Se trata de un grupo de descendientes de boers sudafricanos que llegaron al país en la primera década del siglo XX.
En uno de los lugares más australes del país existe una comunidad bilingüe única en el mundo. Se trata de los descendientes de unos 650 boers sudafricanos, que llegaron a la Patagonia en la primera década del siglo XX y que hablan, además del español, afrikaans una lengua que se creía extinta.
Boers, fue el nombre con el que bautizaron a las personas de origen holandés que se asentaron en el extremo sur de África en el siglo XVII. Cuando el imperio británico se expandió entró en conflicto con los Boers y se desató una guerra que concluyó con la derrota de los holandeses en 1902.
Muchos boers, que no estaban dispuestos a aceptar el dominio británico, emigraron a distintos lugares del mundo incluida la Argentina.
Según informó el portal Thesouthafrican.com, las primeras generaciones de Boer en la Patagonia tuvieron una vida aislada. Pero en 1950 cuando aumentaron el contacto con las comunidades cercanas en Sarmiento y Comodoro Rivadavia empezaron a integrarse culturalmente.
Hoy en día, los miembros mayores de la comunidad, todavía hablan afrikaans, aunque su idioma dominante es el español. Para muchos, el afrikaans patagónico es una reliquia del pasado. Sin embargo, y contra todo pronóstico ha comenzado un renacimiento.
Como parte de un estudio titulado “De África a la Patagonia: Voces de desplazamiento”, miembros de la Universidad de Michigan, están llevando a cabo una investigación innovadora sobre los Boers patagónicos y sus dos idiomas.
Su valor radica en el hecho de que el dialecto afrikaans patagónico, que no se habla en ningún otro lugar, conserva elementos del afrikaans anterior a 1925, cuando el gobierno sudafricano lo reconoció como idioma oficial.
Por lo tanto, proporciona una ventana única a la historia de afrikaans desde un período antes de que sus variedades dialectales se redujeran mediante la estandarización.
Los Andes