Docentes participaron en un tercer encuentro virtual “la transformación escolar en una nueva normalidad”. Unos 1350 directivos, docentes y representantes legales de nivel secundario de las 24 provincias de Argentina, participaron del tercer encuentro virtual para “analizar la transformación escolar en una nueva normalidad” en tiempos de pandemia.
Con el objetivo de seguir pensando la escuela que queremos, y acompañando la construcción de nuevas políticas públicas que permitan dar respuesta a las desigualdades de nuestro sistema educativo, se llevó a cabo el tercer encuentro virtual que se denominó: “Nuevas normalidades y gestión de la transformación escolar: hackear el hackeo”, a cargo de Lila Pinto, del Consejo Experto de Eutopía, un proyecto que comenzó su camino de innovación y transformación educativa en 2017, experiencia que se plasma en 16 escuelas de Ciudad de Buenos Aires, -de la mano de la Vicaría Pastoral de Educación junto a la Organización de Estados Iberoamericanos, con el apoyo de Fundación Telefónica Movistar y ”La Caixa” Foundation, a través del proyecto ProFuturo-.
En este 2020, la Red Eutopía sumará 16 nuevas escuelas del nivel secundario para que también pueda transitar su camino de cambio.
Los Docentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Entre Ríos, Mendoza, San Juan, San Luis, Corrientes, Formosa, Misiones, Chaco, Catamarca, Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Neuquén, intercambiaron ideas sobre la enseñanza y aprendizaje en una nueva normalidad escolar: gestión y transformación de la escuela en contexto de y post pandemia.
Aprender a gestionar en contexto de emergencia
Es el momento de pensar si el cambio que pensábamos para nuestras escuelas pre-pandemia y las concepciones y teorías del cambio que teníamos se vieron transformadas. “Estamos gestionando un cambio en un contexto de emergencia, el tema es cómo éste se transformará en nuevas normalidades”, sostiene Pinto.
“En mi escuela, como en todas, salimos como equipo a construir ‘continuidad pedagógica’ y construimos experiencias que dieran certezas y que, además, contuvieran emocionalmente. En la medida de que el aislamiento se fue extendiendo, tuvimos que ir recalculando. Nos dimos cuenta de que realmente estamos gestionando en un contexto de emergencia, y que la propuesta de educación a distancia efectivamente debía contemplar ese escenario. También movilizamos equipos y recursos internos para reinventar la escuela”, cuenta la Licenciada en Ciencias de la Educación UBA.
Pinto rescata la importancia de crear una línea de tiempo para comprender y aprender del camino transitado y de las acciones y decisiones concretadas en este contexto particular. “La línea de tiempo, en un momento en el que el tiempo está tan desdibujado, es una herramienta profundamente útil para poner en contexto, recalcular y revisar todo lo hecho, lo aprendido y lo que nos queda por hacer. Al plantear esta línea de tiempo, me di cuenta de que estaba equivocada. No era este el momento de hackear todo”, expresa.
En este contexto de incertidumbre y de búsqueda de la continuidad pedagógica, Pinto asegura que no es el momento de la innovación disruptiva pensada pre-pandemia, es el momento de la innovación escolar en tres dimensiones: focalizada, espiralada y emergente.
Focalizada porque se fundamenta en la propia práctica y porque propone reflexionar el sentido de lo que enseñamos y las implicancias de nuestras propuestas para convocar e inspirar el aprendizaje de los alumnos. También lo es porque nos invita a revisar el entramado emocional y cognitivo necesario para que aprender sea una oportunidad de crecimiento.