Felipe Díaz, de 9 años, cumplió su gran sueño. Juega al fútbol en Defensa y Justicia, y toca el contrabajo en una orquesta. Una historia de esfuerzo y dedicación.
Estaba jugando a la pelota cuando se enteró de que iba a ir a Rusia. No sólo eso, sino de que pisaría frente a 45 mil personas el Otkrytie Arena, el estadio donde Argentina debuta este sábado en la Copa del Mundo frente a Islandia. Y como si fuera poco, supo que saldría a la cancha de la mano de alguno de sus ídolos. Finalmente fue junto a Lionel Messi, en una imagen que recorrió el planeta.
Felipe Díaz, con nueve años, fue uno de los 11 chicos elegidos para acompañar a la Selección en su primer partido del Mundial. De 9.500 postulaciones de todo el país, este pibe de Florencio Varela quedó entre los premiados por su perseverancia y dedicación tanto en el deporte como en el arte, ya que es un talentoso músico.
“Estoy súper contento. Yo no sabía que mi papá me había anotado en el concurso. Menos mal, porque me pongo muy nervioso”, contó el simpático chico que viajó a Rusia junto a su padre Raúl.
Allí tuvo un día de turismo y otro de ensayo antes de salir de la mano de los jugadores. “Voy a dar lo máximo”, remarca Felipe, que poco antes del partido se enteró con quién le tocaba entrar al campo de juego.
“Ojalá salga con Messi. Me va a dar un poquito de nervios, pero lo voy a hacer con todas las ganas”, aseguraba antes de la gran noticia. Al final, se cumplió su gran ilusión.
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Felipe juega al fútbol desde hace dos años en la categoría 2009 de Defensa y Justicia. Dice que tiene muchos amigos ahí y que está contento porque últimamente lo están poniendo de titular.
Un día, el gerente del club le dijo que vendrían a grabar el entrenamiento. Un camarógrafo le pidió que se acercara porque tenían que darle una noticia. Papá, mamá y un equipo de producción de McDonald’s lo estaban esperando con un video: en él, Javier Mascherano lo llamaba por su nombre y le decía que estaba seleccionado para ir al Mundial.
“No aguanté la emoción y me puse a llorar”, cuenta Felipe. “Además yo también juego de 5, como Masche”, se entusiasma.
“Pipe”, como le dicen en su familia, también tuvo la oportunidad de jugar, junto con los otros 10 chicos seleccionados, un partido con el ex River y con Sergio Goycoechea, ex arquero de la celeste y blanca. Se fue muy satisfecho de esa experiencia porque metió dos goles.
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Previo a viajar a Rusia y entrar al estadio frente a miles de personas, Felipe tuvo una parada también multitudinaria.
Porque el domingo último se presentó en el CCK con la Orquesta Municipal de Varela, de la que forma parte desde los cinco años tocando el contrabajo.
“Me encanta estar en el conjunto. Probé varios instrumentos y finalmente me quedé con el contrabajo”, explica.
Este fanático de Boca tiene tiempo para todo. Entre las clases en la Escuela 65, los entrenamientos en Defensa y Justicia y los ensayos con la orquesta, se hace lugar para enseñarle a jugar a la pelota a su hermanita Emma.
En el colegio, Felipe avisó que va a faltar unos días porque se va de viaje. “Me felicitaron mis compañeros y la seño”, cuenta.
El trayecto a Rusia fue largo, de 26 horas. “No importa, por estar al lado de los jugadores recontra vale la pena el viaje, dejar todo. Es un sueño”. Claro que lo fue.
Fuente: clarin.com