Las llamas afectaron su hábitat natural y, además de matar a muchos de ellos, también acabaron con las plantas de eucalipto en la zona, su principal fuente de alimento. La especie está en «extinción funcional».
Como consecuencia de los incendios forestales que afectaron amplias regiones de Australia, la población de koalas ha disminuido drásticamente al punto de que la especie pasó a estar considerada «funcionalmente extinta», nombre que se da cuando la cantidad de ejemplares ya no juega un papel importante en su ecosistema.
De acuerdo con los especialistas, son muy pocos los animales de esta especie que están sobreviviendo a la sequía prolongada y la deforestación que causaron las intensas llamas, las cuales comenzaron el pasado 1 de julio en la costa oriental de este país.
Si bien algunos de estos koalas se podrían reproducir, la limitada cifra especímenes restantes hace que la viabilidad a largo plazo de la especie sea poco probable y altamente susceptible a las enfermedades.
Sumado a esto, el siniestro ha arrasado también con las plantaciones de eucalipto de la zona, la principal fuente de nutrientes de estos animales. Se calcula que un ejemplar adulto come hasta 2 libras de hojas de esta planta por día, por lo que muchos de ellos pasarán hambre durante un largo periodo hasta que los árboles vuelvan a crecer, lo que podría demorar varios meses.
La presidenta de la Fundación Australiana de Koala, Deborah Tabart, explicó a la revista Forbes que su organización estima que más de 1,000 koalas han muerto por los incendios y que el 80 por ciento de su hábitat ha sido destruido.
Varios videos y fotos de estos animales siendo rescatados por los bomberos de entre medio de las llamas han motivado la preocupación de la ciudadanía y un aumento de las donaciones destinadas a cuidar a la especie.
El Hospital Port Macquarie Koala creó una página web a través de la cual la gente puede enviar su ayuda. Más de 30 mil personas ya colaboraron y hasta la fecha el establecimiento ha recaudado USD 1.33 millones, muy por encima de su meta de los mil.
Los fondos son utilizados para instalar estaciones en áreas devastadas para que los animales puedan beber agua, y además para construir un refugio para que los que están quemados vivan en un hábitat saludable durante la rehabilitación.
Por otra parte, algunas organizaciones le está reclamando al Gobierno australiano que promulgue la Ley de Protección de Koala, que fue presentada en 2016 pero nunca logró ser aprobada. Esta norma obligaría la conservación de los hábitats y árboles vitales para los animales de esta especie, y además prohibiría su caza. El proyecto está basado en uno similar que fue sancionado en Estados Unidos y que plantea ciertos cuidados para preservar la población de águilas calvas, ave nacional de ese país.
Días atrás la policía de Australia acusó a un hombre de 51 años de iniciar intencionalmente los incendios al prender un fuego en la localidad de Ebor, en el Nueva Gales del Sur, en un intento de proteger su siembra de marihuana.
De acuerdo con lo que se sabe hasta el momento, el sospechoso habría comenzado con una pequeña fogata para quemar matojos, una práctica utilizada por los bomberos para limpiar el suelo, pero rápidamente se propagaron las llamas. Según la policía el hombre no hizo nada para tratar de apagar el incendio. Por este siniestro, cuatro personas han perdido la vida, 300 viviendas han sido destruidas y más de un millón de hectáreas fueron arrasadas en el borde costero.