Nicanor es un adelantado. Con sólo 12 años empezó a darle clases de apoyo a los chicos de su barrio, el Piedritas II en el departamento sanjuanino de Pocito, y esta semana inauguró la primera aula de material para su emprendimiento.
Todavía se mantiene la estructura un tanto más frágil y precaria de la primera aula con la que contó Nicanor, pero ahora tiene además un espacio con aire acondicionado y baño para dar sus clases.
También hay una campana para marcar el recreo y un mástil para izar y arriar la bandera cada día. La construcción empezó en enero de este año y desde entonces el chico no perdió la oportunidad de dotar a su escuela de «armarios, mesas y todo eso», como explicó.
La jornada escolar de Nicanor empieza con sus propias clases de 8 a 13 en una escuela a las afueras de la ciudad de San Juan. Luego almuerza y a las 14 llegan sus alumnos, que se dividen en varias tandas de acuerdo a sus niveles de instrucción.
En la escuela de Nicanor también se da la merienda, en atención a las necesidades de los chicos del barrio.
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