El martes por la noche se llevó a cabo en Esquel, en el marco de las numerosas actividades desarrolladas por sindicatos y la asamblea popular, una marcha de antorchas y el descubrimiento de un cartel homenajeando a las docentes de Comodoro Rivadavia Jorgelina Ruiz Día y María Cristina Aguilar.
La marcha iluminada con velas y antorchas arrancó en Supervisión de Escuelas Región III, donde un grupo de estudiantes mantiene una ocupación desde hace más de 20 días. De allí transitaron por 25 de Mayo hasta la avenida Ameghino, para luego arribar a la intersección con la avenida Fontana. Allí estaba el cartel con los rostros de las docentes que perdieron la vida en un accidente de tránsito cuando regresaban a sus hogares tras participar de las protestas en Rawson.
Bajo ese marco, la agrupación Marabunta intentó ponerle palabras al dolor. “La muerte, ante la ausencia, se abre un vacío, un silencio que se cuela en lugares que no conocemos. Cristina y Jorgelina, para quienes las conocieron, eran muchas cosas y habitaban muchos espacios en los que desde hace una semana ya no volverán a estar. Habitaban su hogar, tenían una familia, eran mujeres trabajadoras, docentes, habitaban una escuela. Ya no estarán allí”.
“También habitaron las calles, como nosotras, en medio del terror social al que nos ha sometido el gobierno provincial, con prácticas sistemáticas de precarización, ajuste y criminalización de la protesta social. Pero tampoco habitarán ya ese espacio. No como solían hacerlo. Cristina y Jorgelina, para quienes no las conocimos en persona, son como esa compañera de trabajo, esa amiga, esa luchadora que vemos cuando levantamos la vista en todos los espacios que habitamos. Los que habitamos habitualmente y aquellos en los que nos adentramos cuando vulneran nuestros derechos”.
Por eso, “por estos días se nos han atragantado las palabras, hemos llorado muchas veces, nos hemos abrazado seguido, conmocionadas y emocionadas por el dolor de su pérdida, pero también sosteniendo a cada una de esas compañeras luchadoras que son como Cristina y Jorgelina, así lo informó El Chubut.
Las mujeres sabemos mucho de asimetrías e injusticias: solemos ser la mayoría más precarizada, o aquellas que nos hacemos cargo del trabajo de cuidado y doméstico, siempre impago y despreciado por el sistema que nos explota. Como mujeres sabemos que nuestro cuerpo puesto en distintos espacios, es muchas veces el cuerpo vulnerado, violentado, el cuerpo hallado sin vida. Y tantas veces “ponemos el cuerpo” para sostener hogares, estructuras, instituciones, asambleas, cortes de ruta, marchas y protestas”.
“Como mujeres sabemos que Cristina y Jorgelina dieron la vida en su trabajo, en su ámbito personal y en la lucha que emprendieron por el derecho de todas a trabajar con dignidad, en condiciones de legalidad y sin violencia. Y aunque siempre dolerá su ausencia, las llevaremos en nuestro cuerpo, en nuestra palabra, en nuestra lucha. Multiplicaremos las Cristinas y Jorgelinas en las casas, en las aulas, en todos los trabajos, en las calles. Habitaremos esos espacios más juntas que nunca, movidas por su fuerza para no bajar los brazos y hacer de cada una de nosotras un espacio habitable de un mundo más justo, realmente posible, y no solo para unos pocos”.