El príncipe, de 71 años, presenta «síntomas leves» pero, «por lo demás, se encuentra en buen estado y trabajando desde casa en estos últimos días como de costumbre», informa la nota oficial que da cuenta del primer contagio dentro de la familia real británica.
Su esposa, la Duquesa de Cornualles, en cambio, dio negativo a las pruebas realizadas por realizadas por el Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés), en Aberdeenshire, y ambos están aislados en su residencia de Escocia.
«No es posible asegurar dónde contrajo el príncipe el virus, dado el gran número de compromisos que ha tenido por su ocupaciones pública en las últimas semanas», precisó la Casa Real, según consignó la cadena pública BBC.
El diagnóstico se conoce quince días después que Carlos estuvo en un evento en Londres con el príncipe Alberto de Mónaco, quien también dio positivo hace unos cinco días atrás al igual que un miembro del personal del Palacio de Buckingham.
Además, según contabilizan los distintos medios británicos, el príncipe de Gales estuvo por última vez en el Palacio de Buckingham el 12 de marzo en otro evento oficial donde también participó la reina Isabel, por lo que se teme por la salud de la monarca y su esposo el príncipe Felipe, duque de Edimburgo.
Ambos están juntos en el Castillo de Windsor, a 60 kilómetros de Londres, pero según se informó están en buen estado de salud.
No obstante, la casa real aclaró que el príncipe Felipe, no estuvo presente en esa reunión, y que la reina ahora estaba «siguiendo todos los consejos apropiados con respecto a su bienestar».
El heredero del trono, que estuvo participando de eventos y compromisos públicos en estos últimos días, contrajo el virus a pesar de que evitó estrechar su mano y mantuvo distancia con la gente.
El resto de la familia incluyendo el príncipe Guillermo, nieto de la reina y su esposa Kate, se encuentra en el Anmer Hall en Norfolk, en el noreste de Inglaterra, mientras que su hermano el príncipe Harry y Meghan Markle están en Canadá.
Mientras tanto, Sarah Ferguson de 60 años, duquesa de York y ex esposa del príncipe Andrés, compartió un mensaje en Instagram, en el que expresó que la «Madre Naturaleza ha «retomado el control» y «nos ha enviado a nuestras habitaciones como niños consentidos».
El brote de coronavirus provocó hasta el momento más de 8.000 contagios y al menos 422 fallecidos en el Reino Unido, donde esta semana el primer ministro Boris Johnson ordenó el confinamiento total de la población.
La pandemia llevó a modificar la agenda de la Casa Real británica, cancelando fiestas y la visita de Estado que tenía previsto ofrecer en primavera al emperador de Japón, Naruhito.
En ese marco, la reina Isabel II también su habitual desplazamiento hacia el Castillo de Windsor que habitualmente se realiza previo a la Semana Santa.