El entusiasmo que se paseó por las instalaciones del Buenos Aires Lawn Tennis durante la previa, se esfumó rápidamente. El italiano Marco Cecchinato entró al court central con un objetivo claro: debía defender el título que en 2019 alcanzó tras ganarle la final a Diego Schwartzman. Pero bajo el sol de media tarde, Roberto Carballes Baena le arrebató la ilusión.
Fue poco más de una hora y media de juego lo que batallaron ambos jugadores para que, finalmente, el español (88º del ranking mundial) ganara por 6-4 y 7-6. Esta derrota no fue sólo un resultado negativo dentro de la carrera del italiano; fue la pieza que terminará por quitarlo del Top 100 la semana próxima, y de exponer el bajo rendimiento de sus últimos meses.
«Me da tristeza irme, porque me encanta jugar el Argentina Open y en Sudamérica. Este torneo lo disfruto, la gente, la cancha, además el año pasado gané. Ahora estoy muy triste, pero mañana será otro día y hay que tener fuerza para no seguir cayendo. El año es largo y hay que seguir», dijo el tenista número 73º del ranking ATP.
«Es un momento difícil, porque sé que no estoy en mi mejor nivel. Llegué a estar cerca del Top 10 y ahora estar afuera es duro, pero no estoy preocupado. Hay que seguir trabajando mucho para seguir mejorando, no perder mi nivel y retornar al Top 100. Conozco el nivel al que puedo llegar, empecé jugando muy bien en Australia este año, y en 2019 tuve buenas actuaciones. Además a partir de abril no defiendo muchos puntos, por lo que puede ser positivo para volver», describió a la prensa, con la bronca todavía a flor de piel. «Estoy en muy buena forma física, estoy entrenando bien, entonces espero que los resultados se empiecen a dar», agregó.
El mal momento del jugador de 27 años empezó la temporada pasada cuando llegó a acumular nueve derrotas consecutivas: Hamburgo, Roland Garros, Queen’s, Eastbourne, Wimbledon, Umag, Austria, Montreal y Cincinnati. Terminó con un saldo negativo de 12-25 sus partidos, entre los que se incluyen las derrotas en los Challengers de Génova (Italia), Szczecin (Polonia) y Lima (Perú).
Pero si hay algo de lo que sabe el italiano es de batallas y no tirar la toalla. Ya en 2016 debió afrontar una sanción de 18 meses por arreglo de partidos, lo que lo llevó a retroceder en el ranking y volver a empezar. Porque si bien la pena fue disminuida y fueron menos los meses que pasó fuera, en su regresó enhebró 13 derrotas al hilo en la categoría Challenger. Además sabe de festejos: fue campeón en Umag y Budapest 2018, y entre sus mejores logros se encuentra la semifinal alcanzada en Roland Garros 2018, cuando venció a Novak Djokovic en cuartos y en luego fue eliminado por Dominic Thiem.