“Somos como soldados de un país que están en el extranjero mientras su patria entró en guerra”, dice el pediatra Juan García desde el monoambiente donde espera ser repatriado en Cononut Grove, Miami. Como él, cerca de 170 médicos argentinos en los Estados Unidos y Europa aguardan impacientes el retorno para ponerse a disposición del sistema de salud frente a la pandemia de Covid-19.
En el mundo, alrededor del 10 por ciento de los infectados con coronavirus son médicos. En la Argentina empezaron a multiplicarse los casos. Cerca de un centenar de médicos y enfermeros ya se han contagiado y están fuera de combate para lo que vendrá en los próximos días. Y mientras se anuncia la llegada de 200 médicos cubanos, hay muchos profesionales de la salud argentinos que no pueden regresar al país, varados en Europa y los Estados Unidos.
En el día de ayer se supo que la Cancillería y el Ministerio de Salud acordaron pedir una garantía a 38 médicos argentinos que están varados en Miami y no pueden volver. Esto es: para traerlos de regreso les solicitarán que vuelvan a trabajar para ayudar a combatir el Covid-19 en el país. Algo a que ninguno de los que están afuera le esquiva.
“No se trata de una imposición sino de un pedido o una garantía mínima de sentido común. Que si se hace un esfuerzo para traer a los más vulnerables y se hará lugar para traer a los médicos que están varados que estos se comprometan a volver para ayudar a luchar contra la pandemia”, dijo un allegado al canciller Felipe Solá.
El pediatra Juan García -izquierda- junto a Joel y Leo, que también están varados. Juntos alquilan un monoambiente para ahorrar dinero.
Este sábado, un vuelo de Aerolíneas Argentinas, donde viajarán algunos médicos, saldrá desde el aeropuerto de Miami. Según García, que trabaja en el Garrahan, “ese vuelo ya está completo. Hicimos una base de datos de médicos que están acá junto con un compañero del Garrahan, el doctor Martín Amaya, y allí viajará gente que tiene prioridad, que vino a hacer tratamientos oncológicos, problemas de médula ósea y algunos médicos que están en los grupos de riesgo: hay uno que padece diabetes qe no tiene insulina para el mediano plazo y debió cambiar la dieta para que le alcance lo que le resta, uno que tiene cinco stents… Quedaríamos 30 o 31 médicos. Yo estoy solo, pero algunos están con la familia y no tienen más dinero».
García cuenta que a algunos médicos los llamaron hoy desde el consulado argentino en Miami para pedirle sus datos. “Supongo que será para armar un siguiente vuelo. Al principio cuando nos llamaban nos emocionábamos, pero como lo hicieron como veinte veces, ya no sabemos cuál es el sentido. Informalmente nos llegó que la idea es meter médicos en cada vuelo de repatriación como apoyo arriba del avión, pero aún no tenemos nada confirmado”.
El pediatra vive en el minúsculo espacio junto a dos dos entrerrianos, Joel y Leo, que conoció haciendo una fila junto a 200 personas en Latam para conseguir un regreso que no se dió. En Buenos Aires quedó su novia, embarazada de 31 semanas. Viajó a principios de marzo a los Estados Unidos para un curso formativo en el Children’s National Hospital de Washington (el más grande del estado de Virginia, y uno de los principales de ese país). “El 16 de marzo, después de 15 días, me dijeron que ya no concurriera, porque sólo iban a atender casos por telemedicina, que acá está bastante avanzada”.
Una vez repuesto de la sorpresa, se comunicó con el Consulado argentino. “Me advirtieron que volara cuanto antes a Miami, que allí las chances de viajar eran más altas. Tomé el primer vuelo que pude, llegué el 19 de marzo y me instalé en un hotel hasta que conocí a estos dos chicos y para ahorrar nos vinimos a vivir en un monoambiente. Estamos racionalizando el dinero, creo que tengo plata para 15 días más como mucho. Guardo 500 dólares para pagar el pasaje por Aerolíneas, si sale la chance. Pero si me piden 1000 dólares, como hizo Eastern, no tengo.
La posibilidad de que médicos cubanos se sumen en la provincia de Buenos Aires a la lucha contra el Covid-19 no es un problema para él. “Se que preparan una brigada de médicos de ese país. Me parece bien la idea, se espera un aumento masivo del número de casos y es importante que haya más profesionales preparados, no estamos en contra de eso. Quiero decir: que lleguen, pero que además nos lleven a nosotros. Queremos volver para estar con la familia y para trabajar. Cuando elegís hacer medicina es para estar en los momentos difíciles, y éste lo es”.
Miami, para los argentinos varados en los Estados Unidos, es el portal de salida de aquel país. “Ahora estoy pendiente de cualquier novedad para volar hacia Florida”, dice Lucia Fazzito desde Boston. Ella es psiquiatra de la Clínica Fleni y becaria del Conicet, y el cierre de las fronteras la sorprendió en esa ciudad, adonde fue para entrenarse en una nueva técnica para luchar contra la depresión al Massachusetts General Hospital que depende de la Universidad de Harvard. “Llegué el 26 de febrero, recién se empezaba a hablar del coronavirus en la Argentina y en los Estados Unidos. A los 10 días de estar me avisaron que se cerraba el laboratorio donde estaba. Esto fue 15 de marzo, de un día para el otro. En este estado hay 29 mil casos. El hospital donde estaba esta dedicado por completo a atender Covid-19. Hay bastantes pacientes ventilados y gran cantidad de profesionales infectados, van sacando a los médicos que dan positivo y renuevan el plantel. Yo me ofrecí a trabajar como psiquiatra pero al no tener licencia renovada acá no me dejan”, señaló Red 43.