El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, apuntó hoy a la segunda quincena de mayo como el horizonte para iniciar el desconfinamiento «lento y gradual» de la población de su país, que se encuentra encerrada desde que el 14 de marzo se decretó el primer estado de alarma para frenar la propagación del coronavirus.
«El confinamiento general no se levantará hasta que estemos preparados, porque no vamos a vivir ningún riesgo», advirtió Sánchez al defender ante el Parlamento su propuesta para una tercera prórroga del estado de alarma, que llevará la situación de excepción hasta el 9 de mayo.
El líder socialista, no obstante, indicó que la nueva extensión del confinamiento «ya no será igual que las anteriores», puesto que se irán adoptado medidas de relajación dependiendo de evolución de la pandemia.
“Teniendo la segunda mitad de mayo como horizonte de desescalada, las reglas y limitaciones irán variando para ajustarse a los nuevos escenario», remarcó Sánchez.
«Conviene que todos asumamos que la desescalada va a ser lenta y gradual porque tiene que ser segura”, añadió el jefe del gobierno de coalición entre el Partido Socialista (PSOE) y la fuerza de izquierda Unidas Podemos.
En medio de la sexta semana de confinamiento, la cifra diaria de fallecidos por coronavirus se mantiene estable en España, tras la muerte de 435 personas en las últimas 24 horas, lo que elevó el total de víctimas fatales a 21.717, mientras los contagios repuntaron levemente, con 4.211 más, hasta alcanzar los 208.389.
Con la pandemia estabilizada y en retroceso, Sánchez acudió al Congreso de los Diputados para defender el decreto, aprobado ayer por el gabinete, que prorroga 15 días más el estado de alarma, que previsiblemente saldrá adelante gracias al apoyo de la principal fuerza de la oposición, el conservador Partido Popular (PP).
La intervención de Sánchez en el Parlamento tiene lugar un día después de que su gobierno anunciara que los menores de 14 años podrán salir a partir del domingo con sus padres a dar un paseo, decisión que rectificó una medida previa que limitaba las salidas a los supermercados, farmacias o bancos y que había provocado una ola de críticas y hasta un cacerolazo.
«Es la primera vez que pido la prórroga del estado de alarma con un escenario prudentemente optimista, vislumbrando cómo podría ser la vida una vez superada la fase aguda de la crisis», pero «tenemos que ser extremadamente cautelosos», recalcó el presidente del gobierno.
«No diga que han pecado de prudencia, han pecado de incompetencia. Con nuestros hijos no se juega. Con nuestra salud, tampoco», aseguró por su parte Pablo Casado, líder del derechista Partido Popular (PP), al interpelar a Sánchez con una dura intervención, en la que volvió a criticar al Ejecutivo por no haber adoptado antes las medidas de confinamiento.
Según Casado, quien no reclamó esa medida en su momento, si se hubiese actuado antes se habrían evitado un 60% de los contagios, y también que la cifra de fallecidos alcance casi las 22.000 personas.
«Sin test, ya nadie se cree los datos del Gobierno (…) Los fallecimientos son muchos más», afirmó a su turno el líder del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, quien volvió a pedir la renuncia del gobierno.
Abascal también reprochó al gobierno que no haya sido capaces aún de acabar con el «masivo arresto domiciliario» al que está sometida la población, buscando capitalizar el descontento social ante esta situación inédita que sufren poblaciones alrededor del mundo, señaló Télam.