El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, destituyó este jueves tras dos semanas de tensiones a su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, promotor de las cuarentenas frente a la COVID-19, que el mandatario ha llegado a tildar de «gripecita».
La decisión del líder de la ultraderecha brasileña, uno de los gobernantes más escépticos en relación a la gravedad de la pandemia, fue anunciada en momentos en que la pandemia se acelera en el país, los muertos llegan casi a 2.000, con unos 30.000 casos, y el pico se espera para el próximo mayo.