivo tras permanecer varios días internados, logró sobrevivir al trágico episodio. No corrió la misma suerte el agente que lo acompañaba, Jorge Ianni, quien murió horas más tarde del hecho.
Luego del enfrentamiento, la policía constató que Chonino, ya muerto, aún apretaba entre sus mandíbulas un trozo de la campera del delincuente al que atacó: era el bolsillo de su gamulán y en su interior estaban los documentos que lo identificaban. Gracias a este acto heroico, los maleantes fueron detenidos 5 días después.
Actualmente los restos de Chonino descansan en el Museo de la Policía Federal Argentina.
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