La estadounidense, de 37 años, vuelve a caer un año después en la final de Nueva York contra la canadiense Andreescu, de 19, en su cuarta oportunidad fallida de igualar los 24 grandes de Court.
De Naomi Osaka a Bianca Andreescu hay una gran damnificada, Serena Williams, y por encima de todo un imperio entre interrogantes. Ese que ahora arruga la cara, encoge los hombros y dibuja un gesto de angustia conforme va avanzando la tarde en Nueva York, y los planes van torciéndose.
La raqueta pierde el filo, la bola se desorienta y se estrella una y otra vez contra la malla. El silencio congelador empieza a envolver los cuatro costados de la pista Arthur Ashe y finalmente llega la gran decepción estadounidense, de un público que en el intervalo de un año se ha llevado una doble bofetada: Serena (a punto de cumplir 38 años) se difumina ante otra joven, Bianca Andreescu (19), cae por 6-3 y 7-5 (en 1h 40m), y dice de nuevo adiós a esa cifra obsesiva que le impide pasar página.
La australiana Margaret Court, con sus 24 trofeos de oro, continúa sola en la cima. Mientras tanto, Williams ha perdido las cuatro últimas grandes finales que ha disputado: las dos últimas ediciones de Wimbledon y el US Open. Encaja, pues, otro golpe anímico. Se lo asesta una debutante que entra en los libros porque recoge el testigo de Venus Williams y se convierte en la primera debutante que triunfa en Queen’s desde 1997.