En Rawson falleció el sábado, a los 77 años, Rubén Enrique «Chiche» Arregui, uno de los tres conductores (él como remisero) que el 15 de agosto de 1972 llevaron a los 19 fugados de la Unidad 6, luego asesinados en La Masacre de Trelew, el 22 de agosto de ese mismo año, en la Base Aeronaval Almirante Zar.
Arregui llegó a Rawson en 1949 para estudiar. Venía de Camarones, su lugar de nacimiento, donde vivía con su familia. En 1958 trabajó un año en Supermercados La Anónima de Rawson, y al siguiente comenzó como chofer en la Gobernación (lo fue un mes del gobernador Jorge Galina) y siguió como conductor hasta que se jubiló, el 14 de junio de 1984. Falleció a los 77 años, luego de inconvenientes de salud.
A continuación, transcribimos para nuestros lectores algunos fragmentos de la desgrabación realizada por el periodista capitalino Miguel Machesich para un trabajo en marcha sobre fechas importantes de Rawson para la Biblioteca Asencio Abeijón de Playa Unión, de una entrevista efectuada el 19 de agosto de 2017 en el programa «De Rawson como vos», conducido por Patricia Lorenzo Harris, en la entonces FM 105.1 Hola de Rawson. Fue la última vez que se lo entrevistó.
Arregui brindó el servicio de remis desde 1970 hasta 1974, y recuerda sobre el episodio que marcó a toda nuestra provincia, que «a las 7 y cuarto de la tarde del 15 de agosto de 1972 recibimos una llamada desde la Unidad 6. Yo tenía un Valiant IV y salí. Nada nos llamó la atención. Descontábamos que era un viaje para Trelew. Los muchachos oficiales iban a menudo y nos llamaban siempre. Yo estaba primero en la hilera».
Se estaciona entonces, a la par de los otros dos coches (taxis) que habían llamado: Santos y Manuel Eduardo Baque, y en el camino a buscar a sus clientes le dijo el hombre que los recibió: «Señor, hemos tomado el edificio de la cárcel, pero quédese tranquilo. Se lo ruego por favor, porque no pasa nada», agregando que «Rubén Bonet era el que manejaba todos los movimientos de la fuga. A mí me tocó llevarlo a él y hacer punta (ir primero). Yo llevaba siete personas. En total eran 19. Se agregaban seis con Santos y seis con Baqué.
Viajaron a Trelew por la Ruta Nacional Nº 25, y fueron al aeropuerto, donde un avión con 90 personas había sido tomado, pero se iba sin ellos. No les quedó otra que tomar el aeropuerto», contó Arregui, hasta que se entregaron; recordando asimismo que al volver a sus autos observan que «en el de Santos había una bolsa, en el asiento de atrás, llena de armas, con municiones, pistolas, carabinas. En el de Baqué también», mientras que en el suyo había una pistola, en el asiento trasero.
«A los cuatro o cinco días», evocó Arregui, «nos llega una citación de la Policía Federal. Nos teníamos que presentar el 22 de agosto, a las 9 de la mañana, en la Base Aeronaval ‘Almirante Zar’. Nos juntamos los tres y salimos en el auto de Santos después de las 8. Dos kilómetros antes de llegar a la Base, los soldados nos paran y no nos dejan pasar.
Mostramos la citación, pero insistieron en que era imposible seguir, sin explicarnos las causas. El guardia, en voz baja, nos informó: ‘Anoche, a las 4 de la mañana, los mataron a todos. Vayan. Los llamarán más tarde’. Por ese motivo no se podía entrar. Ahí nos enteramos de lo que había pasado con esos muchachos jóvenes», concluyó su relato.
El Chubut