“Hace poco más de un año mi ex novio empezaba a pegarme, hace tres días me animé a denunciarlo”, inició relatando Bernarda Noboa, de 21 años, a través de su cuenta de Twitter.
Quien detalló que “se metió de tal forma en mi cabeza que me convenció de que la equivocada era yo, que todos esos golpes tenían una justificación ‘vos me ponés así’”.
Y amplió: “Convenció a sus amigos de que yo estaba loca, después a su familia e incluso intentó hacerlo con la mía, era una persona tan simpática y amorosa en público que creía que cuando hablara nadie me iba a creer”.
La joven entrerriana admite hoy mirarse al espejo y no reconocerse, porque en ese momento contaba “con 7 u 8 kg menos, porque a pesar de ser una persona flaca para él no era lo suficientemente flaca. ‘Sos gorda’, ‘sos fea’, ‘no te las creas porque vos no das para tanto’, ‘no podes subir fotos porque eso es de puta’ así empezó hasta que perdí la última gota de amor que tenía para mí. Me convenció de que la única persona que me iba a amar era él, prefería un golpe a una infidelidad”, apuntó con respecto a la violencia psicológica que sufrió durante su relación.
En ese sentido, recordó: “Llegó un punto que creía que no podía salir de ahí, que la única solución era la muerte. Pasaban días y yo me levantaba pensando ojalá hoy se termine todo. No veía la hora de salir a la calle sin tener que esperar su aprobación primero. Primero él, segundo él y tercero él”.
Por todo lo vivido, Bernarda se armó de coraje y sostiene que “hoy elijo denunciar, contar, salir y vivir. No sé lo que se siente estar preso pero les aseguro que eso era muy parecido”.