El ejercicio de respuesta al choque ficticio con la Tierra de un asteroide, organizado para la Conferencia de Defensa Planetaria 2019, culminó con el impacto de un megabólido en la ciudad de Nueva York.
Durante toda la semana pasada, los 200 participantes en la Conferencia tuvieron la tarea de responder a un hipotético escenario de impacto de asteroides –recreado por la NASA y otras agencias estadounidenses– en el que tienen ocho años para detener a un asteroide en un curso de colisión con la Tierra.
El escenario comienza con la premisa ficticia de que el 26 de marzo, los astrónomos «descubrieron» un NEO (objeto cercano a la Tierra) que consideran potencialmente peligroso para la Tierra.
Después de unos «pocos meses» de seguimiento, los observadores predicen que este NEO (denominado 2019 PDC) presenta una probabilidad de 1 en 100 de impacto con la Tierra en 2027 (en la vida real, la comunidad internacional ha decidido que una probabilidad de impacto de 1 en 100 es el umbral para la acción)
Todos los días, el público asistente a la Conferencia escuchaba actualizaciones: en un momento dado, no estaban seguros de si el asteroide –de 140 a 260 metros de ancho– en realidad iba a golpear la Tierra. Una vez que descubrieron que estaba en trayectoria cierta de colisión, la NASA y las agencias espaciales de todo el mundo decidieron enviar una flota de impactadores cinéticos para desviar el asteroide. Los impactadores cinéticos golpearon el asteroide … pero terminaron separándose de un trozo que, cuatro años después del impacto, nuevamente se dirigía hacia la Tierra.
«Cada día preguntamos, ¿y si?», dijo Paul Chodas, el creador del escenario y director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. Hizo hincapié en que nadie en la conferencia cree que este escenario exacto se desarrollaría de esta manera en la vida real. Lo más probable es que cualquier asteroide que se dirija hacia cierto impacto de la Tierra termine en un océano. Pero ese no es el punto de un ejercicio como este, dijo.
«Necesitamos desafiarnos a nosotros mismos y hacer las preguntas difíciles», dijo Chodas. «No aprendes nada si no estudias el peor caso posible cada día», declaró.
Así, en el colofón del ejercicio de respuesta, los participantes se adelantaron a sólo 10 días del impacto. Según el escenario recreado, los científicos en el terreno ahora saben que el asteroide se dirige hacia la ciudad de Nueva York. El pequeño asteroide ingresará a la atmósfera de la Tierra a 19 kilómetros por segundo el 29 de abril de 2027, produciendo una gran bola de fuego o «megabólido», y se prevé que libere de 5 a 20 megatones de energía en la explosión.
Consecuencias financieras, económicas y humanas
Los participantes discutieron las consecuencias financieras, económicas y humanas de un impacto en un área grande y densamente poblada como la ciudad de Nueva York.
«Reunir a la comunidad de gestión de desastres y la comunidad científica es fundamental para prepararse para un posible impacto de asteroide en el futuro», dijo Leviticus Lewis, de la División de Operaciones de Respuesta de FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias). «Este ejercicio es valioso, ya que continúa el trabajo actualmente en curso para identificar preguntas y problemas clave para este escenario de baja probabilidad y alta consecuencia», agregó en un comunicado.
El Diario