Con la llegada de la primavera, los habitantes de la Patagonia enfrentan un incremento notable de cuadros alérgicos.
El viento, característico de la región, se convierte en un gran aliado del polen y potencia los síntomas de afecciones respiratorias como la rinitis o el asma.
La médica especialista en alergia e inmunología, Belén Cifuentes, explicó las causas de este fenómeno y brindó una guía práctica para sobrellevar esta etapa del año.
Según indicó la profesional a ADNSUR, en ciudades como Comodoro Rivadavia se observa un fuerte aumento de consultas médicas relacionadas con alergias. “Durante esta época se disparan los casos de rinitis y asma alérgico, principalmente por la gran cantidad de polen en el aire. El viento propio de la zona facilita la dispersión y prolonga los síntomas”, señaló.
Factores climáticos que agravan los síntomas
El clima seco, los vientos intensos y la vegetación que caracteriza al sur argentino crean el escenario perfecto para la propagación del polen. Desde fines del invierno, los consultorios médicos registran un incremento de pacientes con reacciones alérgicas, sobre todo quienes padecen cuadros crónicos.
Cifuentes explicó que “en Comodoro y zonas aledañas, la polinización es casi constante. Si bien la primavera es el punto más alto, todo el año hay vegetación que libera partículas al aire, lo que mantiene la exposición a los alérgenos”.
Cómo reducir la exposición dentro y fuera del hogar
Además del tratamiento médico, las medidas preventivas son clave.
La doctora recomendó modificar ciertos hábitos en el hogar para disminuir el contacto con el polen:
- Limpiar con aspiradora y paños húmedos en lugar de escobas.
- Ventilar las casas temprano por la mañana o al caer la noche, por lapsos cortos.
- Instalar filtros HEPA en aires acondicionados o vehículos.
Para las actividades al aire libre, aconsejó usar gafas y barbijos, y evitar parques o zonas con mucha vegetación entre las 10 y las 18 horas, los momentos de mayor polinización.
También sugirió medidas al regresar a casa: “Bañarse, lavarse el cabello y cambiarse de ropa ayuda a reducir la cantidad de polen que traemos del exterior”, afirmó.
Diagnóstico y tratamientos disponibles
Una de las consultas más frecuentes es si las alergias pueden curarse. Según Cifuentes, existen tratamientos específicos para determinados casos.
“Realizamos pruebas cutáneas conocidas como prick test, que permiten identificar el tipo de alergia. En función del resultado, se puede iniciar una inmunoterapia específica, comúnmente conocida como vacuna contra la alergia”, explicó.
Actualmente, los tratamientos cuentan con versiones orales, intranasales, sublinguales y subcutáneas, adaptadas a cada paciente. “Para la alergia al polen, sí existe cura”, confirmó la especialista.
Hacia un estudio regional sobre alergias en la Patagonia
La médica adelantó además que se está impulsando un proyecto de investigación sobre alergias respiratorias y ambientales que involucrará a varias provincias argentinas.
“Desde Chubut aportaremos datos locales sobre rinitis y asma alérgico. Buscamos conocer con mayor precisión cómo impactan los factores ambientales del sur en la salud respiratoria”, detalló Cifuentes.
Un llamado a la prevención y la información
La llegada de la primavera en la Patagonia no solo trae paisajes floridos, sino también un desafío sanitario. Con prevención, diagnósticos tempranos y hábitos saludables, es posible disfrutar de esta estación sin que las alergias dominen el día a día.